+ Frost + Demonio de Hielo

Belial Adalrik Teufel

► Nombres y Apellidos: Belial Adalrik Teufel
► Edad: 1713 años reales / 25 años aparentes
► Sexo: Masculino
► Orientación Sexual: Heterosexual
► Raza: Demonio
► Asignatura: Música
► Oficio: Músico

Descripciones

► Descripción Física: Es imposible describir a Belial Adalrik desde un punto de partida diferente al más trascendental, aquel que ilumina su rostro de una manera particular para muchos, el cual no es nada más ni nada menos que su par de orbes de color rojo vivo, no comparables a la sangre sino tal vez al fuego, o a la ira misma. Un color imponente, único, con oscuridad no relacionada a la melancolía, sino a la violencia.

En cuanto la atención es capaz de desviarse parcialmente hacia otras de sus facciones, ignorando sus ya imponentes ojos temerarios, se encuentra en primera instancia con su cabello rubio, abundante y de considerable longitud, que con facilidad cubre los clásicos cuernos que adornan a su raza (o, precisamente, los restos de ellos). De una apariencia brillante y cuidada, siempre denotado por la pulcritud. Finalmente su rostro no encuentra envidia en otros, siendo marcado por finas facciones que aunque pueden presentarse como suaves y agradables, no dejan de ser masculinas.

Después consideramos su contextura, tal vez la imagen más arraigada de cualquier ser vivo. Una estatura de 1.87 m, la cual no es la más imponente, mas sin embargo es indudablemente considerable. A grandes rasgos su figura es medianamente delgada, algo tonificada pero no particularmente marcada. Su piel es pálida, inmaculada, sin ningún tipo de marca o cicatriz, presentándose como testigo implícito del pasar de los años.

► Descripción Psicológica: Belial Adalrik no se trata de un demonio particularmente despiadado, particularmente malhumorado, terco o travieso. Pero ello no le hace un ser menos oscuro. En principio existe una característica sobresaliente, la cual es su infinita curiosidad. Es un hombre ácido, frío, que no duda un segundo en utilizar a quien necesite para lograr sus objetivos, y saciar su sed de conocimiento. Le agrada manipular a los seres a su alrededor de una manera imperceptible, apelando a su autoridad y avanzado poder de convencimiento.

No se trata de un ser serio, pero tampoco es el más alegre. Es una persona alterada y serena a la vez, siendo capaz de balancear ambas cualidades presuntamente opuestas en armonía. En primer lugar hallamos su serenidad cuando docente y fuera de sus actividades académicas denotada por su casi inquebrantable paciencia, donde no le es costoso entretenerse, esperar o escuchar sin alterarse a alguna alma en tal estado. Su andar por el mundo es despreocupado, y no realiza actividades más allá de su poder sin ningún tipo de ansiedad. Posteriormente hallamos a un demonio problemático como cualquiera, dispuesto a apelar a argumentos ácidos y a la violencia en cualquier instante que lo amerite, sin remordimiento o ansiedad alguna. Es una persona de impulsos simples, dedicado a responder efectivamente a cada uno de ellos, sin importar su naturaleza.

Pero por sobre todo, es una persona apasionada.

Sus ojos no denotan fuego, pero el caso sí puede relacionarse con la pasión. Se trata de un ser que por sobre muchos es dedicado a su principal habilidad, la música, y a pesar de que con frecuencia enmascare sus intenciones con planes elaborados, que por lo general se marcan de amargura y una disposición antisocial, es un hecho evidente que no es de su desagrado enseñar música, bajo unas intenciones no precisamente evidentes (no es que sus objetivos se aparten de la oscuridad, sin embargo su propia condición de demonio le hace propenso a "exagerar" su propia oscuridad y sus intenciones principales no necesariamente negativas). Lo mismo ocurre en el ámbito natural, donde a pesar de su retorcida aspiración de control sobre la misma, y todos quienes la conforman, aquello no es más que una justificación para la gran pasión que presenta ante la inmensidad natural, escenarios que diariamente y bajo la vista de ninguno se dedica a admirar.

