Recuperando Viejas Costumbres

por **Makoto Nanaya** Lun Jul 29, 2013 6:10 pm

Makoto Nanaya se había convertido una vez más en estudiante, algo que desde luego no esperaba pero no podía negar que en cierto modo le agradaba bastante pues sus mejores años fueron los de "instituto", cuando estuvo en la academia militar junto a sus mejores amigas Tsubaki Yayoi y Noel Vermillion. ¿Por qué fue su mejor época? Porque fue la primera vez que no se sintió totalmente despreciada y marginada por quienes le rodeaban, la primera vez que realmente tuvo amigos y cuando su estilo de vida cambió completamente de ser una loca agresiva a sencillamente, una loca alegre. Esperaba pues que su suerte se repitiera en ese lugar, en vista de que habían varias razas diferentes y seres iguales o incluso más extraños que los Beastkin pensó que quizá podría encajar un poco mejor pero su temor no desaparecía ni lo haría jamás, el dolor que había sufrido en el pasado era muy profundo y curar una herida como esa requería mucho tiempo, atención y cariño especial.

Pero todo ello no eclipsaba que en realidad era un espía que permanecía en ese lugar para vigilar las dudosas intenciones de su capitán, no podía olvidar su verdadera misión por más que le agradase la idea de sentirse por una vez en su lugar, no sentirse menospreciada ni discriminada. A ojos de cualquiera, no era más que otra universitaria "especial" más, que apenas llegaba al lugar y, luego de haberse instalado correctamente en su nuevo "hogar", paseaba por las zonas cercanas para conocer un poco mejor ese nuevo mundo. Pero las viejas costumbres son difíciles de perder ¿No es así? Y la joven Beastkin Risumimi era demasiado hiperactiva como para dejar escapar la oportunidad de hacer aquello que tanto le gustaba, pese a que le había causado más de un problema, accidentes que pasan factura pero que no te impiden volverlo a intentar. En cuanto llegó a las zonas verdes, lo que parecía un parque bastante amplio con árboles y demás, no pudo resistir la tentación de subirse a un árbol y tumbarse en una de las ramas de éste, sacando una bolsa de sus adorados frutos secos y comenzando a comer en aquella posición. Cualquiera que la viese no podría evitar pensar que se trata de una auténtica ardilla normal y corriente, de no ser claro el uniforme que llevaba y, lo que más solía destacar de ella además de su cola, los grandes pechos que tenía...-Ya seguiré luego con el paseo, ahora me toca descansar jeje~- Dijo para sí cerrando los ojos mientras comía de aquella bolsita de frutos secos.

por **Suzuna Kuraki** Lun Jul 29, 2013 6:33 pm

Hoy era un día un tanto extraño. Recién llegue a ese sitio tan extraño, me fui a un lugar donde solo se hospedaban humanos. Una vez que llegué, coloqué mis cosas lentamente y salí a dar un paseo. No sin antes, coger mi bate de béisbol. Con el me sentía mucho más tranquila. Todo el mundo parecía ser de otra especie... Estaba muy insegura, todo el mundo me miraba como si fuera un bicho raro y yo simplemente, me dediqué a agachar la mirada... ¿Dónde estaría? Y sobretodo, ¿por qué estaba en este lugar tan extraño?

Caminé por unas amplias zonas verdes, todo el mundo hablana ignorando mi presencia a pesar de que se acercaba y preguntaba dónde estaba con educación. Era como si estuviera en un mal sueño, ¿me matarían mal porque tengo el pelo morado? No, no podía ser por eso. Caminaba muy confusa, empezaba a estar algo agobiada, necesitaba alguna respuesta de alguien, dw quién fuera no me importaba, solo pedía saber dónde estoy. En mi camino vi a una chica... De lejos parecía una ardilla a tamaño de persona. Me acerqué para verla mejor, tenía una gran cola marron, el cabello corto y un par de orejitas.

[b]-Esto... Hola... Perdona que te moleste pero... ¿Podrías decirme dónde estoy?-[/i] Pregunté algo confusa.

Iba con un vestido blanco y unos zapatos a juego. Olvidé recogerme el pelo con un lazo, pero en ese momento, mi cabello era lo que menos me importaba. Llevaba mi bate de béisbol en una funda y colgado en mis hombros con dos asas que tenía la funda. Esperé a que respondiera, estaba frente al árbol con una distancia del tronco de un par de metros. Respiré profundamente y de forma muy lenta para ir relajándome. Mentiría si dijera que no estaba asustada de todo esto.

por **Makoto Nanaya** Lun Jul 29, 2013 8:39 pm

[i]La joven beastkin debía reconocer que ese lugar era bastante agradable, era un ambiente tranquilo, no escuchaba gritos e insultos varios dirigidos a ella y podía disfrutar de una bolsita de frutos secos variados en la rama de un árbol. Si el tiempo se detuviese en ese preciso instante, el momento sería sencillamente perfecto... Pero claro, el tiempo no se detiene y la perfección no existe, por lo que la cruda y dura realidad te obliga a despertar del sueño con dolor. Y eso fue lo que sucedió, una vieja costumbre que trae viejos problemas y viejos accidentes, pues una voz cercana llamaba la atención de la chica ardilla, una voz que parecía dirigirse a ella por la distancia y la escasez de otra persona por los alrededores cercanos y por ello, Makoto sintió la necesidad de localizar la fuente abriendo los ojos y mirando. Entonces hizo presencia el recuerdo, el recuerdo del desequilibrio seguido de una caída breve y finalmente un golpe sordo, no era la primera ni la segunda vez que Makoto vivía tal experiencia, varias fueron las ocasiones en las que se vio sangrando o con el tobillo torcido por hacer exactamrnte lo mismo. Luego del golpetazo, la chica ardilla se levantaba del suelo para sacudir su ropa y cara de tierra por la caída, aunque sin percatarse de que una fina línea de sangre corría por su frente hasta su nariz. -Ay.... ¡Hola! Ehmm... Creo que estas en un campus o asi... ¿Se llama así? Bueno, da igual, era un nombre raro jeje.- Se llevaba entonces una mano a la nuca propia, sobando ésta de manera distraída, algo que demostraba muy a menudo, estar distraída o pérdida, una de las tantas características personales de Makoto.

Mirando fijamenre a la contraria con una sonrisa, podía notarla algo temerosa, no sabía el motivo pero su miedo aprovechó para hacer acto de aparición en forma de paranoia. ¿Sería porque era una Beastkin? ¿Tendría miedo de ella porque la veía como una amenaza? Su corazón se aceleraba, sus nervios aumentaban y su miedo se alimentaba de ello. En un intento desesperado por tranquilizar su ánimo, quizá erradicse su miedo echando encima algo que lo ocultase, levantaba una de sus manos para dejarla extendida dirección a la chica, pasando entonces a recuperar su sonrisa con cierta dificultad y finalmente a presentarse. -Por.. Cierto.... Soy Makoto Nanaya.... ¿Y tu cómo te llamas?- Su voz resultaba ligeramente temblorosa, no quería asustar a la chica pero realmente estaba neviosa, neceditaba distraerse o comprobar que su miedo era simples ilusiones.

por **Suzuna Kuraki** Mar Jul 30, 2013 8:00 am

La chica abrió los ojos y se cayó de la rama, me acerqué preocupada y traté de ayudarla. Vi que estaba sangrando y saque un pañuelo y la limpié con cuidado. Al parecer esto era un campus, aún seguía un tanto asustada, todo este lugar era muy raro... ¿Cómo habría acabado aquí si lo único que hacia era irme de casa tras discutir con mi hermana? La voz de la chica era temblorosa, cosa que no entendí mucho. Al parecer se llamaba Makoto Nanaya, esbocé una leve sonrisa para ver si se calmaba.

