Leer da dolor de cabeza

La escalera pareció tambalearse un poco, y mientras, Ruby permanecía recostada sobre la última vara buscando un ejemplar que resultase de su interés, pero por más que miraba no hallaba nada interesante entre todas las tapas en las que posaba sus ojos azules. Algunos de aquellos lomos los identificó como libros que ya había leído, y no sólo una, sino varias veces a lo largo de su vida; otros simplemente estaban demasiado gastados y era imposible descubrir su contenido a simple vista. Tomó entre sus dedos uno de esos ejemplares mientras hacía malabares, aferrándose con los pies a la varilla de la escalera sobre la que estos se posaban para evitar caerse mientras mantenía sus manos ocupadas pasando un par de páginas y leyendo rápidamente el texto escrito dentro.

-No-Dijo para sí-Este tampoco es-Y lo dejó de nuevo en su lugar mientras proseguía con su incansable búsqueda. Aquella biblioteca era infinitamente menor a la Biblioteca Exterior, donde había pasado gran parte de su infancia y adolescencia, sin embargo también era un sitio nuevo y por lo tanto le ofrecía un sin fin de posibilidades más de nutrirse de otro tipo de informaciones. No en vano allí se congregaban grandes aglomeraciones raciales, y por lo tanto, la biblioteca debía estar dotada de una rica variedad de culturas, opiniones y escritos de todo tipo y en cualquier idioma. Era un pequeño paraíso, el único recodo donde Ruby se sentía prácticamente como en casa, aunque el silencio a veces no era absoluto debido a que no estaba completamente sola en la sala. No le importaba, no obstante, pues a veces los susurros llegaban a resultarle casi reconfortantes mientras desarrollaba su lectura-Un momento-Un destello se cruzó con su mirada mientras meditaba, y Ruby buscó el causante. Las letras impresas con pan de oro sobre una portada carmesí resultaron demasiado atractivas como para que fuesen ignoradas de una forma tan deliberada, y la demonio entrecerró los ojos para leer con mayor detenimiento y precisión. "Bestiario" se grabó a fuego en su mente, produciéndole un deseo inexorable de hacerse con el para perderse entre sus páginas a medida que las exploraba a conciencia. Alargó su mano e intentó cogerlo, pero sus uñas largas apenas rozaron la cubierta con un leve rasgado de cuero. Apoyó una mano sobre la escalera y se inclinó, acercándose más a su objetivo, llevando a alcanzar la cabeza del libro con la yema de sus dedos; se estiró un poco más, ya quedaba poco, pues había logrado sacarlo  de entre los dos volúmenes que lo mantenían preso cuando... Perdió el equilibrio, no pudo ser capaz de seguir aferrándose a la escala y terminó precipitándose a un lado de forma inevitable.

Estos son muuuuuchos libros, mas de los que nunca antes pensó poder ver en un solo lugar, eran estantería y estanterías llenos de libros y algunos también estaban llenos de polvo aunque no los culpaba, el mantenimiento de aquel lugar fácilmente necesitaba al menos una media docena de persona para mantenerlo limpio, agarrando un libro al azar miré sus hojas manchadas y borroneadas, aparentemente necesitaban varias docenas de personas para que restauren los libros, quien sabe que puede haber allí adentro, hasta ahora había reconocido diferentes formas de escrituras, japones, chino, coreano, ingles, francés, algo que parecía árabe, latín e italiano, no significaba que pudiera leerlos pero era una pena no poder entender su contenido, pero con tiempo y sus clones podría hacerlo, necesitaba practica y aquella era una buena forma de utilizarla como herramienta de estudio.

-Teorias básicas de barreras, teorías avanzadas en runas, Aritmética básica, estos libros necesitan un orden- comenté en voz baja mientras miraba los diferentes títulos con la ayuda de unos diccionarios que tenía bajo mi brazo, no podría hacerme idea de todo lo que había allí pero estaba seguro que llegaría a encontrar cosas mas exóticas mas adelante hasta que mis ojos notaron un libro que no se resaltaban del resto pero su titulo le interesó "La divina comedia" oh mama aquello era mio, no extendí el brazo completamente cuando noté una sombra sobre mi, miré para arriba pero era demasiado tarde, solo pude levantar las manos para protegerme.

