Ringo Noyamano *Asha* ( Incompleta)

»NOMBRES & APELLIDOS: Ringo Noyamamo.

»EDAD: 19 // 167.

»SEXO: Femenino.

»ORIENTACIÓN SEXUAL: Pansexual.

»RAZA: Hibrido ( Humana - Demonio ).

»AÑO EDUCACIONAL: Universitaria.

»CASA: NYMPHART.

»SELLO: En un pequeño llavero el cual cuelga de su mochila.

»OFICIO: Camarera.

»DESCRIPCIÓN FÍSICA: (Mínimo 7 líneas, incluidas aquellas en las que se menciona el uniforme estudiantil)

»DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA:


 Es un ser sanguinario, frío e insensible, a la cual no le importaba nada más que ella, nadie se preocupo por ella en su momento, de modo que porque tendría que hacerlo ella ahora ¿? Todos miran y actúan por/para  su por su propio beneficio, no cree que nadie sea capaz de ayudar a otra persona si no quiere conseguir algo a cambio. No confía en nadie. Ve al resto del mundo como insectos insignificantes y molestos, especialmente a los humanos, a los que odia por encima de todo. Ama hacerlos sufrir, maltratarlos y regalarles la peor de las muertes posibles. Con el resto de especies se muestra más bien indiferente, mientras no le molesten, no hará nada contra ellos, sencillamente les ignorara. Lo que más la caracteriza sin duda es la frialdad y carencia de sentimientos. Su rostro siempre se mostrara inexpresivo e imperturbable, ni una mueca de desagrado y muchísimo menos de simpatía conseguirías ver reflejado en su hermoso rostro de muñeca.
Aunque todo esto comienza a cambiar muy lentamente. Por culpa de su prisión humana, se ve obligaba a preocuparse por todo lo que ocurre a su alrededor, por una única razón… si algo le ocurriese a Ringo, ella también sufriría las consecuencias. Eso produce que comience a sentir cosas que creía haber olvidado y exterminado de su ser desde que se volvió un demonio. Aunque esto no quiere decir que sean sentimientos positivos.


Lo que más caracteriza a esta chica es sin duda su increíble, sorprendente y en muchos casos irritante torpeza. Haga lo que haga parece destinada a meterse en algún problema, meter a alguien en algún problema, romper algo, acabar herida, etc. La mayoría del tiempo prefiere estar haciendo cosas tranquilas y poco peligrosas, no es una mujer amante del riesgo, más bien todo lo contrario, es una autentica cobardía. Si pretendes tener un enfrentamiento con ella, será bastante complicado, cuando ve que las cosas se ponen feas, cogerá sus patines y saldrá pitando. Intenta pasar desapercibida, moviéndose por lugares que no estén demasiado concurridos. Esto no lo hace porque sea amante de la soledad, simplemente teme al resto de criaturas, las cuales considera muy superiores a ella físicamente, cosa que son, con las que no tendría ninguna oportunidad si hubiese algún problema “mejor prevenir que curar” Es algo que tiene presente casi todo el tiempo.  
A pesar de ser un desastre y una autentica miedica, Ringo siempre intenta esforzarse al máximo en todo lo que hace. Cuando algo se le mete en la cabeza, intentara cumplir por muy difícil que se pongan las cosas. Es una persona muy responsable y estudiosa, el conocimiento en su pasión, siempre anda investigando sobre todo tipo de cosas.  Este afán de conocimiento es lo que más le motiva para continuar en la academia. Ser capaz de investigar a especies que la mayoría de los humanos creen desconocidas es un regalo que sería de tontos desperdiciar.
Le encantaría poder sociabilizar con ellas, preguntarles sobre su raza e intentar  comprenderlas mejor, pero simplemente le intimidan demasiado como para hacer algo como eso, su miedo a ser dañada por esas criaturas consigue que se limite a observarlas de lejos.  