-Yo soy Suzuna Kuraki, encantada... Oye... ¿Por qué aquí la gente no me habla? ¿Es porque tengo el pelo morado? Y deberías ir a un hospital- Pregunté cogiendo su mano y agitándola suavemente.

Me acerqué a una fuente para mojar la punta del pañuelo y limpié mejor la herida de la chica. Ese golpe debió de haberla hecho mucho daño. Cuando creí que dejó de sangrar, pasé la parte seca por la herida de nuevo para secarla. Tenía algo desordenado el pelo, debido a que no perdí tiempo en eso y fui a explorar. Este sitio era muy extraño. Mi estómago rugió y puse la mano sobre mi abdomen. Tenía bastante hambre, no había comido apenas nada en el día.

-¿Sabes si hay algún sitio por aquí en dónde podría comer o es todo siempre un campus?- Pregunté.

Por un momento me imaginé un país o una isla entera en la que sólo había campus... ¿Cómo se alimentaría la gente? ¡Acudían al canibalismo! ¡No quiero que nadie me coma! ¿Y si esa chica me iba a comer como hizo la ancianita con Hansel y Grettel? Claro por eso nadie me hablaba, porque estaban haciendo amigos para comérselos. Pues yo no iba a ser la presa de nadie.

-¡Yo no soy comida Makoto!- Grité y salí corriendo a toda velocidad de allí.

por **Makoto Nanaya** Mar Jul 30, 2013 8:43 am

La joven pero fuerte chica ardilla no se había percatado en absoluto de que le había comenzado a sangrar la cabeza, tampoco era la primera vez que ésto sucedía en realidad y cualquiera que la conociese sabría que tampoco sería la última. Fue entonces que se dio cuenta de ello, cuando la chica se acercaba a ella para limpiar la sangre que corría por su rostro con un pañuelo, lo cual le sorprendió un poco pues ni sabía de la presencia de la sangre ni se esperaba ese acercamiento repentino, quizá estaba a punto de ser atacada. Todo ésto cambió al ver que en dicho pañuelo había manchas de sangre, cuando se percató de que la había ayudado, pero eso la dejó aún más perpleja si cabe pues no esperaba un acto similar de alguien que no conocía, no parecía que le importase lo más mínimo que fuese una beastkin y eso la tranquilizó. -Pues... no lo se, a decir verdad llevo poco tiempo aquí y no se mucho de éste lugar pero yo pensaba que no me hablarían a mi tampoco... no creo que tenga nada que ver con tu cabello jejeje. No te preocupes por mi, soy dura como una roca.- Durante la última frase, daba un golpe con su puño a su propio pecho en gesto de fuerza pero riendo suavemente, quizá había tenido suerte de caer en ese lugar tan extraño, quizá podría hacer alguna amistad sin miedo a ser discriminada...

Como estaba más tranquila, su voz había perdido el temblor que le provocaba el miedo, aún conservaba cierto temor pero éste había disminuido lo suficiente como para no hacerse notar tanto. Observaba a la chica ir a la fuente para mojar el pañuelo y volver a limpiar su herida, no opuso resistencia a que lo hiciese y simplemente se quedó quieta, escuchando poco después el rugir de sus tripas seguido de la pregunta de la contraria. Se dio la vuelta entonces para buscar en el suelo la bolsita de frutos secos que tenía antes, se le cayó al caer ella por lo que se tuvo que agachar a cogerla y mientras lo hacía respondía a su, quizá, nueva amiga. -Creo haber visto antes una cafetería o algo por el estilo pero si quieres toma un po...- Apenas tuvo tiempo de terminar la frase y darse la vuelta para ver de nuevo a la chica, y entonces la escuchó gritar y salir corriendo. Makoto, con la bolsa en la mano y sin saber por qué se fue corriendo se quedó simplemente de piedra, pero éste acto la asustó nuevamente pues lo consideró como una forma de discriminación, tener miedo de una beastkin por no ser "normal" era casi lo mismo que burlarse de ella....

por **Suzuna Kuraki** Mar Jul 30, 2013 9:01 am

Mientras corría, medité un poco ¿y si en realidad solo eran imaginaciones mías? ¿Cómo iba a ser un sitio solo zonas verdes? Me paré pensando detenidamente, no parecía que esa chica fuera a comerme ni que aquí todos fueran caníbales. Si no creo que habría menos gente de la que hay. Me acerqué de nuevo deshaciendo el camino que había hecho con anterioridad con tanta prisa. Creo que el miedo empezaba a hacerme trangiversar todo. Respiré muy hondo, debía meditar mejir las cosas. Aparte ¿quién querría ir a un sitio donde podría acabar comido por alguien? Pensándolo detenidamente, era una idiotez lo que estaba pensando. A lo mejor la chica se había ofendido así que decidí ir a pedir disculpas.

-Espera... ¿Todo el país o isla o lo que sea esto no es solo verde no? ¿Y la gente se alimenta en una cafetería o algo así y no de gente no? Perdón, es que este sitio es muy raro, creo que he pensado cosas que no eran. Es que no entiendo como he acabado aquí- Dije calmándome.

Creo que debería tomarme las cosas con más calma en vez de actuar tan a lo loco. Cualquiera que nl me conozca, podría pensar que estoy loca de atar, o que le estoy gastando una broma pesada o algo así. Esperaba que la chica no se ofendendiera, si iba a pasar mucho tiempo aquí, no querría llevarme mal con la gente. Muchas veces, las cosas no las hago con mala intención, si no que simplemente me dejo llevar por mis ocurrencias y pasa lo que pasa. Realmente, todo el mundo le parecía extraño porque no parecían ser seres humanos, pero realmente eso me daba bastante igual. Si alguien es bueno, da igual que sea un vampiro, un licántropo, un ángel caído... Observé el lugar detenidamente no parecía ser inhóspito.

por **Makoto Nanaya** Mar Jul 30, 2013 9:30 am

Un viejo dolor que creía haber olvidado volvía a aparecer en su corazón, como una punzada que se repetía continuamente y muy similar a la punta de un cuchillo muy afilado que atravesaba la carne lentamente hasta alcanzar su órgano vital principal. Makoto estaba a punto de darse la vuelta y marcharse de aquel lugar cuando escuchó pasos acercarse, al principio pensó en ignorarlo, continuar con su camino cada cual como si ella no existiera pero se lo pensó de nuevo. Al escuchar la misma voz que poco antes, se dio cuenta de que lo que había pensado no era del todo correcto, por su forma de hablar, ella estaba tan asustada o más que la propia Makoto por lo que, volviendo su mirada a ésta una vez más, trataba de mantener la sonrisa para tranquilizar a la contraria y con suerte conseguir un efecto similar en si misma que ya estaba a punto de volverse loca. -Al menos yo no me como a la gente, pero juraría haber visto una cafetería o una tienda hace un rato, mientras venía para acá... por lo que no creo que la gente coma otra gente aunque quizá haya algún caníbal por aquí oculto jejeje- Hizo una pequeña broma intentando que el ambiente perdiese esa tensión que casi podía tocarse, ella era la primera que quería ser aceptada y considerada "una más" y, por lo que podía ver, la chica parecía buscar algo parecido, empezando por entender dónde estaba.

