Obsesión.

Era una sensación extraña, sí,  se podría decir de esa manera. Una de las grandes cualidades que tenía Chizuru era el hecho de que era muy extrovertida y se le facilitaba entablar una conversación, aunque la situación no se basaba en palabras si se trataba de alguien que a ella le gustara pero en este caso en específico, con el joven a su lado se sintió un poco confundida. No sentía nada especial por el rubio, aunque era innegable la fascinación que le tenía y el nerviosismo que sutilmente iba dominándola…o ¿Quizás sí sentía algo más que fascinación?  Uhm no pasaba más que de ser un interés, ah ni sabía lo que era, no estaba acostumbrada que alguien del sexo opuesto se viera tan pacífico y calmado ante su presencia, no mostraba signos de estar ruborizado por la ropa ceñida que llevaba ni nervioso por sus facciones finas… ¿Se había topado con alguien que no notaba su presencia? Era un reto, era imperdonable que la vieran como una chica común y que pasaba desapercibido, sin embargo, no se preocuparía por eso ahora.

Se limitó a ver a Vincent contestar sus anteriores preguntas, todas acompañadas de una sonrisa que nadie borraba, una sonrisa muy amable y natural aunque al verla imitar a una arañita, éste no evitó dejar al aire una ligera carcajada a lo cual ella hizo un corto puchero que luego cambió por una sonrisa infantil. Su respuesta respecto a las arañas fue bastante inteligente pero de todas maneras no se aplicaba a ella, sentía que las cosas más diminutas eran las que podrían hacerte más daño porque difícilmente podrías verlas y en este caso atraparlas.

Uhm ahora que lo recordaba, nunca supo de qué año era este muchacho ni de qué casa era, ¿O no había escuchado? Imposible, no podría haber obviado datos tan importantes, definitivamente no era de Dracheart  ya que no lo había visto por los pasillos o con un dragón en su posesión, incógnita que por coincidencia se contestaría por su parte. - ¿Ha-Haradrim?- No sabía cómo reaccionar o qué gesto hacer, había olvidado un detalle más que importante…bajó su mirada para ver de reojo que efectivamente el uniforme que llevaba puesto el muchacho era de color verde, qué despistada pudo ser para no darse cuenta del color de su uniforme, había estado tan concentrada en las arañas, los bonitos ojos que tenía el muchacho y en sí la conversación que se había olvidado fijarse en el uniforme. No tenía nada en contra de los alumnos de Haradrim, sin embargo, esa casa no tenía tan buena reputación además de que había ser muy cuidadosos al tratar con ellos. Ahora era bastante lógico el por qué era tan amable y calmo, esa es la primera impresión que se recibe de un estudiante de tal casa, no podía meter a todos en un mismo saco pero hasta el momento todo coincidía con el clásico estereotipo que se tiene de esa casa.

También pudo entender por qué no provocaba nada en aquel muchacho, era mayor que ella, sus “encantos naturales” sólo seducían de cierta manera a muchachos menores que ella sin que hiciese esfuerzo alguno o al menos lo hacían evidente personas menores que ella, pero siendo de esa casa y universitario era comprensible que no se viera afectado en lo más mínimo. –Supongo que ya sabes de qué casa soy…- Sonrió un poco nerviosa, tomando su propio lazo rojo que daba a entender que era de Dracheart, no sabía cómo iba a reaccionar Vincent, ¿Mostraría su verdadera cara? Claro, si es que la tenía, o ¿Le daría igual? Era estúpido pensar en las rivalidades entre casas pero no podía confiarse tan fácilmente. –EHHH…y y tu mascota… ¿Dónde está?...- A poco y se había olvidado de que los Haradrim tenían una serpiente de mascota, ugh, una serpiente era casi tan espeluznante como una araña, el saber de qué casa pertenecía, había cambiado toda la perspectiva que tenía sobre él, no de buena ni mala manera pero si de una forma muy confusa. No sabía si se iba a sentir ofendido por el miedo que dejaba verse en Chizuru o si lo iba a disfrutar, en ese momento solo tenía miedo de que su mascota se apareciese al lado de ella o peor aun tocándola.