Bromm, no sabía que era lo que lo golpeó pero lo tenía aplastado contra el piso, su espalda le dolía mucho y su cabeza estaba dando vueltas y notaba algo sobre mis labios, algo carnoso, abrí los ojos y ví rojo, intenté mover mis manos pero estaban una debajo de mi cuerpo y la otra frente a mi pecho, esta estaba siendo aprisionado entre mi cuerpo y lo que parecía una masa gelatinosa, no sabía lo que era pero instintivamente lo agarró antes de empujar para poder liberarse de aquello, fue entonces cuando dejé de sentir aquella sensación en mis labios y vi que lo que se había caído sobre mi era una hermosa mujer pelirroja quien le estaba agarrando su pecho izquierdo cosa que liberé automáticamente, no sabía que decir o hacer pero las palabras salieron de mi boca de forma instintiva.

-No era mi intención, fue un accidente, no me mates!!!- exclamó en rápida sucesión, llevándose las manos a la altura del rostro antes de que empezara a arañarla la cara o lo que sea que pueda hacerle

Ruby se anticipó al dolor que sentiría al notar como su cuerpo chocaba contra el suelo, ojalá tuviese la habilidad de volar, lamentablemente ese don no le había sido concedido a ella. Pero para su sorpresa, el golpe no fue tan doloroso ni aparatoso como había creído, sino más bien todo lo contrario. Algo frenó su caída, algo blando y estratégicamente colocado para evitar un daño mayor en la joven demonio. Se removió incómoda y el libro que había intentado coger cayó sobre su cabeza, golpeándola con la esquina del mismo y obligándola a soltar un gemido de dolor.

-Qué daño-Protestó, quejumbrosa, intentado incorporarse de forma inútil pues acabó perdiendo de nuevo el equilibrio y aplastando a su víctima. Le resultaba muy difícil, teniendo en cuenta la incómoda postura en la que se hallaba. Finalmente pudo agarrar el libro, que se había quedado abierto pro el lomo, a mitad de contenido, y apoyó sus manos en el frío suelo de la biblioteca, apartandose un poco y dejando que el aire corriese. Un muchacho yacía bajo ella con expresión confundida, casi tanto como la que regalaba la propia Ruby, y se apresuró en apartar una de sus manos del seno derecho de la pelirroja.

Ella se inclinó de nuevo hacia un lado, quedando recostada a un lado en el piso para dejarle vía libre para que se apartara, mirándolo aturdida por su gesto brusco.

-¿Eh? Gracias-Dijo amigablemente-Has frenado mi caída.

... ¿Y el dolor? se preguntó antes de abrir los ojos mirando entre sus brazos para ver el techo y no a la pelirroja que se encontraba a su lado que les dio las gracias por frenar su caída, al ver que no estaba encima me levanté rápidamente del suelo.

-¿Eeh?- fue lo mas inteligente que se le pudo ocurrir en ese momento -No estas enojada conmigo por ....- el recordar el momento se sonrojó mucho quedando como un tomate y su mirada pasó a posarse en sus pies, era la primera vez que sentía los pechos de una mujer era mejor de lo que había pensado pero de todas formar fue de forma no consentida y por lo que tenía entendido era equivalente a la furia de una mujer -No era mi intención tocarte- musitó esperando que por alguna razón no se enojara con el y lo deje intacto, aunque no podía evitar darle ojeadas a aquellos hermosos ojos azules y cabellera roja como sangre.

Apoyó las manos en el suelo para ponerse en pie rápidamente, y sacudió la suciedad y el polvo que se habían impregnado en la falda de su uniforme escolar con una sola mano. Acto seguido, retiró un mechón rebelde y rojizo de delante de sus ojos, y lo colocó acertadamente detrás de su oreja para que no le dificultase su visión.