Makoto esperaba que sus palabras sirvieran de algo, era lo mínimo luego de que la chica le hubiese ayudado cuando le sangraba la cabeza así como al ser la única que se había acercado a ella y le había preguntado de buena manera, no le había tratado -al menos no conscientemente- como un monstruo o como una aberración...

por **Suzuna Kuraki** Mar Jul 30, 2013 10:25 am

[size=16]La chica pareció aceptar mis disculpas, cosa que me calmó bastante. También hizo una pequeña broma que me provocó soltar una suave y pequeña risa. Al parecer también había una cafetería, entonces si que estaba equivocada. Sería lógico que no hubiera una isla en la que la gente fuera para ser comido. A veces soy bastante boba, o me tomo todo de forma literal o pienso cosas que no tienen nada que ver con la realidad. En cierto modo, mi bate de béisbol me daba algo de seguridad, era como una especie de amuleto o algo así. Tiene muchos años, pero lo cuido como si fuera el primer día.

-Oye ¿y cómo te has subido ahí? Es muy alto ¿usaste una escalera?- Pregunté con gran curiosidad.

Aquel árbol era muy alto, o al menos para mí. Seguramente no habría podido subir a ese árbol sin haberme caído al menos dos veces o así. El cielo comenzó a ponerse de un color gris oscuro. En unos minutos comenzó a lloves de forma casi torrencial. En el momento que sentí la lluvia, empecé a buscar un sitio resguardado de la lluvia. Encontré una especie de lugar algo elevado y cubierto, allí podría hacerse algunos conciertos o bailes. Agarré la mano de la chica y le llevé allí rápidamente. En seguida mi cabello se mojó y empezó a gotear. Llovía tanto que casi me empapó, también el lugar que vi, estaba algo lejos. Me senté en un lado, cruzando las piernas. Parecía que iba a tardar en parar de llover.

-Jo, como llueve- [i]Dije mirando hacia la chica.

Me quité los zapatos que tenían un gran tacón ya que me dolían los pies. Los deje en un lado y parpadeé un par se veces. La gente em seguida corrió a otros lados en los que resguardarse, seguramente sería a alguna habitación o algo así.[/b]

por **Makoto Nanaya** Mar Jul 30, 2013 10:58 am

Al ver que la chica, que se presentó anteriormente como Suzuna, reía ligeramente Makoto terminaba por tranquilizarse pues era señal de que, ahora, todo iba perfectamente y no tenía por qué preocuparse de que la discriminase, por el momento. Le gustaba pensar que todo fue un simple y desgraciado malentendido, pensar que en realidad no ocurrió nada de lo que tener miedo o de lo que sentirse mal y que fue una mala casualidad que, deseaba, no se repetiría. La chica miraba entonces el árbol en el que ella se había subido previamente y le preguntó como era que había llegado hasta ahí, usando una escalera en realidad era poco probable si se tenía en cuenta que no había ninguna cerca y ya pensaba que haría el mismo chiste que solían hacer todos cuando la veían hacerlo. -Pues, suelen decir que tengo un talento innato para hacerlo... pero supongo que lo dicen porque soy una ardilla jejeje- Apenas tuvo tiempo de reír su propia broma, en poco tiempo el cielo se nubló por completo y dio paso a una lluvia de lo más fuerte, empapando a ambas inmediatamente. Antes de que se diera cuenta, la contraria le había tomado de la mano y la llevaba corriendo en dirección a uno de éstos típicos lugares de los parques que son algo elevados y cubiertos por una especie de cúpula, donde ambas se cubrieron de la lluvia.

La chica estaba totalmente empapada pero no era lo mismo con Makoto, ella no sólo estaba empapada sino que además tenía la cola empapada, las orejas habían caído ligeramente hacia abajo a causa del agua al igual que su cabello y toda su cola pues no dejaba de ser una gran cantidad de pelo mojado. Makoto escurría su cabello tanto de la cabeza como el de la cola y sacudía posteriormente la cabeza tratando de sacudir la mayor cantidad de agua posible, luego miraba al exterior y veía la lluvia que caía con mucha fuerza. -La que ha caído en un momento... pero bueno, al menos estamos a cubierto. ¿Quieres unos frutos secos?- Mostraba nuevamente la bolsita que había tenido encima todo el día, extendiéndole la misma a Suzuna para que ésta cogiese si le apetecían, que por el rugir anterior de su estómago creía que así era.

por **Suzuna Kuraki** Mar Jul 30, 2013 11:59 am

Una vez a cubierto, estaba más relajada. Me levanté, estaba descalza y el suelo no parecía estar ni muy frío ni muy caliente. La chica me ofreció frutos secos, asentí mientras daba las gracias y agarré la bolsa. Comí hasta que me quedé bien, cosa que no costaba. Solía llenarme en seguida a la hora de comer. Le di la bolsa diciendo una vez más gracias. Los frutos secos estaban bastante ricos, sobretodo me gustaron mucho los cacahuetes. Caminé lentamente por el sitio viéndolo bien. Me fijé en todos los detalles que podría haber. Continuaba lloviendo, y todo olía a mojado. Me gustaba mucho la lluvia, pero cuando estaba en la habitación con un gran libro y entre mantas.

-Si, menos mal. Gracias por los frutoa secos, tenía muchísima hambre... Y dime, ¿qué edad tienes, Makoto-chan?- Pregunté sonriente.

Escurrí mi cabello lentamente y después con la parte inferior de mi vestido. Estaba también empapado al igual que mis mejillas, brazos y piernas. Pasé una mano por mi cabello y me estiré un poco. Me senté de nuevo junto a mis zapatos cruzando las piernas de nuevo, unas gotas corrían por mis mejillas y las aparté con ambas manos. Me tumbé un poco en el suelo boca abajo, estaba cansada y aparte tenía ganas de tumbarme fuera donde fuera. Puse lo brazos delante de mi en modo de apoyo. Puse el mentón sobre los mismos y continué mirando a Makoto esperando su respuesta tranquila.

-Parecía que iba a hacer buen tiempo durante mucho tiempo- Comenté mirando al cielo desde donde estaba.

El gris cielo se veía reflejado en mis ojos de color miel. Parecía que no iba a acabar de llover nunca.

por **Makoto Nanaya** Mar Jul 30, 2013 3:04 pm

La lluvia no borraría el momento tranquilo y agradable que estaba teniendo, estaba hablando con alguien que no era una de sus mejores amigas -y únicas- para variar, y lo mejor de todo es que por una vez no se sentía despreciada, discriminada y marginada al hablar con alguien que no fuese una de sus amigas o algún compañero de la academia militar. La chica aceptó los frutos secos tomando la bolsita y comiendo de ella, era evidente que tenía mucha hambre y Makoto no dudó en que los aceptase, además la bolsa en realidad no era tan pequeña, de seguro sobraría algo que, por supuesto, ella tomaría después y así fue, al poco de habérsela dado la recuperó y comenzó a comer ella. -Por el ruido que hizo antes tu estómago lo imaginé, no hay de qué jejeje. ¿Mi edad? Pues... diecinueve creo... si, diecinueve jeje- Si, era lo suficientemente despistada como para olvidarse incluso de la edad que tenía, no hacía falta montarle una fiesta sorpresa en su cumpleaños porque se sorprendería igualmente, casi siempre se olvidaba ella misma de su propio cumpleaños. -¿Y tú Suzu, qué edad tienes? No te molesta que te diga Suzu ¿No?

