Jikan Highschool
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Bienvenido seas
Invitado
a Jikan Highschool, el único instituto posicionado en medio de una isla cuya ubicación es y seguirá siendo desconocida, se divide en 5 casas, las cuales sólo cuatro son conocidas...todo el poder rige sobre el Director Bachman. ¿Te aventuras a conocer más de este instituto mágico?


Conectarse

Recuperar mi contraseña

¿Quién está en línea?
En total hay 2 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 2 Invitados

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 33 durante el Jue Nov 27, 2014 12:25 pm
Últimos temas
» hola, holo, holi!
○ Érase una vez un reino ○ EmptyVie Ago 28, 2015 5:53 pm por Chizuru Minamoto

» Afiliación Élite -Alpha Superhéroes vs Villians
○ Érase una vez un reino ○ EmptyMiér Jul 01, 2015 10:03 am por Invitado

» Limpieza de afiliados
○ Érase una vez un reino ○ EmptyMiér Abr 01, 2015 9:23 pm por Invitado

» Sweet School Life Elite ( remodelación)
○ Érase una vez un reino ○ EmptyVie Dic 12, 2014 1:37 pm por Invitado

» Crónicas de Etribia [Afiliación Elite]
○ Érase una vez un reino ○ EmptyVie Sep 05, 2014 5:36 pm por Invitado

» Lyurand Terris [Normal]
○ Érase una vez un reino ○ EmptyVie Ago 29, 2014 7:06 pm por Invitado

» Infected Love {Afiliación NORMAL}
○ Érase una vez un reino ○ EmptyMiér Ago 27, 2014 2:00 am por Invitado

» Makai {Élite}
○ Érase una vez un reino ○ EmptyVie Ago 22, 2014 10:22 am por Invitado

» New World-Afiliación normal
○ Érase una vez un reino ○ EmptySáb Ago 16, 2014 8:05 pm por Invitado

•ADMINISTRACIÓN•

•MODERACIÓN•



• N O R M A L E S•

É L I T E
○ Érase una vez un reino ○ Boton40x40-1_zps41464754CrearCrear foroZelda rolHatfield Universitiy○ Érase una vez un reino ○ WJNwEAI○ Érase una vez un reino ○ Qf97wr1○ Érase una vez un reino ○ 40x40_zpsc1fc8073○ Érase una vez un reino ○ 28Zhc○ Érase una vez un reino ○ RKhJDU2Sword Art Online (SAO)○ Érase una vez un reino ○ Afiliacion40x401_zpsc3fc3243○ Érase una vez un reino ○ DBtT62JCrear foro○ Érase una vez un reino ○ MOrU5Fu○ Érase una vez un reino ○ J_zps78546dccLoving Pets!○ Érase una vez un reino ○ 7KPI2 ○ Érase una vez un reino ○ Cep40x40_zps9f96cef9○ Érase una vez un reino ○ DvPdgH1 Nova OrbisLacim Tenebris○ Érase una vez un reino ○ DNRtfOG○ Érase una vez un reino ○ Minibanner_40x40_zps89b17e58 Clamp Campus ○ Érase una vez un reino ○ 2_zpsc02e8b92Crear foro○ Érase una vez un reino ○ 40x40-10○ Érase una vez un reino ○ WocThe Fairy LandDanger ClanPulse ○ Érase una vez un reino ○ KWGsR3h○ Érase una vez un reino ○ HQJOqPetto-kMakai Ouji Rol○ Érase una vez un reino ○ Wu1kvLvOuran HighSchoolShinobi Master○ Érase una vez un reino ○ 33m33et○ Érase una vez un reino ○ E1kWKO1○ Érase una vez un reino ○ 40x40 photo untitled44.png○ Érase una vez un reino ○ Lj3iWings of Freedom○ Érase una vez un reino ○ 40x40Shaman King Fukkatsu RolInfection Rol○ Érase una vez un reino ○ IoxtKi0Kf637m○ Érase una vez un reino ○ 40x4010

Jikan Highschool está protegido bajo la licencia de Creative Commons. Tanto trabajo escrito como gráfico acreditado a su respectivo autor, agradecimientos especiales a Zerochan por brindar sus imágenes, Source Code por sus tablillas y tutoriales, Kaiser por el diseño externo y al resto del staff de Jikan por el contenido escrito. Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.