De manera más expresa, y alejándonos de la complejidad de su pensamiento (que si bien es importante no es aquello que expresa hacia el exterior con frecuencia), observamos a un hombre de orbes rojizos pero congelados, fríos como la más oscura y helada noche de invierno. De una actitud imponente, nervios de acero y temor inexistente. Porque es mucho lo que ha vivido, y es poco lo que le llega a sorprender, y es poco lo que llega a iluminar esos ojos que más que al hielo se equiparan al diamante, más allá de la música.

Historia

Ah, Belial, un nombre que no solo retumba en los oídos de muchos en armonía con las palabras "corrupción" y "ganancia", sino que en 1713 años de existencia, cuenta con bastante que contar. No es imperativo describir cada detalle, ya que hacerlo simplemente llegaría a extenderse injustificadamente, por lo que me limitaré a expresar a grandes rasgos de quien se trata, y cómo ha llegado al lugar donde se encuentra.

Un demonio como cualquier otro, con las mismas actitudes y capacidades. Un demonio como cualquier otro pero a la vez como ninguno, ya que como los seres humanos, los demonios también cuentan con su propia individualidad. De familiares inciertos como cualquier demonio en el infierno creció, rodeado del fuego, la maldad y de seres afines. Desde sus inicios le fue enseñado el odio y el engaño, particularmente enfocado hacia los ángeles, sus peores enemigos, y Belial, como obediente alumno que siempre destacó, aprendió al pie de la letra cada uno de los textos satánicos. Ejemplar alumno, estóico y crudo como ninguno, que con disposición entera se enfocó desde siempre en causar estragos en el mundo humano sin ningún remordimiento, siempre dispuesto a invitar a sus víctimas a conocer el verdadero significado del infierno.

Y así como en el mundo humano aquel que logra destacar por encima de los otros es aquel que con infinita pasión ejerce su específica labor, tal vez pasión pura, o tal vez pasión corrupta, lo mismo es capaz de reflejarse en los demonios. Belial es un hombre apasionado, enfermo por sus propias aspiraciones, quien desde el inicio de su tiempo destacó por su persuasión, pasión por conseguir sus objetivos e infinita crudeza al hacerlo, aún por encima de otros demonios. Exploraba el mundo humano con frecuencia, amoldaba las reglas demoníacas a su antojo, y sus travesuras tanto con humanos como con otros demonios e incluso ángeles eran interminables. Se encontró con una infinitud de seres diferentes y de todos ellos aprendió. En particular, de los músicos.

En sus incontables viajes a la tierra divisaba con frecuencia a almas patéticas generar sonidos con distintos objetos, sonidos en ocasiones agradables, en ocasiones desagradables, en ocasiones majestuosos y en ocasiones patéticos. Con el tiempo y bajo su interminable naturaleza entrometida se atrevió a observarles, y con los años empapándose del conocimiento necesario para comenzar a generar sus propias melodías. Y ambicioso como Belial existen pocos, sin duda alguna, porque en cuanto tuvo un instrumento en sus manos juró convertirse en el maldito mejor músico de todos los tiempos.

Pero sería osado indicar que un demonio, con todo lo que aquello involucra, simplemente se decidió a tomar un instrumento por mera curiosidad inofensiva; no, ello simplemente no podría considerarse en un demonio. Belial en su negativa inteligencia y agudeza fue capaz de percibir en la música aquello que es evidente y que desde un principio buscó explotar; la percepción. La música es una gran fuerza, un gran poder que no genera perturbaciones físicas ni psicológicas evidentes, sin embargo, su influencia es significativa. Sus mensajes mueven masas, y su influencia de una u otra manera forja incluso personalidades (¿Te has preguntado acaso, por qué quienes escuchan un cierto tipo de música suelen tener pensamientos y gustos similares?), y sin duda alguna, siendo consciente de aquello, Belial buscó hacerse con ese poder, influenciar a otros, mover masas a su beneficio de una manera elegante, imperceptible, como manipulando con cuerdas invisibles y para nada incómodas.

Y es que Belial es un hombre osado, ambicioso, que desde entonces se enfoca en generar con la música aquella influencia que aspira con toda su pútrida alma, porque el control de las almas débiles es su centro, y al parecer siempre lo será. En todos los años que ha practicado, más que muchísimas almas, tal vez todas, ha indicado una gran mejoría, y una peligrosa cercanía a aquello que es lo que realmente aspira.