Makoto sonreía como de costumbre, esperaba resultar agradable y amistosa, que en realidad era así pero mucha gente no veía más allá de la cola y las orejas de ardilla... ¡Pero ya basta de pensar en negativo! Si había un lugar en todo el universo en el que pudiera sentirse aceptada por quién era y no por lo que era debía ser un lugar así, con tanta gente diferente entre sí y de distintas razas, tenía que tener fe en que ahí donde se encontrase en ese momento, no sufriría lo que sufrió antaño. La lluvia seguía cayendo pero no era de importancia para ella, le daba absolutamente igual el tiempo que hiciese en esos momentos pues lo que ocupaba su mente no era otra que Suzuna, una nueva amiga con la que poder hablar sin miedo a ser rechazada o al menos eso parecía. -A veces pasa, el tiempo cambia de repente y te deja con una mano delante y la otra detrás jejeje- Se podía notar que ahora Makoto estaba muy animada, mucho más que antes que le temblaba la voz y que temía cometer un error con la siguiente palabra que saliese de sus labios y no poder corregirlo...

por **Suzuna Kuraki** Mar Jul 30, 2013 4:17 pm

Aquella tarde era la mejor que pasé en mucho tiempo, últimamente había tenido muchas discusiones con mi hermana, antes de llegar aquí. Todo por aquella dichosa boda concertada, no me gustaba que organizaran la vida, ni mucho menos tener que casarme con alguien que ni conozco. Dije que no volvería a casa y no lo haré. Aparte tenía pinta de que pudiera salir de aquí así como así. Aquella chica que recibía el nombre de Makoto, era muy amable. Y no parecía tener maldad alguna. Al parecer no era yo la única que notaba mi estómago rugir, ella también lo notó. Tenía diecinueve años.

Parecía ser algo despistada y solté una pequeña risa suave. Me preguntó por mi edad y si me importaba que me llamara Suzu.

-Yo tengo quince años y no tranquila, puedes llamarme así con toda confianza- Dije sonriendo dulcemente.

Reí un poco con lo último que dijo. La verdad es que sí, que ella tenía bastante razón. Me senté de nuevo ya que tumbada no estaba cómoda. Me aparté un poco el pelo ya que me lo estaba pillando con las piernas. Esperaba que no comenzara a tronar, me dan miedo los truenos y los rayos, no estoy segura de por qué pero simplemente es un miedo que tengo.

-¿Y qué cosas te gustan hacer Makoto?- Pregunté curiosa.

Si alguien me cae bien, trato de saber cosas de esa persona para hacer un amigo más. Hace un tiempo, seguramente apenas podría hacer lo que estoy haciendo ahora. No querría ir con nadie ni mucho menos saber cosas sobre esa persona. Me sentía muy bien y no pude tomar aire de forma enérgica y sonriente.

por **Makoto Nanaya** Mar Jul 30, 2013 4:58 pm

Los recuerdos tan dolorosos que habían llegado a su mente al comenzar la conversación con la chica varios minutos antes ahora no eran más que polvo, habían desaparecido por completo de la mente de Makoto y sólo quedaban los recuerdos de la academia, cuando conoció a Tsubaki y a Noel que fueron las primeras en defenderla y aceptarla por quién era y no por qué era. Parecía que había vuelto a aquellos años solo que sin ellas dos ahí presentes, bueno, en realidad Tsubaki también estaba en aquel campus pero no estaba presente en aquel preciso instante de modo que no contaba, pero no dejaba de ser muy emocionante conocer a una nueva amistad que también le tratase bien pese a ser una beastkin con orejas y cola de ardilla. -¿Quince años? Yo te echaba diecisiete como mínimo jejeje, pero bueno no me hagas mucho caso, no tengo buen ojo para esas cosas.- Se sentaba junto a la chica mientras observaba también el cielo nublado y la lluvia torrencial, no había mucho que hacer en el lugar en el que estaban de modo que sólo le quedaba sentarse a esperar mientras conversaban tranquilamente, una buena conversación no era un mal plan para comenzar una amistad ¿No?

Cuando escuchó la siguiente pregunta de la contraria, pasó unos cortos minutos de reflexión, pensando bien en cual sería su respuesta. Por una parte quería ser sincera pero por la otra la mayoría de gente también le miraba extraño cuando decía sus aficiones, pensaba entonces ¿Qué debería decir? ¿La vergonzosa verdad o la triste mentira? Finalmente decidió, que si realmente la aceptaba por quién era y no por qué era, seguro que no le importaría cual fuese la verdad por extraña que pudiese ser. -Pues, lo que más me gusta es el deporte en general, pero sobretodo adoro practicar el Lacrosse. ¿Has jugado alguna vez?- Preguntaba mirándola con una sonrisa alegre dibujada en el rostro, si decía que había jugado alguna vez moriría de ilusión pues era un deporte poco practicado en comparación con los típicos "Fútbol", "Baloncesto" y otros por el estilo. Había practicado ese deporte desde hacía mucho tiempo, pero tenía que controlarse mucho pues su fuerza superior era bastante peligrosa en ese o en casi cualquier deporte y en el pasado tuvo algún que otro problema con ese mismo detalle, pero aprendió del error y aprendió también a aprovechar su fuerza sin usarla del todo.

por **Suzuna Kuraki** Mar Jul 30, 2013 6:14 pm

Al parecer me echaba diecisiete años, solté una pequeña risa al escucharla. Nunca pensé que aparentaría esa edad. La verdad es que estaba acostumbrada a estar con gente que daba la apariencia de "perfección". Incluso mi madre trabajaba para que yo fuera una más, pero me negué. Lo mismo hicierom cuando me iban a concertar dicho matrimonio, básicamente me negué porque si algún día me caso, o tengo pareja, la elegiré yo tras conocer a dicha persona. Si estar con alguien es especial, contraer matrimonio mucho más y no puede ser con alguien tan a la ligera.

Cuando la pregunté acerca de lo que le gustaba hacer se lo pensó mucho... ¿Por qué se lo pensaría tanto? No me iría a reír, ni mucho menos a burlarme o a tratarla mal por ello. Sería muy estúpido por mi parte si lo hiciera. Me preguntó qué me gustaba a mí... Adoraba leer, estudiar matemáticas, bailar y deportes como el béisbol y el baloncesto. Sí, eso era lo que adoraba.

-Pues la verdad que no qué es eso, pero seguro que es muy emocionante. Algún día me gustaría que me enseñaras cómo se practica. A mi me gusta bailar, jugar al baloncesto y al béisbol, leer y estudiar matemáticas. Quizás parezca un bicho raro por esto último, pero me encantan- Contesté sonriente.

Siempre me decían que cómo me podían gustar, pero es que me parecían interesantes y aparte se me daban bien. También, las danzas, cualquiera de ellas me encantaba y los otros dos deportes los practico desde que era muy pequeña y no se me olvidaron todas esas clases que daba.

-¿Y qué estudias?- Pregunté curiosa.

por **Makoto Nanaya** Vie Ago 02, 2013 1:08 pm

La chica parecía no molestarse o asustarse por nada de lo que Makoto decía, no le miraba con cara rara por ser "la chica ardilla" ni porque le gustase el deporte, claro que tampoco sabía todos los secretos que podía mostrar como su increíble fuerza. Mejor no mencionar nada de eso, por el momento había ido bien pero tampoco quería arriesgarse más de la cuenta a perder lo que parecía una amistad que se estaba construyendo poco a poco, una nueva amistad que quería terminar de construir y luego reforzar de todas las maneras posibles como hacía siempre, proteger a sus amigos más que a nada en el mundo. Al parecer, también le gustaban los deportes o al menos el baloncesto y el béisbol, además de sentir curiosidad por el Lacrosse, en cuanto a las matemáticas, a ella personalmente no le agradaban mucho pues eran muy complicadas, pero no iba a molestarse porque a otra persona le gustasen. -¿En serio? Nunca había conocido a una chica que también le gustasen los deportes, o que los practicase a menudo como yo. Cuando quieras te enseñaré a jugar al Lacrosse, no es muy difícil, seguro que le pillas rápido el truco.- Se había incluso emocionado un poco ante la idea, no sólo tendría una nueva amiga sino que además compartían el gusto por los deportes, si probaba y le gustaba el Lacrosse sería poco menos que perfecto.