○ Érase una vez un reino ○

2 participantes

Ir abajo

○ Érase una vez un reino ○ Empty ○ Érase una vez un reino ○

Mensaje por Mary Gurlukovich Mar Ago 20, 2013 4:55 pm




Once upon a time ...  
A   W o r l d   W i t h o u t   C o l o r    O r   H u e.


"Érase una guerra llamada paz, en donde las personas se lanzaban réplicas en lugar de explosivos. En el campo de batalla ni una sola arma quedaba a la vista, habiendo alimentos suplantándolas. Nadie alzaba la voz para protestar por el cambio. Las flores medraban por doquier, adornando las existencias de los combatientes. Nadie fallecía, todos mantenían deslumbrantes expresiones de felicidad... La mayoría regresaba a su hogar con una sonrisa de padre afable que torna del trabajo con un ascenso. Ningún llanto de infante desconsolado sesgaría el aire, rompiendo la quietud de la muerte con el desconsuelo de la vida. Hasta nunca contiendas, lágrimas y mugre. Bienvenidas la libertad de decir lo que se piensa, la risa de la esperanza y la luz del mañana. La religión se tornó un símbolo en lugar de una verdad absoluta, en una mera opción como lo es el respirar. Érase una nación, donde los corazones latían al unísono en todo momento, donde la palabra "asesinar", no era de uso diario. ¿No te gustaría verte envuelto en esa idílica realidad? ¿Acaso alguien podría desear lo contrario?

Y sin embargo, en otra región, las devastaciones asolaban a las personas que allí habitaban. Cartas selladas por un agujero de bala, eran recibidas por preocupados familiares de aquellos que partieron para combatir en una contienda que no era la suya. Las carcajadas eran sustituidas por oraciones murmuradas por apremio, resumiéndose en una sola frase: "Ojalá regresen vivos y a salvo." Érase una tierra donde lo único que brotaba era la sangre, y la vegetación había sido eliminada a base de cuerpos caídos y gritos de auxilio. Parejas viudas y muchachos huérfanos... Padres que enterraban a sus propios vástagos en los campos familiares. Irracional. Y aún así, cierto. El mero hecho de permitir a tus pensamientos volar por el cielo significaba la muerte. Sin embargo, para ellos solo se trataba de un entretenido juego con el que mantener sus mentes ocupadas... Un gigantesco tablero de ajedrez constituido por piezas humanas. Uno más, o uno menos, ¿qué era una vida perdida o ganada? La belleza del existir escapaba de su entendimiento. Los superiores solo deseaban demostrar su poder y su valía, la fuerza de su séquito en lugar de la compasión del mismo. Érase una muchacha que se convenció a si misma, tras el fallecimiento de sus progenitores, que estaba habitando en un sueño. Érase alguien que alzó la voz sin temor sin temer a la horca. A fin de cuentas, no era más que un reino ilusorio. Una mentira dolorosa. Érase una paz llamada guerra.[...]"

Fragmento de los cuentos de Mary.


Sus manos acariciaban con suavidad las hojas del cuaderno que sostenía entre sus brazos. Sus orbes se posaban con dulzura sobre las primeras líneas que había concebido a lo largo de su existencia. Sus labios se curvaban en una tierna sonrisa que demostraba el aprecio que poseía hacia su primer relato. Un quedo suspiro se escapó de sus labios, al tiempo que alzaba la mirada hacia el cielo, sosteniéndole el contacto visual al astro rey durante unos segundos. Los cerezos comenzaban a dejar nacer sus flores, las cuales medraban plagadas de hermosura, sonriéndoles a los viajeros que dejaran caer su atención sobre los árboles portadores de las mismas. Una suave brisa mecía los cabellos castaños de la muchacha recostada contra la azotea del centro educativo. A pesar de que le disgustaba quebrantar las normas y colarse en aquella zona, estaba deseando poder observar la plenitud de la ínsula desde un punto de altura. Cerró los párpados, inmortalizando aquella sensación para el resto de la eternidad.