-¿Por qué iba a estar enojada?-Inquirió, frunciendo el ceño hasta adoptar un gesto de turbación, sin llegar a entender muy bien su actitud. El muchacho parecía ligeramente cohibido por su presencia, ¿Tanta impresión le había causado al caer sobre él? Debía ser eso, para su mayor consternación. Ruby se llevó las manos a los labios y juntó las cejas haciendo un mohín, ¿Estaría asustado tras haber sido aplastado por tanta carne inservible? En ese caso era la propia Ruby la que estaba en la obligación de pedirle disculpas por ser tan patosa y fofa. Tantos años de estudio no le habían permitido cuidar su figura como era debido, y ahora era tan pesada que ni siquiera las propias escaleras podían soportarla encima, ¡Podría haberle hecho daño! Si tan sólo se hubiese planteado hacer ejercicio cuando tenía 150 años... La repentina caída había provocado que uno de los botones de su camisa saliese disparado-¡Ah!-Comprendió, y se anudó el lazo que llevaba al cuello con más fuerza para no mostrarse tan indecente dejando expuesta parte de la piel de esas dos pelotas de carne, ya buscaría el botón que faltaba en otro momento-Lo lamento mucho de veras, no quería ahogarte con mi peso. Ha sido un accidente.

La mujer no parecía para nada enfadada por lo que había ocurrido, no que no me sintiera aliviado de no estar siendo malherido pero había algo raro en ella que no la hacía como las demás chicas que conocía quienes no dudarían en dar retribución ante la menor transgresión, simplemente por las dudas empezó a cargar su visión de auras para poder ver como se sentía y encontrar una explicación.

-Pues siempre me dijeron que cuando un hombre toca los pechos de una mujer tiene que estar listo para ser castigado por ella de la forma que considere pertinente, generalmente violencia física- explicó cuando su mirada bajó notó sus grandes pechos quedandose mas rojo y mirando para un costado -Lo mismo se aplica para todos los hombre que miran fijamente los pechos de una mujer y peor dependiendo cuan expuestos estan-

Rápidamente pidió disculpas por el haberme aplastado pero estaba bien de no haber estado seguramente se hubiera lastimado de gravedad, no negaba que la espalda aun le dolí un poco pero estaba bien en general -Esta bien, solo me agarraste por sorpresa lo importante es que estés bien ¿No?- le dio una media sonrisa mientras que con la mano se sacudió un poco el polvo de sus pantalones y su espalda

Todo era un poco, ¿Confuso? ¿De qué estaba hablando? ¡Oh dios mio! ¿Le habría causado algún tipo de daño cerebral al caer sobre el? ¿Cómo sino iba a explicar aquella sarta de divagaciones? ¿Castigos? ¿Tocamientos? Parecía muy grave, más de lo que había pensado en una primera instancia, lo cual hio que irremediablemente Ruby se sintiese muy culpable de haberlo dejado tan trastocado, ¡Debía acompañarlo a la enfermería de inmediato!

Posó ambas manos en sus brazos y comenzó a zarandearlo con violencia, moviéndolo de un lado a otro buscando una reacción coherente por su parte, mientras en su rostro juvenil se dibujaba la desesperación y el miedo.

-¿Estas bien, chico? ¿De verdad que estás bien?-Ella y su gordura habían estado a punto de matarlo, no se lo perdonaría jamas. A partir de ese mismo día empezaría a llevar a cabo un riguroso régimen para no terminar aplastando a más gente inocente con su desmesurado peso incontrolado. Se acabaron los dulces, se acabaron los picantes, se acabaron los helados... Mientras menos pensase en ello mejor. No quería dañar a nadie más. Se mordió el labio inferior-¡Nadie va a castigarte, ¿De donde sacas eso? ¿Seguro que no estás herido?-Lo soltó y colocó su mano abierta delante de él con determinación-Dime, ¿Cuántos dedos ves, muchacho?

Oh, ahora comienza pensó cuando la pelirroja empezó a zaranderlo de lado a lado que no hizo mas que marearme un poco pero el resto estaba bien, aunque al fin podía ver el estado emocional de la chica, mostraba miedo, odio hacia si misma, vergüenza, culpa nada de lo que esperaba, tal vez ella no tenía los mismos conceptos de verguenza que el resto de las mujeres.

-estoy bien, pero deja de zarandearme!!- pidió antes de que continuara hablando, solo para notar que su odio hacia si misma había aumentado considerablemente, pero sus preguntos me hicieron entender que ella estaba en otra inda de pensamientos que la mía.