Empezaba a creer que podía ser sincera con ella sin miedo, obviamente habían algunos detalles que no podía mencionar así sin más, no podía decirle el por qué de su presencia y estancia actuales en el campus, sería poner en riesgo la misión, pero si podría contarle cosas que a veces prefería no comentar como que le gustaban los deportes, los frutos secos y cosas por el estilo. Escuchó entonces la pregunta de la contraria y no pudo evitar ponerse un poco nerviosa, ella se había apuntado a la universidad de aquel lugar como tapadera para sus investigaciones pero no tenía ni la más remota idea de ese tipo de cosas, ¿Estaba estudiando algo exactamente? Si lo hacía, debió haber marcado esa opción aleatoriamente casi seguro por lo que no tenía ni idea.-¿Qué estudio? Pues... yo estoy en la universidad jejeje ¿Y tu?- Trataba de irse un poco por las ramas, evitando quizá la pregunta o cambiar de tema, con suerte no sacaría más el tema y podría ir a mirar qué narices estaba estudiando en realidad.

por **Suzuna Kuraki** Vie Ago 02, 2013 8:12 pm

"La buena compañía era lo que mejoró el día". La verdad es que me sentí muy bien junto a ella, y llegué a esa conclusión a medida que el día avanzaba. Era alguien amable y no parecía importarle que yo fuera humana, al igual que a mi no me importaba que tuviera unas orejas y cola de ardilla. Seguramente, por ser una criatura distinta a la raza que no tiene de especial nada, tendría algunas habilidades que yo no tenía ni tendré jamás. Según escuché por ahí, aquí ser una simple humana, era la clase más baja de la sociedad de este lugar. Algunos cuando me vieron, me miraban como si fuera la "lacra" del sitio. Quizás sería por nl ser capaz de hacer nada especial ni "molón". No me importaba, allá ellos, quien desprecia a alguien así como así, podría perderse a una gran persona.

Según escuché decir a la chica, era aficionada al deporte. Era al igual que a mí. Me gustaba mucho eso de hacer deporte, aunque a veces acababa tan agotada que necesitaba tirarme al suelo y cerrar los ojos. Podía pasarne horas haciendo deporte, aunque después de darme una buena ducha, me tenía que dormir durante algunas horas. Le parecía alegrar encontrar a otra chica que la gustase el deporte, me ofreció enseñarme a hacer Lacrosse. Yo esbocé una suave sonrisa. En vez de despreciar la oportunidad de conocer cosas nuevas como sería ese deporte, yo sin duda iba a aceptar. Si no me gustaba, siempre podría ofrecerla a hacer un deporte distinto para practicar juntas. Seguro que sería divertido.

-Si, adoro el deporte, y si, es difícil encontrar a alguien que le guste. Y algún día que volvamos a coincidir, me enseñas el deporte ¡Seguro que es fantástico!- Exclamé llena de energía.

Solía tener demasiada capacidad para que la gente que confíe en mí. Me podrían contar millones de secretos que yo jamás los diría sin que esa persona me autorizarse a decirlo. Nunca había tenido una amiga o una mejor amiga, pero sabía de sobra cómo tratar a las personas. Algo que solía decir siempre es: "No hagas lo que nunca quieres que te hagan". Tampoco me gustaba eso de que si me enfadaba con alguien, ir cotilleando las cosas de otras personas porque sí. Primero porque no son cosa mía y segundo porque tampoco me gusta cotillear. También, me gustaba cuidar de las personas que quiero. Fue algo que aprendí con el tiempo. Aunque me dijeran que no quieren que cuide de ellas, yo lo haría aún así.

Al parecer estaba en la universidad. Yo nunca quise ir, porque yo adoro el baile y decidí dedicarme a eso.profesionalmente. El baile se podría decir que era mi forma de vida. Si necesitaba relajarme simplemente me apartaba, ponía música y comenzaba a bailar. Inventaba pasos nuevos de baile y dejaba que los movimientos se adueñaran de mí. Me preguntó que qué estudiaba yo. Por desgracia yo no podía por ser humana.

-Bueno... Yo no puedo estudiar, pero me haría ilusión algún día estudiar medicina forense. Es una carrera rara, pero la adoro- Dije.

En mi voz al decir eso, se notaba mucha ilusión, aunque mi ilusión estaba frustrada. Si no podía salir, jamás podría estudiar y llegar a ser forense. Tampoco tendría libros para poder estudiarlos con profundidad porque no sabría de dónde sacarlos. Así que bueno, quizás debería resignarme con eso.

-Oye... ¿Cuándo te tocan las orejas y la colita sientes cosquillas o algo así?- Pregunté de forma muy curiosa.

Dicha pregunta me rondaba por la cabeza. No sabría que se sentiría ya que yo no tengo de eso y por eso la pregunté.

por **Makoto Nanaya** Dom Ago 04, 2013 7:28 am

A medida que avanzaba el día, Makoto estaba más y más contenta, tranquila y animada. Rara vez había estado tan activa, normalmente estaba molesta, triste o tranquila pero en soledad por lo que no muy a menudo podía decir que estaba realmente feliz y menos aún cuando se trataba de la compañía. ¿Con quién se juntaba ella además de con Tsubaki y Noel en la academia? Con nadie realmente, en ocasiones hablaba un poco con Carl Clover o con Jin Kisaragi pero además de ellos no había nadie más a quien dirigirle la palabra, nadie más con quien compartir un rato juntos y por supuesto,a ninguno de ellos le atraía de sobremanera el deporte por lo que la mayoría de las ocasiones se veía sola. Cuando la chica aceptó la propuesta de enseñarle Lacrosse algún día, Makoto no pudo resistir dar un bote de alegría mientras sonreía de oreja a oreja, quizá podría tener a alguien con quien practicar al fin. -¿De veras? ¡De acuerdo! La próxima vez que nos veamos... y que no esté lloviendo te enseñaré a jugar. ¡Seguro que te gusta!- Mientras hablaba, pensaba y deseaba que no se tratase de una jugarreta o algo parecido, una persona que parece coincidir en gustos y aficiones con alguien para que se ilusione y luego gastarle una broma cruel y pasar de ella como si nunca la hubiera visto antes, no era la primera vez que veía algo así pero la chica no parecía ser de esas... en realidad, muchos de los que hacían esas cosas no parecían serlo...