Una mariposa se posó con suavidad sobre la libreta, observando atentamente a la joven con curiosidad, quien le brindó una alegre carcajada de emoción. Desde su llegada al atolón, escasas fueron las ocasiones de poder disfrutar de lo que el paisaje le ofrecía... A fin de cuentas, no podía olvidar que debía localizar a su hermano... El brillo en sus ocelos se tornó nostálgico, tiñendo sus emociones con un deje de melancolía y añoranza. Se mordió el labio inferior, poniéndose en pie con suavidad. Situó ambas manos sobre la barandilla, inclinando ligeramente su cuerpo hacia delante en un arrebato iluso. Respiró profundamente antes de exclamar.—¡HERMAAAAAAAAAAAAAAANOOOOOOOO!—El resplandeciente insecto fue espantado por el berrido, agitando sus alas en un vago intento por escapar del estruendoso recinto. Un jadeo ahogado se instaló en la muchacha de sedosos cabellos, quien aumentó la fuerza con la que se agarraba al manillar que impedía que cayera.—Cuando era pequeña, esto siempre conseguía que él viniera... Me gustaría tanto poder verle, hay que hablar de muchas cosas... L-Le echo de menos...

De nuevo sus párpados se sellaron, viajando hasta un reino donde todos sus anhelos pudieran ser cumplidos. El escenario a su alrededor se transformó en una torre custodiada por un dragón, alejada del resto de la urbe. Por unos minutos, dejó que le sensación de ser una princesa clausurada en el torreón derrotara a la realidad. Siempre, desde el día de la partida de su allegado, había estado aguardando por el reencuentro. Lo necesitaba para poder reír de verdad, para que sus sonrisas no fueran solo un vago intento por recuperar la felicidad del pasado. No importaba cuan mal la hubiera tratado, ella no se rendiría y lo perseguiría hasta el fin del mundo si fuera preciso. Aún si él le daba la espalda y rehusaba su compañía, no renunciaría a apoyarle y a esperarle con los brazos tendidos. Quizás no fuera apropiado pensar en su imaginación que el caballero no era otro sino su hermano, y que eran sus extremidades las que la rodeaban en un fuerte abrazo... ¿Cuánto más duraría aquella espera? Estaba cansada de aguardar por una reunión...—Paciencia, él nunca ha sido puntual.—Y ante su propio comentario, una alegre e inocente risa se escapó de sus labios. Tarde o temprano llegaría el momento.



Cada segundo era una cuenta atrás hacia él.



Mary Gurlukovich
Mary Gurlukovich
Humano
Humano

Mensajes : 11
Puntos : 250
Fecha de inscripción : 03/08/2013
100%

Volver arriba Ir abajo

○ Érase una vez un reino ○ Empty Re: ○ Érase una vez un reino ○

Mensaje por Jake Gurlukovich Dom Ago 25, 2013 3:34 pm

Imágenes... miles de imágenes le rodeaban por completo, cada una distintas a la otra, cada una mostrando una situación distintas e incluso, un mar de posibilidades.

La imagen de un niño de apenas seis años llorando por el hambre, un niño que llora mientras su madre busca alimento. El niño llora agarrado a las faldas de su madre, que sostiene a una recién nacida con uno de sus brazos, ella por suerte duerme plácidamente.

La imagen de un niño acompañado de su hermana menor, una preciosa niña castaña extremadamente delgada por el hambre. Su madre los observa desde la ventana de su deplorable apartamento, vigilante ante el ataque de cualquier adulto. A pesar del hambre y el lastimero lugar, ambos sonríen, son felices juntos.

La imagen de un adolescente feliz por haber podido acceder al instituto, acompañado de su crecida hermana menor. Ella se ve con más tristeza, casi incapaz de estudiar, todo por cumplir el sueño de su hermano mayor. El sonríe a las dos únicas mujeres de su vida, se promete así mismo sacarlas del apuro, darles una vida de verdad, no vivir en las alcantarillas con las ratas.

