|Ganymede's ID|

Ganymedes fue renombrado desde antaño por su singular belleza, rasgos femeninos y constitución delgada, además de piel suave y terciopelada como la de cualquier mujer, sin duda, Ganymede podría ser pasado por una muchacha, mas hay rasgos únicos que impiden que este hecho sea pasado tan a la ligera. En cuanto a su altura roza fácilmente los metro setenta y cinco, de peso liviano, sin superar los cuarenta y cinco kilos, carece de músculos, pues nunca fue un muchacho realmente bueno por ese tipo de actividades físicas. En cuanto a sus cabellos, poseen un hermoso color dorado, largos hasta la cintura y adornados con unos cuantos hilos con perlas parecidas lágrimas que cuelgan de este sin problema alguno.  Ojos de un hermoso color azules como si del cielo se tratara. A pesar, posee piel es pálida, blanca sin llegar a parecer enfermiza y sin marca alguna en ella, menos el signo que se le impuso como miembro de Dracheart. Lo más usual es verle vestir indumentarios claros, aunque claramente, siempre lleva puesto su uniforma cuando es el momento debido, a pesar no ser de su agrado. Finalmente, aquello que su faz pueda expresar, básicamente son sus reales sentimientos, aun sus suaves y afeminadas facciones, tanto la felicidad como la rabia, odio o esperanza, todo ello es bien dibujado en su rostro.

Spoiler:

Para empezar, sería necesario destacar el orgullo de este Shikigami, desconfiado hasta el punto de no creer en las palabras de un dios, ser que por ley natural no miente. Completamente desconfiado, teniendo que asegurarse por medios propios que las cosas son así y no tienen otra solución, persistente hasta cierto punto que seguiría intentándolo una y otra vez aunque el resultado sea el mismo. Esta misma determinación hace que una vez ya seguro de algo, se rehúse a la idea de intentarlo una vez más, llamando a aquél tan persistente que continúe diciendo que si hay manera, como un ser estúpido, vulgar y aburrido.

Aburrimiento, desacuerdo o cualquier otro sentimiento que se cruce por su mente será lo que dirá. Llegando así a ser alguien realmente franco con sus sentimientos y sus ideas, aunque con sus palabras pueda herir a alguien. Aun así, Ganymede se mantiene en un constante comportamiento tranquilo, demostrando su falta de cordura y franqueza solo en situaciones molestas, o cuando alguien se empeña en suscribir sus ideales e ignorarle completamente, siendo este último algo que jamás dejaría pasar tan a la ligera. Poseedor de un gran ingenio y a su vez miedo a la inmortalidad, pues pasó del temer la muerte a temer mucho más el no pasar del tiempo, pues significaría un constante aburrimiento. Dada su posición como inmortal, llegó incluso a intentar poner fin a su propia vida, siendo estos "juegos" ya nada más que eso: formas de matar un tiempo ilimitado. Además, el cinismo es otro adjetivo que le pega a la perfección, pues Ganymede es un ser totalmente desvergonzado en cuanto a proteger sus propios razonamientos se hable.

En definitiva. El aburrimiento es el mayor problema de este peculiar muchacho que simplemente se cree capaz de hacer lo que quiera, metiéndose incluso en contra de los mismísimos dioses para conseguirlo. Poseedor de un gran orgullo que le impide decir abiertamente sus sentimientos a las personas que realmente aprecia y son algo así como un "ídolo" para él. Llegando a ser estas personas hasta ahora sus padres y hermanos. En situaciones puede demostrar una gran melancolía recordando como era su mundo y aunque odie a los dioses, de cierta forma siente admiración hacia ellos, llegando de esa forma a ser catalogado por ingenuo ante todos esos seres superiores.  

La infancia de Ganymede transcurrió lejos de esas leyendas, aunque nunca dudó que esos seres realmente existieran, de hecho, tenía una indudable devoción hacia ellos, sobretodo hacia Apolo, el dios del sol, alguien fuertemente relacionado con Zeus. Pero empecemos, Ganymede nació en un pueblo lejano, hacía ya muchos años, en algún lejano lugar del mediterráneo, en una ciudad llamada Troya. El rey construyó aquella gran ciudad, en un peculiar lugar, estaba repleta de oro, plata y joyas. Fue creada entre dos ríos, uno es frío, con agua de las montañas, mientras que el otro tiene agua caliente, cerca del océano. Ganymede fue el tercer hijo menor de aquél rey, el príncipe de Troya, el más hermoso de ellos y amado incluso por los dioses. El padre del muchacho temía que Zeus decidiera tomar a su hijo en la fiesta de su cumpleaños y eso pasó, antes de que pudiera alejarse y hacer algo para protegerse y aunque en sus brazos reposaba la daga que su hermano mayor le había conferido... Apolo apareció, abrazó a Ganymedes y ante sus ojos mató a su querido hermano mayor. El muchacho fue incapaz de moverse y aun así, recordaría toda su vida las palabras de aquél dios que tanto había respetado.



Ganymede despertó en un jardín donde el sol jamás aparecía, un hermoso lugar lleno de flores blancas sin un fin, sin una muerte y con un cielo oscuro y con estrellas. Un hermoso jardín bajo el poder de Apolo, el dios le dijo que no había fin para ese jardín, que un dios jamás miente... Pero aun así Ganymede tuvo esperanza y caminó sin sosiego... todo era endemoniada-mente hermoso y aun así, tan horriblemente aburrido. Los minutos pasaron, días, meses, años, siglos y finalmente milenios... era todo tan aburrido que el miedo a la muerte había desaparecido en el instante, acumulado por el miedo de no poder pasar el tiempo. Apolo seguía visitándolo, incluso vio el descenso de un dios como Zeus al jardín, estando a punto de colapsar ante su poder... Aun así, un día Apolo le ofreció un trato, le dejaría bajar a tierra, en una curiosa academia, sería su juguete, se divertiría observando sus avances... hasta el momento de volver, pues Zeus se había "afeccionado" a su persona. Aun así, necesitaba convertirle en un ser capaz de sobrevivir durante mucho, mucho, mucho tiempo... Un Shikigami.

Fue así como por un deseo infantil del dios del sol fue empujado desde el monte olimpo, desde aquél peculiar jardín a la tierra firme. Cuando despertó, estaba a puertas de la dichosa academia Jikan, al parecer, Hades o Poseidón le habían preparado ya todo... Ganymede no serviría más que un espectáculo para romper el aburrimiento divino, cosa que, desde el primer momento refutó y aun así... se vio obligado a ingresar, a escuchar todas las estúpidas normas de aquél lugar y finalmente a cuidar una mascota que se le fue ofrecida. Todo el mundo, era realmente feo, nada comparaba la belleza de aquél jardín, de aquella estrellada noche y el suelo blanco tapado con inmortales y albinas flores.