En cualquier caso, no quería comerse la cabeza con esas cosas, prefería simplemente dejar que todo surgiese con normalidad y luego sencillamente, dependiendo de lo que ocurriese, actuar de una manera u de otra, podría tener a una buena amiga que le comprendiese y aceptase o podría acabar por volver a su "hogar" entre lagrimas y dolor. ¿Volvería a Kagutsuchi de ocurrir tal cosa? Pues si, no sería capaz de continuar ahí recordando lo sucedido por más que estuviese en una misión encubierta, pediría a Kokonoe que enviase a otra persona en su lugar, a ser posible que no se tratase de Tager pues él si que destacaba aun siendo no-humano. Makoto sacudió la cabeza, no quería seguir pensando en ese tipo de cosas, para una vez que se encontraba con alguien que parecía no darle importancia a su aspecto físico o a sus aficiones, lo mejor era tener fe y paciencia, seguro que todo saldría bien. Justo a tiempo que volvió a la tierra, escuchó la voz de Suzuna decir que ella no podía estudiar en aquel lugar, había escuchado que ese lugar era algo similar a su lugar natal solo que al revés, se margina a los humanos en lugar de a los no-humanos. Pero fue cuando notó la ilusión en las palabras de ésta, que no pudo sencillamente hacer oídos sordos, aunque le fuera la vida haría algo para ayudarla. -¿No puedes estudiar? Quizá no puedas estudiar en éste instituto, universidad, academia o lo que sea, pero seguro que podrás estudiar o por tu cuenta o en otro lugar. Conozco a unas personas del lugar del que provengo que podrían enseñarte.- En las palabras de Makoto se podía notar ahora preocupación, la preocupación que mostraba por todos sus amigos por pocos que fuesen y que demostraba que podría dar su vida por ayudarlos.

Pocos segundos luego de su respuesta escuchó que la chica le preguntaba algo a ella, una pregunta que no se tomaba a mal realmente pues no era símbolo de discriminación sino de curiosidad, curiosidad por algo que no conoce y que quisiera conocer mejor, eso podía entenderlo, ella misma era una Beastkin muy curiosa. -Bueno... pues si, en parte, o sea... depende de cómo la toquen claro... si la pisas duele jejeje- bromeó un poco, aunque no dejaba de ser cierto pero esperaba resolver así la duda de su nueva amiga.

por **Suzuna Kuraki** Dom Ago 04, 2013 11:24 am

"¿Una nueva amistad?" Me encontraba muy cómoda con Makoto, era una chica de lo más amable. Estaba segura de que debería tener muchos amigos, y si no los tenía, si la gente se molestara a hablar con ella seguro que serían amigos de la chica. Cuando vi que dio un salto de alegría al aceptar practicar el deporte, me hizo mucha gracia, y no pude soltar una pequeña risa. Estaba pensando en darla la dirección de los lugares dónde podría encontrarme o mi número de teléfono. Querría que esa propuesta no se quedara en un simple proyecto, sino que fuera algo de verdad. No me gustaba hacer proyectos y que después se quedara en nada. Si propongo algo, es para hacerlo, si no simplemente no digo nada y asiento la cabeza con un "que bien" o un "vaya" en mis labios.

Pensé unos segundos en dónde podría verme... Veamos, suelo estar en el hospedaje de humanos, en el salón de bailes, en la zona deportiva y creo que en algún lugar donde pueda actuar como bailarina. Supongo que podría ir a muchos lugares sin ser vista, pero creo que salvo excepciones, estaré por allí. Supongo que por las tardes iría al salón de bailes, por las mañanas estaría en el hospedaje y a última hora de la tarde iría a hacer ejercicio. Poco a poco dejó de llover, aunque había muchos charcos y la tierra estaba tan mojada que parecía que si la pisabas, te escurrirías.

-Puedes buscarme en el hospedaje de humanos por las mañanas, por las tardes en el salón de bailes y a última hora en la zona deportiva. Ahí es dónde estaré, cuándo quieras ir a hacer ese deporte buscáme- Dije sonriente.

Por un momento ella parecía sumergida en sus propias cosas. Simplemente dejé que pensara tranquila, no quería interrumpirla y a todos nos suele pasar esas cosas. Cuándo hablé con tanta ilusión sobre lo que querría hacer, pero no podía, ella pareció preocuparse. Me dijo que podría estudiarlo por mi cuenta, cosa que supongo que tenía razón. Sólo debía pensar de dónde sacaría los libros para estudiar. Quizás podría cogerlos de la biblioteca cuando no hubiera nadie. Después dijo que la gente de su mundo podría enseñarme lo que deseo aprender. No pude evitar preguntarme a qué se refería con eso. No estaba muy segura de si preguntar o no, estaba un tanto indecisa de qué hacer.

Supongo que podría preguntarla, y si no quiere responderme, pues está en su derecho. Así que pensé que la podría preguntar y ya si eso que responda o no, es cosa suya.

-Vaya... Podría robar los libros de la biblioteca... Oye ¿de dónde provienes? Aunque bueno, si no quieres responder no lo hagas- Dije ladeando la cabeza.

Después me dijo que depende de lo que la hicieran en la colita, la dolería o surgiría otra reaccion. Me sorprendió un poco, con una de mis manos, acaricié su cola. Era como la de una ardilla, pero más grande. El cabello era bastante suave. Estaba algo sorprendida. Al principio pensé que era un simple adorno o una nueva moda, pero parece que era de verdad. Pasé mi mano un par de veces de forma muy suave para no hacerla daño o algo así. Reí un poco y dejé la colita.

-Es muy suave jijiji. Parece que ha terminado de llover... ¿Damos un paseo?- Dije.

Me levanté y miré el suelo. Puse un pie en el barro y me escurrí. Caí de culo y me manché de barro, se me pegaba cada vez que me trataba de mover y me empezaba a agobiar. Porque no conseguía moverme sin que esto no se pegoteara. Que barro más extraño que no me dejaba salir de aquí.

por **Makoto Nanaya** Dom Ago 04, 2013 3:36 pm

El día se fue aclarando y no sólo en el sentido del tiempo meteorológico sino también en el sentido abstracto que significaba "que estaba yendo a mejor",pese a los malentendidos y las dudas todo parecía arribar en buen puerto y como se solía decir: Bien está lo que bien acaba. Siguiendo ese dicho, sólo debía esperar a ver cómo terminaba la conversación y el día y entonces podría hacer un juicio más justo y no tan llevado por el miedo, las dudas y los prejuicios así como los estereotipos. Makoto estaba contenta como nunca, ¿Qué más podía pedir? Siempre quiso ser aceptada pero no sólo lo estaba consiguiendo con una chica sino que además estaba en una situación "similar", también era aficionada a los deportes, casi parecía un sueño hecho realidad o el típico deseo de película a una estrella fugaz que se cumple aunque luego de algunos contratiempos. Ahora Suzuna decía los lugares en los que solía estar durante el día normalmente, eso demostraba que realmente tenía interés en que se volviesen a ver y en aprender, o intentarlo al menos, a jugar a Lacrosse, curiosamente, uno de los lugares coincidía con uno de los más frecuentados lugares de Makoto, la zona deportiva. -Pues qué casualidad, yo suelo estar casi todo el día en la zona deportiva salvo en algunas ocasiones que estoy merodeando por el campus..... paseando y eso jejeje- Mentía, como una vil rata cobarde, sin embargo no era una mentira que ella decidiera decir sino que le era obligación contar pues la verdad era un asunto "clasificado", no le agradaba mentir a sus amigos pero hay ocasiones en las que sencillamente, no queda otro remedio.

Aprovechaba la siguiente respuesta de la joven para evadir el tema, decía que podía robar los libros de la biblioteca y luego preguntaba por el lugar de procedencia de Makoto, no sabía muy bien cómo explicarle pues estaba segura de que su "dimensión" no era la misma que la de procedencia de Suzuna, de ser así no se habría sorprendido al ver una Beastkin sino que, seguramente, le habría insultado, mirado mal o evitado sencillamente. -Si quieres puedo sacarlos yo diciendo que son para mi y luego pasártelos jeje. Pues... por lo poco que he podido comprobar aquí, muchos de los alumnos proceden de distintos mundos o dimensiones o no-se-qué narices... Imaginé que por tu reacción no sabías de la existencia de Beastkins como yo, es imposible que provengas de mi mismo mundo pues somos algo normal... lo más bajo de la sociedad, la mierda... pero normal...- Lo último lo decía con cierto pesar a decir verdad, pero claro que era mucho tiempo de discriminación y daño que no se borraría fácilmente, aunque tener una nueva amiga, además humana, que no le tratase así le ayudaba a superarlo aunque fuese un poquito.