La imagen de un chico de veinte años rodeado de fans y guardaespaldas, un joven adulto sonriente, contento con su mayor triunfo. Tras de el, su madre y hermana le acompañan, llenas de ilusión, ellas siempre le apoyaron en su sueño. Se repetía, una y otra vez, que les devolvería el favor, la fe que depositaron en su sueño... ellas cumplieron su sueño.

La imagen de una sombra oscura que se presenta ante Jake, ofreciendo al muchacho unas pastillas que le harán sentir mejor. El las aceptas, cansado de los viajes y los conciertos, ser famoso no era tan fácil como imaginaba en un principio. La primera vez fue extraña, la segunda fántasticas, la tercera maravillosa, las demás un infierno constante de placer y locura.

La última imagen de todas, la más dolorosa, la más horribles y frustrante, era nada más y nada menos que la del muchacho gritando, gritando a las dos mujeres que le dieron todo. Ambas llorando y rogando que lo meditara, que recapacitara en su decisión, más el chico, adicto al veneno, no escuchaba los ruegos de aquellas dos. Les dedicó un último insulto, las últimas palabras de un demente que buscaba el placer en unas pastillas.

"¡Me importa una mierda vuestra opinión! Creedme cuando os digo que nunca más me veréis ni a mi, ni a mi dinero. No sois más que unas chupasangres más, no recibiréis una moneda de mi dinero, malditas muertas de hambre".

Y con esas dolientes palabras... se marchó para no regresar nunca más,  renunciando a las únicas personas que habían creído en el y le querían por quien era, todo por un adicción tonta...


- Pesadilla de Jake

Abrió los ojos lentamente, parpadeando seguidamente por la luz del sol que entraba por la ventana de su habitación. En los últimos días había sufrido la misma pesadilla, más bien... los mismo recuerdos dolientes. Y al mismo tiempo, también habían imágenes de lo que pudo ser de haber sido más listo. Las pesadillas le quitaban el sueño, demasiado cansado, incluso para trabajar. La energía que le identificaba se sustituyó por un constante mal humor, que pagaba con quien se cruzara en su camino.

Su cuerpo estaba lleno de heridas, todas por auto agresión o peleas con habitantes de Jikan, todos "victimas" de la falta de sueño. Ese día no sería tan distinto, miró el reloj y calculó que apenas durmió cinco horas, tres más que la última vez, todo un récord. Somnoliento camino para desperezarse, lavándose el rostro. Se miró al espejo del baño, notando unas enormes ojeras que crecían, dos enormes bolsas negras que le daban el aspecto de un muerto... Avergonzado de su propio aspecto regresó a su cuarto, buscando en la mesilla de noche la medicina que le ayudaría a olvidar. Derecha, izquierda, al fondo... ¿Dónde estaban? Finalmente se topó con el bote blanco con una etiqueta que ponía "Anfetaminas". Abrió el bote con ansias, queriendo olvidar la recurrente pesadilla...pero cuando inclinó el bote nada calló... no le quedaban pastillas.

- Joder... otra vez... odio tener que ir a comprar.- Casi no salía de su habitación ni para buscar comida, era ridículo pensar que se arriesgaba por unas malditas pastillas.

Resignado se vistió con lo primero que pilló fuera limpio o sucio, le importaba muy poco si la gente le miraba mal. Ignoraba las miradas de los alumnos especiales de Jikan, con las manos metidas en los bolsillos iba en dirección Toxic building, la zona de fiesta donde los alumnos más mayores y profesores salían de fiesta. Como en todo el mundo, siempre había una zona llena de "proveedores" dispuesto a darte el material que buscas por un precio...

Paso por el edificio principal por casualidad, en el momento justo en que escucho un grita tan familiar que su corazón dio un brinco.

"¡HERMAAAAAAAAAAAAAAANOOOOOOOO!"

Incluso con tremendo grito la voz femenina sonaba tan dulce y cansada, una voz bien conocida por el pues acudía al momento. Alzó la mirada, alcanzando a ver una figura apoyada en la barandilla de la azotea que desapareció en un segundo. ¿Sería cosa de su imaginación? ¿Era su hermana? ¿Mary allí? ¿Qué demonios pintaba su hermana en un mundo tan cruel? Con lo delicada que era... ella... ella...

