Lyall IDs {en construcción}

La primera imagen que demuestra Lyall es la de la fragilidad. Todo en ella inspira delicadeza, incapacidad... Y es que estar postrada en una odiosa silla de ruedas, realmente no ayuda a demostrar autonomía e independencia. De corta estatura, su crecimiento se vio afectado por un accidente de su infancia, dejando sus piernas inertes y torcidas. De figura poco definida, pareciendo más la de una niña que la de una adolescente. Carece de busto y de curvas en su fisionomía, de por sí delgada y ligera. Vientre plano, manos regordetas y torpes, y extremidades inferiores dobladas de forma antinatural mas si llegar a un punto excesivo. Tez pálida, rozando lo enfermizo a causa de sus constantes fiebres, que parecen haber quedado en el pasado mas dejado su marca en su piel por siempre. Nariz recta, pequeña y ligeramente respingona. Labios suaves, finos, siempre curvados en una sonrisa tímida, inocente o infantil. Sus cejas le enmarcan sus grandes orbes.

Cabellos de color violetas, más claros en la coronilla y oscuros en las puntas. Sus mechones caen desordenados, sin control alguno por los laterales, así como el flequillo le oculta la mayor parte de la frente. Enrevesados por naturaleza, peinarlos es una tarea dolorosa por las mañanas. Como agarre, suele emplear dos lazos de color naranja rojizo a ambos lados del rostro, apartando así dos mechones que le impidirían la visión si los dejara libres. Orbes grandes, de color magenta violáceo como su cabellera, que representan lo que ella desea que se vea. Su mirada transforma sus deseos en un libro abierto, completando su fachada de muchacha inocente. Pestañas de tamaño estándar, complementan sus facciones infantiles. Siempre se la ve con un peluche de conejo allá a donde vaya.

Se trata de un muñeco de cabeza más grande que el resto de su cuerpo, de un color beige o café según la luz que lo ilumine, con dos enormes orejas a ambos lados de la cabeza. Posee un ojo rojizo como la sangre, y carece de izquierdo, quedando una especie de cicatriz en cruz en el mismo. Por mucho que la muchacha siempre lo trate de coser, al conejo siempre se le termina cayendo tarde o temprano el orbe. El nombre del muñeco es "Ikko", puesto que le fue dada esa denominación por su hermano pequeño cuando trataba de decir "conejo" en coreano.

Respecto al sello de su hogar, lo lleva en la parte de atrás de su silla de ruedas, la cual es de una tonalidad blanquecina, con los bordes marrones, y en el pecho de su fiel compañero Ikko.

Como cabe esperar de su raza, Lyall adopta durante las fases lunares la apariencia de un lobo de pelahe oscuro, de extremidades finas y constitución delgada, no destacando su musculatura o tamaño. A primera vista, es una tarea imposible diferenciar a este animal de uno cualquiera de los de su especie. Misteriosamente, cuando se transforma recupera la capacidad de moverse, siendo una curiosidad que ningún experto ha podido explicar a través de los años.

Spoiler:

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