Makoto se extrañó un poco cuando notó que le estaba acariciando la cola, no se lo esperaba y al principio por puro instinto la cola se alejó un poquito pero a ver que no sucedía nada, la cola volvía a quedarse quieta en su posición mientras que Makoto sonreía. Era agradable, se sentía bien, no le provocaba cosquillas ni le desagradaba, era algo así como cuando acariciabas la cabecita a un perro o un gato. -Me alegro de que no te espante jeje. Claro, parece que ya amainó- amainó, pero habían charcos de barro y agua y Suzuna no tardó en caer en uno, y parecía costarle el salir de él por lo que Makoto la levantó, sin mucha dificultad, y la sacó del charco. -¿Estás bien?

por **Suzuna Kuraki** Mar Ago 06, 2013 9:16 am

"No todo es perfecto." La chica me dijo dónde podría encontrarla, no sabía si mentía o no, pero allá ella. Yo no era ninguna agente de policía como para decirla que me diga la verdad o decir simplemente que miente. Tampoco me importa la verdad, supongo que ella debe ser quién decide a quién y a quién no decir la verdad. Me dijo que podría cogerlos ella y dejármelos. Por un momento se me iluminaron los ojos de la ilusión. Podría estudiar lo que yo querría. Esa era la profesión que quería hacer, y si tenía la oportunidad, lo haría. Seguramente si me dieran un libro de medicina forense, yo me lo estudiaría en muy poco tiempo por muy gordo que fuera el libro.

Después comentó que de donde venía, su especie era la más baja de todas. Eso no me gustó demasiado, por lo visto su especie era de... Beastkins. Jamás oí hablar de ellos, por lo que incliné mi cabeza hacia un lado mientras la escuchaba. Y también que muchas personas de las que hay venían de otros mundos y/o dimensiones. No tenía ni idea, hasta ahora lo único que conocía era el mundo humano y poco más. Supongo que era porque siempre viví en una burbuja en la que solo estaba yo y mi mundo. Pocas cosas eran por las que yo me molestaba en saber o interesar.

-Pues me harías un gran favor Makoto... Oh pues no oí jamás hablar de esa especie... ¿De veras que os trataban mal? A mi no me gustan esas cosas- Dije parpadeando un par de veces.

Cuando iba a acariciar su cola, ésta se apartó. A mi me llamo un poco la atención y volví a tratar de acariciarla. No parecía que la desagradara y me dijo que se alegraba de que no me espantara... ¿Por qué lo haría? Solo era una colita, la cual me resultaba algo graciosa. Después, caí en un charco. Makoto me agarró y me sacó sin ningún tipo de dificultad. Eso me avergonzó un poco, no esperaba caerme en ese charco, creí que estaba todo seco ya o que no estaría tan escurridizo. Me preguntó que si estaba bien, yo asentí. La chica parecía tener bastante fuerza, me levantó como si fuera un muñeco de paja o algo así. Estaba totalmente manchada de barro. Eso no me agradó mucho, y debía ir a quitármelo de las piernas y de la ropa.

Nunca me gustó el barro, ni cuando era una pequeña niña ni ahora. Me resultaba algo desagradable y sucio.

-Sí tranquila... Si me esperas puedo ir a cambiarme y eso- Dije.

Sentía como si estuviera en un anime y en el mejor momento, pasa algo que lo estropea un poco. Tenía barro en la punta de la nariz, y lo quité con unas de mi manos. Traté de mantener el equilibrio para no caerme de nuevo en el mismo charco en otro distinto.

por **Makoto Nanaya** Dom Ago 11, 2013 10:06 am

Parecía un día ciertamente extraño, si bien había tenido suerte por una parte, no dejaba de ser extraño pues había cambiado repentinamente en dos ocasiones. Durante las primeras horas de la mañana, había estado haciendo un tiempo bastante agradable de sol despejado y no demasiado caluroso, pero de un momento a otro comenzó a diluviar y todo se encharcó. Finalmente, luego de un buen rato, terminó por volver a salir el sol y el tiempo agradable aunque se mantenían los charcos que delataban la lluvia de hace unos minutos. Makoto no recordaba un cambio en el tiempo climático similar, ni en Kagutsuchi ni en Shinatsu, las ocasiones en las que comenzaba a diluviar de esa manera solía ser con una gran tormenta que podría durar varios días, pero nunca duraba menos de una tarde completa. -Pues si... los humanos nos consideran lo más bajo y asqueroso de la sociedad. Nos discriminan y se burlan de nosotros como si fuesemos payasos de circo o algo parecido... Toda mi vida he soportado ese tipo de comentarios y ofensas.- Y no sólo ella, muchos otros sufrían lo mismo y ella lo sabía pero, ¿Qué podía hacer? Ni siquiera era capaz de lograr que la aceptasen a ella, ¿Cómo lograr que aceptasen a los demás que ni siquiera conocía? Deseaba con todas sus fuerzas poder hacer algo pero, sencillamente, era imposible.

Con el tema de los Beastkins, había olvidado que le había dicho que traería los libros para ella, supuso que no debía ser de inmediato pero cuanto antes lo hiciese mejor, además se veía muy ilusionada con la idea y no quería que esa ilusión se perdiera con el tiempo. Coincidía entonces que la chica comentaba el ir a cambiarse y limpiarse el barro en el que había caído, quizá era una oportunidad perfecta para ir rápido y volver con los libros, así cuando volviese y se los encontrase de frente seguro que se alegraría mucho más. -Claro, puedes ir a darte una ducha tranquila y yo te esperaré por aquí... o donde no haya tanto barro mejor si te parece jejeje.- Parecía no estar demasiado agradada con el barro, algo normal seguramente porque había caído en un charco y si se iba a duchar y a cambiar seguro que lo que menos quería era volver a ensuciarse con barro.

Esperaba con cierta emoción e impaciencia que le dijese si quería que le esperara ahí o en otro lugar para ir corriendo a la biblioteca mientras ella se duchaba y luego ir al lugar indicado con los libros necesarios, de seguro tendría que preguntarle al bibliotecario o bibliotecaria qué era lo que necesitaba para estudiar medicina forense porque ella no tenía ni la menor idea. Por suerte era universitaria, de modo que no le pondrían muchas pegas a la hora de pedirlos porque pensarán que son para estudiar ella, o al menos eso esperaba, no sabía qué decir si le preguntaban o le ponían demasiadas pegas, sólo quería ayudar.

por **Suzuna Kuraki** Sáb Ago 17, 2013 5:16 pm

Escuchó que a su raza la trataban de la forma más baja, eso realmente era bastante injusto, la verdad es que en todos los lugares hay siempre alguien que por X razón son tratados mal. Era extraño ver a una chica de las características de Makoto, pero no era como despreciarlos. Simplemente, se limitó a escuchar lo que decía mientras elaboraba una respuesta que decirla. Tampoco había mucho que decir, lo mejor que podría hacer, era escucharla y decir lo siento.

-Vaya... Lo siento, supongo que eran bastante crueles contigo- Dijo parpadeando un par de veces.