Corrió sin pensarlo dos veces, entrando a trompicones al interior del edificio principal, ignorando por completo a los alumnos y profesores que le gritaban por su osadía. Subió las escaleras tan rápido que casi creyó volar, para finalmente alcanzar la puerta de la azotea. La abrió con un fuerte golpe, y en el silencio se escuchó un jadeo desesperada, el cansancio de una carrera por descubrir la verdad... Buscó con la mirada a su hermana, habían pasado tantas años pero la reconocería, siempre lo hacia...

- ¿Mary?- - Susurró suavemente el nombre de su hermana al notar la presencia de alguien más ¿Quién era esa persona? ¿De verdad era Mary?
Jake Gurlukovich
Jake Gurlukovich

Pareja : Dudo tener ~
Inclinación : ○ Érase una vez un reino ○ Iuc
Mensajes : 43
Puntos : 450
Fecha de inscripción : 27/07/2013
100%

Volver arriba Ir abajo

○ Érase una vez un reino ○ Empty Re: ○ Érase una vez un reino ○

Mensaje por Mary Gurlukovich Dom Sep 01, 2013 2:21 pm




Once upon a time ...  
A   W o r l d   W i t h o u t   C o l o r    O r   H u e.



"La distancia no es meta del olvido, lejos he tenido y olvidar no he podido."

El tiempo podía lograr una devastación absoluta... Quizás, los humanos deberían haber situado aquel elemento como la mayor catástrofe natural conocida. Una jornada tras otra, el distanciamiento de dos seres iba formando un abismo ante ellos, con fondo imposible de visualizar. Pudiera ser que si alguno de ellos se atreviera a desafiar aquel barranco, consiguiera llegar al ajeno y estrecharlo entre sus brazos para no volver a soltarlo jamás... No obstante, hallar esa valentía en su interior era un hecho imposible de predecir. Solo quedaba continuar tu camino, desvincularse de la senda de tu ser amado y avanzar sin volver la vista hacia atrás, con un mísero equipaje de mano cargado de recuerdos del pasado que servirían de consuelo en las penurias. Meramente perduraba el ansia de que así como los años aniquilaron una relación, el tiempo volviera a unirte a esa persona tarde o temprano. Una ilusión. Una queda esperanza que se mantendría encendida en tu alma, escondida del homicidio que tu subconsciente buscaría.

Algo semejante parecía deparar el destino para la muchacha de perlados cabellos castaños, que persistía en su intento por traspasar la frontera que la separaba de su hermano. ¿Cuántas estaciones vería circular ante sus orbes para que su deseo se tornara en verdad? Ante su cuaderno en blanco, historias con personajes inventados por su imaginación mantenían su mente entretenida hasta que el reencuentro se produjera. Quizás la llamaran ilusa, mas estaba convencida de que en algún instante, su sonrisa volvería a ser dirigida hacia su familiar. Sus labios se curvaron esbozando aquel gesto, dejando que su pensamientos volasen hacia el futuro. Estaba deseosa de que el destino decidiera sonreírle de una vez. Cerró los párpados, vagando por proyectos e ilusiones amenas que solían rondar sus cavilaciones. ¿Y si algún dragón estuviera reteniendo a su hermano contra su voluntad y él no pudiera verla hasta que fuera eliminada la bestia? ¿Alguna nefasta bruja repleta de verrugas y canas le impedía comportarse con normalidad en el pasado?