»PODER(ES): (Máximo 2 poderes, leer las MAGIAS PROHIBIDAS)

»DEBILIDADES: (Una debilidad por cada poder que tengas, menciona todas las que tenga tanto física como psicológicas)

»ARMA*: (Sólo un arma, es algo extra así que no puede tener poder mágico)

»HISTORIA:

Criada en los bajos fondos de Berlín, Asha  tuvo que aprender a buscarse la vida a una edad en la que el resto de niños dormían abrazados a sus peluches y disfrutaban de una vida llena de comodidades y mimos. La infancia de la castaña  poco tenía que ver con ese tipo de vida. Madre prostituta y padre desconocido, Asha fue criada entre las numerosas prostitutas que ambientaban el burdel en el que vivía con su madre. Un ambiente repleto de drogas y violencia, en el que el rey supremo y el cual gobernaba a todos era el dinero. Todos mataban y eran capaces de cualquier cosa por conseguirlo, mas no los culpaba, solo los que pasaban hambre valoraban lo que ese maldito papel podía hacer por ellos.

Con apenas seis años ya se encontraba trabajando para las chicas del burdel como simple recadera, encargándose de que no les faltase de nada, les hiciera la compra o avisara del paso de policías por la zona. De ese modo conseguía ganarse la vida, lo suficiente como para alimentarse y poder vestir de forma decente, nada de caprichos ni antojos, tan solo obtenía lo estrictamente necesario.
La relación con su madre era bastante buena a pesar de todo, se querían y protegían mutuamente, aquello le bastaba a la joven Asha  de seis años. Pero todo cambio el día en el que su madre probó una nueva droga, volviéndose completamente adicta a ella… su vida giraba en torno a ese producto y al modo de obtenerlo. La desesperación de esta mujer por conseguir dinero para su dosis llego a tal punto, que ofrecía el cuerpo de su hija a cambio de unos gramos.

A partir de ese momento la vida de Asha  cambió por completo, volviéndose una moneda de cambió en manos de hombres y mujeres de todo tipo, de los cuales recibía vejaciones y maltratos impensables para una niña de esa  edad. Pensaba en escapar todos los días, todas las horas… pero a donde iba a ir ¿? Como iba a sobrevivir en un mundo tan despiadado, en el que las personas tan solo piensan en si misma…además, incluso tras todo lo pasado, aun quería a su madre y odiaba tener que separarse de ella. Pero de nuevo la vida de este pequeño tomo otro rumbo cuando uno de los “clientes” quiso hacer más de lo que estaba permitido. En uno de los forcejeos con ese tipo, Asha fue lanzada contra uno de los espejos destrozándolo, dejando a la  chico bastante mal herida tirada en el suelo, momento en el que aprovecho el mayor para intentar culminar su violación… Cuando Asha sintió que bajaba sus pantalones, tomo uno de los cristales triangulares cortando su cuello en un desesperado intento de salvarse y escapar de aquel hombre. Al cortar su cuello permaneció inmóvil observando como el tipo se desangraba sobre sus piernas convulsionando.

En aquel momento algo dentro de Asha desapareció… todo el amor, el cariño, la ternura que sentía hacia su madre o compañeras que la habían criado como tal se evaporizo al instante. Solo eran prostitutas a las que lo único que les importaba era el dinero…nadie se preocupaba por ella…nadie…

Una noche especialmente tranquila y de madrugada, la chica de diez  años de edad fue cerrando las puertas de la residencia, una por una, al tiempo que dejaba tras ella un rastro de aceite, llegando hasta la salida trasera, la cual también fue cerrada a consciencia, provocando un terrible incendio en el cual se perdieron numerosas vidas y en el que calcino aquel edificio que tanto detestaba.
Asha abandono el lugar sin saber si su madre era una de las victimas que perdieron la vida en el incendio o si por el contrario se habría salvado, de todas formas ya no le importaba, si no moría por el fuego lo haría por la droga.  

Fue cuando comenzó su nueva etapa en la calle, como ladrón, carterista y cualquier cosa que le diese de comer, apenas podía permitirse conseguir algo de ropa, su aspecto era realmente desastroso y su salud había empeorado muchísimo, su peso era demasiado bajo, algo que no era de extrañar, ya que debía de dar las gracias si conseguía comer al menos una vez al día. Había demasiadas personas hambrientas y muy poca comida. Fue en uno de sus intentos de conseguir algo para comer, en el que la vida de Asha cambiaría por completo…

Aunque ella no era consciente de ello, había alguien quien  seguía todos sus pasos en todo momento desde hace mucho tiempo…un demonio al que el alma torturada y rota de la pequeña le resultaba demasiado atrayente y jugosa, pocas eran las ocasiones en las que dabas con un alma tan oscura a tan temprana edad y aquello era una oportunidad que no podía dejar pasar. No tardo demasiado más en hacer su aparición y cambiar la vida de la chica para siempre.