Pero hace poco ocurrió un suceso que le dio un vuelco a su vida, y reformuló ligeramente su pensamiento.

Solo fue un aro insignificante, que en una de sus agraciadas visitas a los seres humanos le llevó a un lugar que nunca antes habría imaginado. Un aro de utopía, un aro de ensueño, o pesadilla. Por mera casualidad le halló, y al atravesarlo, víctima principalmente de la curiosidad, se halló en un mundo totalmente diferente, un mundo donde las criaturas sobrenaturales afloran, y buscan de una manera desesperada de ejercer el control absoluto por la raza inferior (los seres humanos) enmascarados por la fuerza del conocimiento. Patético, sin duda alguna, pero algo que invitó a Belial a involucrarse, por sus propias razones, ¿y de qué mejor manera que enseñando aquello en lo que es tan experto?

Su ingreso a la secundaria sobrenatural fue relativamente sencillo, contando con su gran habilidad musical casi inequiparable, y lejana de los defectos de los músicos comunes. Se forjó un nuevo nombre que facilitara un relativo anonimato, "Adalrik Teufel", y en la actualidad se dedica a compartir su conocimiento, bajo objetivos presuntamente inofensivos. Sus aspiraciones siguen latentes, pero particularmente altercadas por su situación actual. Belial no es un hombre asustadizo, tal vez, su valentía es envidiable, por lo que no es raro que, en algún momento, llegue a revelar de una manera contundente sus verdaderos objetivos en aquel lugar, que explora día a día con detenimiento.

Otros Datos

► Poderes: Más allá de las habilidades básicas de los demonios (fuerza particular, relativa inmortalidad, entre otras) Belial Adalrik marca su existencia en los lugares que cruza por su particular don, desarrollado en su milenaria existencia con ahínco.

Partitura Zero: Es la capacidad de influenciar de una manera más significativa a los seres que son capaces de escuchar su música, agudizando las emociones que la música normalmente es capaz de evocar en cada ser, ya sea positiva, o negativamente. Dependiendo de la partitura, la experiencia milenaria de Belial Adalrik en el arte de la música le ha llevado a generar melodías emocionantes de una manera casi utópica, casi sobrenatural.

Sin embargo, aquello ocurre con las partituras compuestas por otros, ya que cuando se trata de una partitura creada por él, la verdadera habilidad de "Partitura Zero" se hace evidente.

"Frost" es el nombre que le ha brindado a su composición más elaborada, su orgullo, y sin duda la más letal. Su mera escucha por parte de cualquier ser (aparte de él, por supuesto) le brinda un destino oscuro, a hundirse en un estado de cognisción alterada de variación variable, donde el fatalismo y la depresión toman protagonismo, a la vez que una tremenda sensación de enfermedad y frío, como si de un invierno azotado por imponentes ventiscas se tratase. Es bastante útil a nivel de control de masas, debido a que afecta a todo quien llegue a escucharle, y su influencia se intensifica cuando se trata de víctimas que escuchan sus melodías con detenimiento.

En la actualidad busca componer canciones perfectas como Frost, en donde otro tipo de efectos se hallen efectivos. Sin embargo, es un proceso largo, demandante de tal vez otros mil años.

► Debilidades: La falla básica de Frost es el mero hecho de que para que tenga efecto debe de ser perfectamente ejecutada. Sin interrupción, sin una nota mal ejecutada, sin un solo fallo de tempo. Esto le hace una habilidad inútil en combate, ya que requiere de una enorme concentración que difícilmente se adquiere en situaciones de riesgo. Su duración, a su vez, fluctúa según la víctima, pero no suele durar más de 15 minutos (unos cuatro posts on-rol).

A niveles generales su habilidad natural "Partitura Zero" presenta una limitación, y es que como toda pieza se halla influenciada por el humor y los sentimientos de su ejecutor. Para una funcionalidad al 100% Belial Adalrik debe de centrarse en, o negar sus sentimientos completamente, o enfocarse en uno específico, que se relacione al efecto que desea inspirar. Aquello, sin duda alguna, es una labor complicada.

► Código: Jikan

Creado por Frozen •