En el fondo, la razón carecía de importancia alguna. Ella le perdonaría cualquier acción que hiciera... Un suspiro se escapó de sus labios, empezando a notar el profundo calor de la tarde. El astro rey parecía deleitar a los moradores de la ínsula con una temperatura ambiente arrolladora, que impediría a muchos abandonar la residencia por temor a una insolación. Y cuando al fin había expulsado la melancolía de su alma, sucedió. La puerta de la azotea se abrió, lo que consiguió que la muchacha de largos cabellos se pusiera en pie con temor, balbuceando una queda escusa.—Y-Yo solo estaba...—Y entonces, a sus oídos llegó su nombre pronunciado por el ser que acababa de entrar. Su voz. Alzó la mirada hacia el joven peliblanco. Silencio. Su pulso se disparó, así como sus latidos se tornaron indomables, cual corcel desbocado. El cuaderno cayó de sus brazos, rompiendo la carencia de sonido con el ruido del golpe. La pelicastaña tragó saliva, posando una de sus manos en el pecho con incredulidad. Era él.—¿H-Hermano? ¿E-Eres tú?—Un paso fue dado por la chica con lentitud. Sus labios temblaban sin saber bien que debería decir. Tragó saliva en su avanzar, temblando suavemente. Se detuvo a escasos centímetros del peliblanco, alzando la mano izquierda vacilante hasta acariciar la mejilla del contrario por instinto.—¿Es esto un sueño?—Susurró meditabunda.

La piel del muchacho estaba cálida... Dejó caer su extremidad, sintiendo como las lágrimas se agolpaban en sus orbes. Una fina gota resbaló por el carrillo derecho, dejando a su paso un rastro acuoso a sus ocelos. Sus rodillas cedieron y terminó postrada ante el mayor, en un suave llanto de alegría y una sonrisa en sus labios, mientras no cesaba de repetir las palabras.—Un sueño, esto es como un sueño.—Recuerdos de su infancia nublaron el presente durante un eterno segundo. ¿Acaso sus plegarias habían sido escuchadas por algún ente? Ante ella se hallaba su hermano, aquel muchacho por el que había batallado y renunciado a sus anhelos. Si aquello resultaba ser una fantasía producto de su imaginación, no deseaba despertarse de ella jamás. La felicidad no le cabía en el pecho. Había esperado por aquello tanto tiempo, que temía haber extraviado el recuerdo de las facciones del mayor. Que estupidez... Aquello sencillamente era imposible de olvidar.—Jake... Que alivio, estás bien... Estás... vivo.
Mary Gurlukovich
Mary Gurlukovich
Humano
Humano

Mensajes : 11
Puntos : 250
Fecha de inscripción : 03/08/2013
100%

Volver arriba Ir abajo

○ Érase una vez un reino ○ Empty Re: ○ Érase una vez un reino ○

Mensaje por Jake Gurlukovich Sáb Sep 14, 2013 3:52 pm

Finalmente todo resultaba ser una realidad inamovible... Aquella muchacha de finos cabellos castaños, heredados de su madre, era su hermana, Mary. El corazón de Jake latía a una velocidad casi imposible para un ser humano, el sentimiento de felicidad invadía por completo su cuerpo. Su hermana estaba allí, después de meses de permanecer solo, alejado de su hogar, sus conocidos y la fama, siendo un fantasma entre los seres que estudiaban en Jikan, un número más entre las filas de humanos que servían obedientes a los altos mandos. Un peón, en eso se había convertido en Jikan, un sirviente de criaturas que una vez creyó un mito, atormentado por la naturaleza humano, cuando alguna vez fue el quien se hubiera reído de esos seres por ser antinaturales. Jikan era una academia, un lugar hermoso para estudiar y tener la vida de cualquier adolescente, exceptuando para los humanos, los que allí caían pasaban a ser marionetas bajo el control del mismísimo director. Espera... eso significa.... A medida que sus ojos contemplaban la escena representada por Mary, su mente divagaba en otro asunto más importante respecto a la muchacha. Si Mary había alcanzado la entrada de Jikan significaba que quedaría atrapada de por vida en la academia a merced de cualquier indeseable de raza superior. Ahora el sentimiento de alegría se veía entre mezclado con el de preocupación y temor. Los nervios le dificultaron el movimiento, pero tuvo el suficiente control para arrodillarse a la altura de Mary, posando la mano diestra sobre su hombro derecho. Lo apretó con toda la fuerza que le permitía el cuerpo, no mucha, lo suficiente para crear una molestia pero no para herirla.