Sonrió cuando Makoto la dijo que la esperaría. Se despidió y fue corriendo a arreglarse. Una vez que se duchó, comenzó a pensar que debería ponerse. Observó toda su ropa, tenía bastante y estaba algo indecisa. Finalmente optó por ponerse un vestido blanco y unas sandalias a juego. Se cepilló sus largos cabellos, eran demasiado largos, pero le gustaba así.

Una vez que terminó, se lo recogió con un lazo y salió de allí. Caminó por los lugares pensando en cómo se volvía al lugar en dónde estuvo antes con aquella chica tan amable. Se perdió algunas veces, pero finalmente consiguió llegar. Resopló por la dificultad que tenía para encontrarse en los sitios. Caminó lentamente por los sitios buscándola con la mirada.

Ese sitio era bastante grande, y no había quedado con Makoto en ningún sitio en concreto. Fue con cuidado para no volver a resbalarse y mancharse. Comenzó a pensar, y temía que Makoto aprovechara para irse y dejarla tirada. Decidió no pensar en eso, la chica no parecía ser de esa forma, así que ¿para qué desconfiar? No debería hacerlo. Encontró un banco que estaba en la entrada de las áreas verdes, pensó que ese lugar estaría bien para esperarla.

Tomó asiento y cruzó sus piernas esperándola con tranquilidad.

por **Makoto Nanaya** Miér Ago 28, 2013 12:36 pm

Makoto asentía con cierta tristeza al escuchar lo que dijo Suzuna, si que habían llegado a ser muy crueles con ella pero pensaba que el pasado era mejor dejarlo atrás, recordarlo para evitar cometer los mismos errores y para mantener su pensamiento "justiciero" pero sin dejar que el pasado decidiese su futuro. Luego de eso, la chica se despidió y corrió a cambiarse como había dicho, si lo pensaba bien tenía bastante tiempo para conseguir lo que debía buscar, mientras se duchaba, encontraba que ponerse, vestía, y volvía a la zona en la que se habían conocido podía buscar los libros. En cuanto la perdió de vista, salió corriendo en dirección a la biblioteca y preguntó allí a la bibliotecaria en donde se encontraban los libros de ese tipo, los que eran para el estudio de la materia en cuestión y cuales eran mejores. Estuvo un rato debatiendo entre si llevarse un libro u otro pero aún le sobraba algo de tiempo, se llevó un total de cuatro libros y salió de allí para ir al lugar en el que estaba anteriormente. Sin embargo, por el camino vio algo que atrajo su atención, se acercó a investigar y vio mejor de qué se trataba, dos pulseras que parecían ir a juego la una con la otra, sencilla y mona, no muy cara. Parecía un regalo perfecto para una amistad nueva, sencillo y bonito sin ser cutre ni demasiado exagerado, por lo que sencillamente no pudo retener el impulso de comprarlo y salir corriendo una vez más en dirección a las Áreas Verdes.

Al llegar allí, pudo ver a Suzuna cerca de la entrada y no tardó en acercarse a su posición, estaba sentada en un banco a escasos metros de donde estaba ella. Se acercó a donde estaba escondiendo los libros que llevaba y también lo que había comprado tras de si, esperando primero a que le viera para luego darle la sorpresa. -Hola de nuevo, perdona por no estar aquí pero... quise ir un momento a mirar una cosa mientras volvías... ¿Me perdonas?- Pregunta algo preocupada por si se llegó a molestar de verdad o algo, no había sido su intención hacerlo ni mucho menos pero nunca se sabe cómo se puede tomar una persona un acto al no saber qué motivos tenía para ello, ella misma lo sabía muy bien.

por **Suzuna Kuraki** Mar Sep 10, 2013 6:33 pm

Estaba sumida en sus pensamientos, no se concretaban en nada en especial aunque no era tan generalizado. Se podría decir que pensaba en todo y nada a la vez... Seguía tratando de pensar en el lugar que estaba. Era todo muy confuso, y se veía todo de forma muy distorsionado... ¿Algún día podría salir de allí? ¿Por qué todos trataban tan mal a los humanos? Simplemente todo era muy extraño, odiaba esta situación.

Me sentía muy mal. Toqué mi abdomen, en la parte que supuestamente la vena más grande que había en el cuerpo. Se decía que ahí estaban el centro de todas de las emociones. Cuando estaba nerviosa, ejercía una suave presión ahí y conseguía controlar mi nerviosismo. Al poco, sentí que Makoto se acercó y dijo que había aprovechado para mirar unas cosas y por eso tardó. Yo, me limité a sonreír y a sacudir la cabeza.

-Tranquila, no pasa nada- Dije de forma dulce.

Me levanté y me puse frente a Makoto.

-¡Demos una vuelta!- Exclamé sonriente.

Comencé a caminar lentamente para que fuera conmigo. Por haber estado mojada tanto tiempo, mi garganta se resintió levemente. Estaba a punto de resfriarme, solía hacerlo con bastante facilidad cuando llovía o me exponía durante mucho tiempo al frío. Esta vez me aseguré de que no pisaba ningún charco ni tampoco me caía. Llevaba unos tacones de unos cinco centímetros, estaba acostumbrada a llevarlos y por eso a menos que fuera un lugar escurridizo, conseguiría caminar bien. Su madre la acostumbró a vestir con ese tipo de prendas y de calzado.

A pesar de que unos zapatos fueran muy incómodos, ella los aguantaba todos.

Iban a juego con mi vestido suave y del mismo color que los zapatos. Lentamente fue atardeciendo, algunas nubes flotaban cerca del sol.

por **Makoto Nanaya** Sáb Sep 14, 2013 4:46 pm

Al parecer la chica no se había molestado por la tardanza de Makoto, eso la aliviaba mucho pues no pretendía meter la pata tan rápido, apenas habían comenzado a conocerse un poco y ya estuvo a punto de meterla hasta el fondo. Además de ello parecía estar más animada pues quería dar una vuelta con ella, y desde luego que estaba encantada de la invitación y de pasear con una amiga pero antes de irse quería mostrarle lo que había ido a buscar para ella y por supuesto el regalo que había comprado para ambas por igual. Cuando Suzuna comenzó a caminar, Makoto corrió para adelantarse a ella y ponerse en su camino, obligándola a detenerse o a intentar rodearla aunque no creía que fuese a hacer tal cosa a menos que tuviese prisa o algo por el estilo. -Antes de que nos vayamos quería mostrarte un par de cosas... Sólo será un momento, te lo prometo.- En ese momento mostraba, primero que nada, los libros que ella decía necesitar para estudiar lo que siempre le había gustado, esperaba no haberse equivocado aunque le había preguntado varias veces al chico de la biblioteca para asegurarse de que no sucedía tal cosa. Observaba entonces la reacción de la contraria esperando que fuese positiva, quizá se había apresurado más de la cuenta pero es que no pudo resistir la tentación de aprovechar el momento para ir corriendo a buscarlos.

Pero eso no era todo, aún guardaba un as bajo la manga, y nunca mejor dicho pues ella se había puesto una de las dos pulseras y esperaba para enseñársela primero y luego mostrarle la otra que iba a juego y decirle que era para ella. A causa de la emoción, Makoto movía la cola de un lado a otro ligeramente y su boca ahora parecía la de un gato o neko por la forma, algo que solía hacer cuando estaba contenta o emocionada por algo. -Espero que sean los que necesitas, estuve un buen rato preguntando si eran éstos para no equivocarme pero... si no son siempre los puedo ir a cambiar.- También estaba un poquito nerviosa por la respuesta pero sobretodo emocionada por haber hecho una nueva amistad en ese lugar en el que apenas llevaba unos días, poco más poco menos.

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