Un día normal en el que observaba los movimientos de la pequeña, pudo ver como la muy idiota se introducía en el hogar de uno de los políticos más influyentes de la ciudad como si de una rata se tratase, colándose por un diminuto hueco en el murro. Tan solo buscaba algo para comer y si podía robar algo para vender y sobrevivir por una temporada, tampoco estaría nada mal…pero el precio que tuvo que pagar por semejante osadía fue demasiado grande. Asha fue descubierta prácticamente al segundo de poner un píe dentro de aquella casa, siendo capturada y arrastrada hasta aquel hombre, el cual le dedico una mirada de absoluto desprecio y dio la orden de deshacerse de la chica. Total…una rata más o una menos, que importaba ¿?...
Uno de los hombres sacaba su arma, apuntando a la  pequeña, la cual no paraba de llorar y suplicar por su vida, cosa que lo único que provoco en aquellos hombres eran sonoras carcajadas, para luego apretar el gatillo  y dispararle en el pecho. Asha cayó al segundo desplomada, sintiendo como se ahogaba con su propia sangre, aun siendo capaz de escuchar las risas de aquellos hombres… Todos eran iguales… únicamente pensaban en ellos mismos… no había derecho…los odiaba…los odiaba tanto…este mundo y a todos sus habitantes… quería acabar con todos…

“Tanto odio en un alma tan joven…”  Aquellas fueron las primeras palabras que escucho de aquel demonio, el cual apareció frente a ella mostrando una amplia sonrisa socarrona. Había esperado mucho tiempo el momento oportuno para apoderarse de esa alma tan jugosa y ni queriendo hubiese sido capaz de producir un escenario mejor que el que ella misma había producido al introducirse en la casa de aquel humano más corrupto y cruel que muchos de sus compañeros del infierno. Aunque Asha no era consciente, el tiempo se había detenido en aquella habitación, los hombres un se encontrabas con las mandíbulas desencajadas de tanto reír, esperando a que la chica terminase de morir para coger su cuerpo y tirarlo a la basura.
Shedim se inclinaba sobre la chica, observándola sin perder su sonrisa y ofrecer un trato de lo mas irresistible  “Entrégame tu alma…y te daré el poder para vengarte de todos ellos…serás indestructible…”  No había demasiado que pensar, ella quería vivir y si él era capaz de salvarle y para colmo, le entregaba un poder lo suficientemente fuerte como para destruir a los humanos…la elección resultaba demasiado obvia.  
La expresión Shedim no podía ser de mayor satisfacción, al fin obtenía lo que tanto había esperado. Introdujo la mano en el pecho de la menor, tomando su corazón, devorándolo con deleite, nunca había saboreado algo tan delicioso. Con ello, había cerrado el trato, eliminando la última parte de humanidad que podría quedado en ella.  En ese momento, no solo su interior había cambio, su cuerpo también había sido modificado. Su cabello hasta el momento castaño claro, se había tornado en un blanco intenso con destellos plateados, su mirada oscura se había vuelto roja como la sangre, todas las cicatrices, heridas e imperfecciones de su piel desaparecían dejando una piel perfecta, tersa, con un tacto suave, de aspecto delicado. Sus facciones se suavizaron, dotándole de una apariencia de muñeca, pero sin duda lo más llamativo y lo que resultaba la guinda del pastel a ese cambio, eran sus enromes alas en diferentes tonos de gris claro. Que decir que incluso el propio demonio que causo aquellos cambios, quedo sorprendido por la belleza de la pequeña Asha. Tras aquellos cambios, siendo consciente de lo que sucedía y del poder que tenía en sus manos, aniquilo en una fracción de segundo a aquellos hombres sin mostrar ni un signo de arrepentimiento.