Aprovechando que lo soltó dio unos pasos para atrás -Calma mujer, te dije ya que estaba bien, tienes la mano abierta así que 5 dedos- respondió en rápida sucesión para evitar cualquier traba o pausa que le haga pensar en algún tipo de trauma.

-Escucha no se que te esta pasando ni porque te estas odiando tanto a ti mismo, la razón por la que estaba nervioso es porque norma de conducta habitual las mujeres tienen a ser sensible en a todo lo que el sexo opuesto considera erótico, un ejemplo son los pechos, en mi caso el toque accidental podría fácilmente considerarse un acto de perversión y acoso sexual ambas cosas son mal vistas es por eso que en el acto la parte ofendida tiende a atacar al ofensor sin importar que haya sido intencional o no ¿Entiendes?-

Intenté dar mi mejor explicación sobre lo que estaba ocurriendo en un lenguaje que en caso de ser un alíen con diferente cultura podría llegar a entender a la perfección sin mas explicaciones

-¿Por este par de exceso de grasas?-Le preguntó, dejando que en su faz se mostrase el desconcierto. Ella no poseía el cuerpo ideal que resultaba atractivo a los hombres, pero en cualquier caso sabía distinguir un accidente de un acto claramente premeditado. Ni siquiera pensó que tal vez el chico había parado su caída porque se había colocado bajo ella para mirar con detenimiento la ropa interior que llevaba bajo la falda del uniforme escolar, ¿Para qué?-¿Con que clase de mujeres estás acostumbrado a tratar, chico?-Inquirió asustada, imaginando que ese chico debería provenir de algún tipo de sociedad matriarcal, como aquella que englobaban a las criaturas de ficción, los drows, que vivían sometidos a los caprichos sexuales de sus hembras y líderes. Le preocupaba, aunque ella no era quien para contravenir los deseos de las féminas de su especie, fuese la que fuese, pero tal grado de sumisión estaba claro que a él le habían provocado una marca difícil de borrar, a juzgar por el miedo que había mostrado en una primera instancia. ¿Tan feroz parecía su aspecto? Ruby se había considerado siempre mansa, pero al parecer esa no era la imagen que daba ni por asomo. En algún lugar había leido que el color rojo simbolizaba el fuego, pero también decían que las pelirrojas tenían mal carácter, algo poco habitual teniendo en cuenta que ella era inofensiva-No voy a golpearte por eso, ni siquiera estoy molesta. Ha sido un accidente, ¿Querrías pegarme si yo te tocase el trasero?-Una frase un poco violenta, pero sin embargo la demonio no pudo encontrar un ejemplo mejor. Aguardó, paciente.

En ese momento cuando llamó a sus seno un par de exceso de grasas su cerebro grito AAAALTO!! QUEEE!! WTF!!! luego el nivel de odio hacia su mismo aumento NO PUEDO CREERLO!! la chica estaba totalmente acomplejada por el tamaño de sus senos, tenía que admitir que en verdad eran grandes un poco excesivos pero era imposible no sentirse atraido por ellos a menos que te gusten lo pechos pequeños.

-Primero que nada nunca llames a tus pechos excesos de grasa, tienes razón porque están hechos con tejido adiposo, pero no necesariamente son malas, verás la mayoría de los hombre y algunas mujeres, se sienten atraídos por mujeres como tu que tienen grandes pechos, y muchas otra desean tener pechos grandes para así verse atractivas, y si me disculpa el atrevimiento le aseguro que tiene una figura que muchos de los hombres fantasean- No podía creer que acabara de decirle a una mujer que tenía buenos pechos y que es por eso que muchos se sienten atraídos por ella nada mas que por su figura, pero por ahora estaba bien pero esperaba que no le vuelva por detrás a morderlo en el trasero.

