Nació hace diecisiete años como la segunda y última hija del matrimonio Enoshima. Fue criada bajo el seno de una familia de clase medio-alta, con padres que se preocupaban por el pleno bienestar de sus hijos. El primero en nacer fue Luke, seguido por Azuma, y la notable diferencia de sus nombres se debe a que él nació cuatro años antes que la menor, cuando la familia vivía en Inglaterra, donde había vivido siempre su madre hasta que, dos años luego del nacimiento de su primogénito, se mudaron a Japón, donde residía su padre y el resto de su familia. Allí nació la segunda hija, una adorable y hermosa niña de enormes ojos azules y bellos cabellos dorados.

Ambos padres tenían un trabajo estable, lo que permitía que sus hijos obtuvieran una buena educación y pudieran tomarse ciertos gustos. Además, desde muy pequeña, la madre de Azuma quería introducirla a la danza clásica y todo deporte bonito y femenino que se le ocurriese, cosa que a la niña no le agradaba, pero sin embargo siempre aceptaba, por su madre.

Eran de una familia católica, así que, al acabar su educación primaria, fue enviada a un horrible instituto sólo para niñas, donde pasaba prácticamente todo el día encerrada. No tendría mas de trece años cuando descubrió que sentía atracción por las demás chicas, a veces mas incluso que por hombres, pero se consideró bisexual desde entonces, aunque debió ocultar ésto o sus padres probablemente la matarían.

A los quince logró convencer a sus padres de abandonar ese instituto e ir a una secundaria normal, asegurando que tendría buenas notas y demás tonterías que creyeron sin dudar, y no pasó mucho tiempo cuando un fotógrafo la 'descubrió' mientras ella hacía un papel pequeño en una obra de teatro. Desde entonces ha trabajado como modelo, algo que le gusta mucho pues puede tener su propio dinero ganado por ella misma para gastarlo como se le antoje.

Sin embargo, la 'felicidad' no le duró mucho. Había participado en una pasarela para una marca un tanto nueva destinada mayormente a adolescentes y le habían ofrecido una buena paga, así que aceptó sin dudarlo. Todo salió bien, había bastantes personas y a todos pareció gustarle, pero el problema vino luego de finalizar, cuando esperaba a algún taxi para regresar a casa, pues ya era de noche y su madre insistía en que era peligroso, pero jamas le había dado demasiada importancia, no hasta ese momento. Un muchacho que tendría unos veinticinco años o poco menos se acercó a la chica de dieciséis, como salido de la nada, y le ofreció llevarla a casa; oferta que 'Neyn' -como hace llamarse desde siempre en su trabajo, para ser mas discreta- rechazó, no era tan estúpida como para aceptar ir con un desconocido. Pero luego presenció horrorizada cómo aquel tipo se iba encorvando cada vez mas, hasta el punto de quedar en cuatro patas, y le iba saliendo una cola, garras, hocico, y demás, hasta verse parada justo en frente de un lobo. No entendía nada, pero optó por lo mas común: Echarse a correr, en un nulo intento por escaparse.

Fue encontrada a los pocos minutos por dos hombres que la habían oído gritar y acudieron en seguida, y la llevaron a un hospital. Cuando recuperó la consciencia, sus padres estaban allí. Le dijeron que había sido atacada por un animal, pero que había escapado cuando los hombres se aproximaron, pero ella sabía que no era un animal, no uno normal. Había perdido bastante sangre así que debió quedarse en el hospital un par de días para mas seguridad, pero sus heridas sanaron mas rápido de lo que se hubiera esperado.

Esa misma noche descubrió su 'condición' de mala forma, pues fue una transformación involuntaria que acabó destrozando toda la sala donde estaba, e incluso intentó atacar al personal de allí, hasta que la sedaron y encerraron toda la noche. No volvió en sí hasta pasado el mediodía, sólo para encontrarse con que estaba en una especie de caja o jaula, y una mujer observándola desde afuera. Estaba asustada, ¿para qué mentir? y la mujer -de unos cincuenta años calculó ella- se acercó a donde estaba y comenzó a hablarle. Azuma no tenía idea de quién era, pero la mujer sí parecía conocerla a ella. Le habló sobre lo que le había pasado y sobre lo que era ahora, además le dijo que ella era una maga, y que estaba allí para contarle eso y enviarla a Jikan, para que no dañase a su familia ni a nadie mas. Por supuesto que ella no quería eso, pero tampoco quería irse lejos a no sabía dónde y volverlos a ver no sabe cuando. Fue un tanto difícil para ella.

Acabó por aceptar con poca gana la idea de ir a Jikan, aunque no tan preocupada por sus padres, sabía que así estarían mejor e iban a regresar, además de que le emocionaba la idea de ver gente nueva y, por si fuera poco, criaturas como parecía ser ella ahora. En la ciudad todos creen que se fue de intercambio o a Inglaterra o a quien sabe donde, mientras que ella lleva ya un año en esta extraña escuela, donde ha sido asignada a la 'casa Dracheart', además de recibir un huevo -que ya es dragón por supuesto- y uno de sus mejores amigos según asegura ella; le tiene mucho cariño.