Los planes de Shedim cambiaron de nuevo… la idea era apoderarse de su alma y abandonarla a su suerte, pero la atracción que sintió por ella era innegable, tanto por su nuevo aspecto como por su poder…aun cuando se lo había otorgado él, no era normal que fuese capaz de controlarlo al momento de haber sido concedido… Tal vez aquella pequeña brindaría un poco de diversión a su eterna y aburrida existencia.  Y no se equivocaba, en los años en los que ambos viajaron por todo el mundo, Asha entretuvo a aquel demonio caprichoso con sus actos de maldad y extremo sadismo. Disfrutaba observando como la peliblanca daba rienda suelta a su odio y aniquilaba a los humanos como si de insectos se tratasen.

Más de un siglo había transcurrido desde aquello y el aspecto de Asha se mostraba como el de una hermosa joven de diecinueve años. Llegados a ese punto, la relación entre ambos, había pasado a ser algo más que el de aprendiz- maestro. Aunque Shedm hubiese perdido prácticamente la cabeza por ella, Asha no era capaz de corresponder a sus sentimientos, simplemente, no era capaz de sentir nada. Ni si quiera recordaba porque seguía maltratando y asesinando a los humanos, su vida pasada se había convertido en un vago recuerdo, al cual cada vez se hacía más difícil acceder. Tanto odio, rencor, desesperación, despecho  y resentimiento no habían servido para nada… se encontraba vacía. Lo único que de vez en cuando conseguía hacerle sentir algo, eran sus continuos ataques a los humanos, los cuales se hicieron cada vez más frecuentes y salvajes. Llegando a un punto, en el que el propio Shedim tuvo que poner freno a las acciones de la joven demonio. Este suceso produjo un fuerte enfrentamiento entre ambos, Asha no permitiría que le arrebatara lo único que le hacía sentir algo y él no permitiría que la chica que se había salvado y quien poseía ese poder gracias a él le desobedeciera de ese modo.  
Por muy poderosa que fuese, Asha no era rival para Shedim. La peliblanca quedo destrozada en esa batalla, pero aquello no sería suficiente para castigar semejante insubordinación. Había que recordarle a la menor de donde había salido y gracias a quien poseía tal poder. La mente del demonio ideo un castigo de lo más original para ella.
Shedim creó una curiosa prisión…se trataba del cuerpo de una humana normal,  la cual albergaría a su joven e irrespetuosa compañera, sin ser absolutamente consiente de nada.  Asha se verá obligada a vivir de nuevo como una vulgar humana…no…aun peor… se vería obligada a convivir con una humana la cual no era consciente que se encontraba en su interior. Y para mas sorna por parte del demonio, no fue simplemente dejada en cualquier lugar… Shedim dejo a su nueva creación en una isla en la cual convivían numerosas especies, todas superiores a la humana.  Para colmo la que era su prisión, parecía una inútil dentro de los inútiles, no sabía cómo se las arreglaría para sobrevivir sin ser capaz de usar sus poderes, ya que si en “contenedor” moría, ella también lo haría.

La primera vez que Ringo abrió los ojos, se encontraba en aquella isla, pensando que era una humana normal, la cual había llegado a ese lugar para estudiar como una chica normal, aunque era consciente de que el lugar albergaba especies que podrían resultar realmente peligrosas para ella y con las que tenía que tener cuidado, Ringo no tenía demasiado miedo…Bueno, no, realmente estaba aterrada al pensar en el lugar en el que se encontraba, repleto de demonios, vampiros, shinifamis, etc… Porque demonios su padre le había mandado a aquélla academia ¡! ¿? No podía ir a una normal como el resto de sus amigos ¿?...Muy a su pesar, no le quedaba otra que afrontar todo aquello ella sola… o eso era lo que pensaba hasta que fue aceptada en la casa de Nymphart  y le fue entregada una pequeña cría de zorro, a la que llamo Kyo.



»EXTRA*: (Todo lo que no abarca lo anterior. Ejm: Gustos, disgustos, hobbies, habilidades)

»IMAGEN:

ASHA:

RINGO:

»PROCEDENCIA: (Nombre Real del Personaje - Anime|Manga|Videojuego del que proviene)