- Mary... ¿Qué haces aquí?- Murmuró en primer lugar, examinando el rostro lloroso de su hermana. Detestaba verla llorar, incluso de alegría, le hacia recordar todas aquellas veces que su "medicina" había eclipsado su razón lo suficiente para que su sentimiento de culpabilidad desapareciera al verla llorar tantas veces por la adicción.¿Acaso sabes qué es este lugar?- Embriagado aún con el hermoso semblante de Mary, Jake tuvo que recordar una vez más donde estaban y la razón por la que hacía mucho tiempo que no hablaba con Mary. Secó las lagrimas que rodaban por la mejilla ajena, sintiendo casi el dolor que representaban.

La última vez que vio el rostro de Mary fue el día en que tanto su madre como ella iniciaron una charla seria sobre la adicción que le atormentaba... y en el momento menos preciso en que la droga hablaba por el, incapaz de diferenciar entre la adicción y el amor que sentía por ellas dos. ¿Se arrepentía? Cada vez que recordaba ese día, su corazón le recompensaba con un pinchazo en el corazón, una señal de que todo era culpa suya, sin embargo el orgullo podía lograr que la culpabilidad callara durante largos periodos de tiempo. Lo que más le preocupaba realmente era que Mary estuviera en Jikan, atrapada como el lo estuvo durante tanto tiempo, sin posibilidad de salir.

- Mary... te has encerrado sola en la mayor jaula para pájaros de la historia...- Poco a poco los sentidos de Jake regresaban a la normalidad, despejando su mente de todo tipo de dudas, centrándose únicamente en un tema en particular.- Hacia tanto tiempo que no te veía y... mírate... como has cambiado, te ves tan... mayor... Te has convertido en una chica preciosa.- Mary ya no era aquella niña que necesitaba su protección o cuidado, atormentada por la enfermedad... ¿O su salud continuaría igual?- Dime ¿Aún sufres por la enfermedad? Debo saber cada detalle de tu presencia aquí y los problemas físicos que padezcas... después planificare tu huida de Jikan.- Lo tenia decidido, sacaría a Mary de allí costara lo que costara, aunque eso significase sacrificar su integridad física o ser la mascota de los altos mandos de la academia... incluso se dejaría devorar por una de esas serpientes a cambio de la libertad de Mary.
Jake Gurlukovich
Jake Gurlukovich

Pareja : Dudo tener ~
Inclinación : ○ Érase una vez un reino ○ Iuc
Mensajes : 43
Puntos : 450
Fecha de inscripción : 27/07/2013
100%

Volver arriba Ir abajo

○ Érase una vez un reino ○ Empty Re: ○ Érase una vez un reino ○

Mensaje por Mary Gurlukovich Sáb Oct 12, 2013 11:37 am




Once upon a time ...  
A   W o r l d   W i t h o u t   C o l o r    O r   H u e.



Usualmente, habría deseado poder regresar a la más tierna infancia por siempre. Quizás aquellos tiempos ocasionaran dificultades para sobrevivir, mas estaban plagados de imprescindibles memorias que ansiaba encadenar a sus pensamientos. Cuando la soledad osaba instalarse en su corazón, solía cerrar los párpados y dejarse mecer por el agrio consuelo del ayer. No obstante, en ese momento, su mente estaba anclada al presente, sus pardos ocelos bañados en lágrimas no perdían de vista a la figura del mayor. En ellos, se reflejaba desesperación y ansiedad. Temía extraviarlo de nuevo. La opresión del agarre del peliblanco sobresaltó a la muchacha, que estaba escasamente habituada a la brusquedad. Boqueó en busca del oxígeno que había dejado de inhalar tras la sorpresa inicial, mientras con el dorso de su mano izquierda enjuagaba -o al menos intentaba- los últimos rastros de la excreciones acuosas de sus carrillos.—¿Qué ocurre, Jake?—Murmuró suavemente, tratando de dominar su cuerpo aún cuando no cesaba de estremecerse. Alzó su otra extremidad hasta posarla sobre la del ajeno que reposaba en su hombro. El mundo semejaba haber cesado su avanzar, haberse convertido en un espectador más del suave hechizo que se mecía en el acogedor ambiente. Mary cerró sus párpados, embriagándose con la felicidad que provocaba la proximidad de su hermano. Si el miedo y el desazón en alguna ocasión impidieron el letargo de la doncella, ahora no se atrevería ni siquiera a presentarse en sus cavilaciones. De ahora en adelante, se transformaría en la sombra del albino con tal de que no la abandonase nuevamente. Aunque él llegara a odiarla o despreciarla como en el pasado, la joven se mantendría a su costado, dispuesta a tenderle el sincero apoyo fraternal que el mayor le había brindado cuando no era más que una ignorante e indefensa infante. La cuestión consiguió que Mary regresara a la realidad.