-En cuanto a las razas redondeo a todas ellas, solamente las sucubos y aquellas que no tienen problema con ese tipo de contacto o que no lo perciben como algo malo actúan de forma agresiva, aparentemente entras en esa clase, en cuanto a lo de tocarme el asunto no funciona así, ¿Como lo explico? ... el acoso sexual se ve diferente debido dependiendo de la ocasión, si un hombre le toca el trasero a una mujer es acoso, fin de la discución y puede terminar preso, pero su una mujer le toca el trasero al un hombre esto es visto como que la mujer esta interesada a nivel sexual por el hombre y este por sus instintos siempre esta con deseo de procrear, si ella quiere, el quiere, no hay problema, así que si me tocas el trasero me sentiría alagado por ser considerado atractivo sexualmente, pero si en lugar de ser mujer fueras un hombre en ese caso tendría el derecho de golpearte por acoso sexual, así que como ves todo pasa por intereses personales, preferencias y en que dirección va-

Las posibilidades que ella se sienta atraída hacia mi eran bajas mas que nada por su propia baja autoestima, tal vez pueda convencerla de que salga conmigo para levantar su animo, que se quiera quedar conmigo o no solo sería secundario

-¿Acaso no lo son?-Le repitió ella-Tú mismo lo has dicho. Además, son grandes en exceso, es porque como demasiado y no hago ejercicio. ¿Mi figura?-Lo miró con incredulidad, como si estuviese loco, y comprendió que únicamente estaba compadeciéndose de ella a fin de evitar que entrase en algún tipo de llantina de mujer. Hizo un mohín, tapándose la cara con el brazo y mirando hacia un lado con gesto depresivo-¡Déjalo!¡Tus consuelos son inútiles! ¡Ha sido una larga tradición en mi familia centrarse más en el cultivo del interior más que en el exterior! Me siento como una empresaria retirada en mitad de una fructífera negociación, pido disculpas por ello. Lo único que tengo para estar orgullosa es mi virtud. He vivido mucho tiempo, vengo de una familia cultivada y valerosa, y soy una defensora de los contratos fieles. Pero sin embargo no soy capaz de tener ese atractivo que tanto llama la atención, ¡Mira!-Dijo de forma ahogada. Extendió su brazo hacia un lado, mientras tiraba de la piel de este-¡Mi piel es fofa y flácida!¡Soy un adefesio estético!¡Estoy demasiado gorda!...¿Eh?-¿Acoso sexual? ¿Qué se había perdido? ¿Súcubos? ¿Golpes? ¿Sadomasoquismo? No entendía muy bien sus palabras, ni siquiera si le estaba proponiendo algo o no, estaba un poco confusa y aturdida después de su pequeña escenita de histerismo, tanto que se seguía sintiendo en la obligación de compensarle de alguna manera por haberle hecho daño, aunque hubiese sido de forma involuntaria. Ruby sabía que en la ley de la gravedad no había nada de involuntario: Si pesas, te caes, así de simple-No entiendo a dónde quieres llegar a parar-Le replicó, frunciendo el entrecejo con gesto inocente. Ese chico hablaba mucho, más que ella incluso, y sin embargo, pese a su excelso vocabulario, no atinaba a darle una respuesta pues el tema del que hablaba era desconocido para ella. Si al menos hubiese sacado a colación algo sobre economía o guerras, habría sabido defenderse, sin embargo su inexperiencia no le permitía más que esbozar muecas de desconcierto y frustración.

Su ojo izquierdo empezó a tener un tick nervioso ante lo que estaba escuchando, no solo le estaba haciendo toda una obra de teatro con llanto y todo, no entendía lo que le estaba diciendo porque estaba convencida de que era fea fofa, etc. no eran pocas las ganas que tenía de sacar mis guantes de combate y golpearla hasta el cansancio para hacerla escuchar, recurrió a toda su paciencia y voluntad para escuchar a esa vocecita que decía que la violencia no es la respuesta y bla, bla, bla

-En pocas palabras, eres extremadamente atractiva físicamente, quien diga que eres fea es por celos, tu tienes ese atractivo ¿Quieres una prueba?-

Suplicaba para mis adentro que no me termine matando por eso pero se tenía que hacer de una forma u otra, por lo menos iría preparando para salir disparado ente la mínimo indicio de agresividad porque gentilmente la tomo del mentón para poder besarla, no un beso de roce, uno con total intención por unos buenos 10 segundos antes de liberar su rostro y alejarme un poco.

-Si fueras fea ¿haría algo así?-

Hora de la verdad si moría o no, desconociendo las habilidades de la pelirroja se había mandado de cabeza a una situación peligrosa

OFF: Lamento la demora, tenía un bloqueo y lo que dijo ruby me terminaba exasperando demasiado como para responder