Abrió los párpados con ligereza, dibujando una leve mas contundente curvatura en sus labios. Su labio superior tembló un instante, mientras la adolescente sopesaba las diferentes respuestas que podría ofercerle a su allegado.—P-Pues... Estoy aquí porque quería verte... Te he extrañado muchísimo hermano. Te fuiste sin decir a donde, y tenía mucho miedo de que algo pudiera haberte sucedido. Todos decían que habías muerto... ¡Y yo no quería creer eso!—Vaciló al pronunciar aquellos vocablos. Ladeó el rostro hacia un lado, al tiempo que sus cabellos realizaban la misma acción. La inocencia bailó en sus orbes antes de musitar arrepentida.—¿Hice algo mal?—Por mucho que lo meditara, era incapaz de identificar el error cometido. En su imaginación, había hecho lo que cualquier caballero elaboraría: rescatar a sus seres queridos.—E-Esto es... es un instituto, ¿no?—Meditabunda tras sentir el contacto de la mano del peliblanco secando sus lágrimas, consiguió ponerse en pie. Se tambaleó ligeramente, sorprendida al descubrir que el escenario daba vueltas a su alrededor por la emoción.

Si aquello era un sueño, no deseaba despertarse jamás. Suspiró, sacudiendo el rostro de izquierda a derecha para abandonar la incertidumbre. Aquel era su hermano. Fuera real, o solo un producto de su imaginación. Retomó la sonrisa con más ansias que anteriormente, posando la palma de la mano sobre su pecho, a la altura de su corazón, el cual palpitaba con fuerza... Sí, aquel era un constante recuerdo de que continuaba con vida, respirando y luchando por su futuro. Observó a su hermano con ternura, balanceándose sobre los talones hacia delante y hacia atrás, escuchando sus palabras.—No me he encerrado...—Refunfuñó cual infante reprendida por su hermano mayor.—Solo quería ayudarte por si lo estabas pasando mal... No soy una niña pequeña, ahora puedo cuidarte yo a ti.—Una armoniosa carcajada se escapó de sus labios, derrochando bondad y alegría. Para ella era imposible plantearse la posibilidad de protegerse a sí misma en lugar de a las personas a su alrededor.

Sus mejillas se tiñeron de un poderoso rubor ante los cumplidos del peliblanco.—¡N-No digas tonterías! Sigo siendo la misma de siempre...—Volteó el rostro hacia un lado, frunciendo los labios y tragando con fuerza. Realmente no sabía como comportarse cuando algún piropo le caía encima. Ante el siguiente interrogante sus puños se apretaron con fuerza. ¿Debía acaso mencionar aquellos detalles? No, no era importante. Deshizo la presión a la que se había sometido forzando una sonrisa despreocupada.—No, estoy estupendamente, hermano. ¡Me siento como una rosa!—Rió, contagiándose del aroma que la tarde había traído consigo.—P-Pero... ¡Yo no me iré sin ti! He escrito muchísimo cuentos que quiero que leas, he aprendido un montón de cosas... ¿Qué le voy a decir a mamá si aparezco con las manos vacías? Tú... Tú eres alguien muy importante para nosotras... ¡Te necesitamos, Jake!—Bajó la mirada hacia el suelo, mientras sus labios susurraban en un quedo tono de voz.—Te necesito...

Mary Gurlukovich
Mary Gurlukovich
Humano
Humano

Mensajes : 11
Puntos : 250
Fecha de inscripción : 03/08/2013
100%

Volver arriba Ir abajo

○ Érase una vez un reino ○ Empty Re: ○ Érase una vez un reino ○

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.