Yukiko Lamperouge [TERMINADO]

»NOMBRES & APELLIDOS: Yukiko Lamperouge (nacida Ström Sterk)

»APODO: Yuki (escasamente usado)

»EDAD: 17, tanto biológica como en apariencia.

»SEXO: Femenino

»ORIENTACIÓN SEXUAL: Heterosexual

»RAZA: Híbrido (hija de un tritón y una valquiria)

»AÑO EDUCACIONAL: 2do

»CASA: Haradrim

»SELLO: Colgante de plata con una serpiente enroscada

»OFICIO: Periodismo

»DESCRIPCIÓN FÍSICA: Yukiko es alta para la mujer humana promedio, pero muy baja para las valquirias. Mide aproximadamente metro setenta. Su piel es bastante pálida, consecuencia de su origen nórdico, pero su cabello es corto y negro, muy oscuro, como herencia de su padre latino. Padece heterocromía. Uno de su ojos es de un vivo verde esmeralda, el otro rojo como la sangre. Esto le causa ciertos problemas de visión, nada demasiado grave, pero afecta a su lectura, cosa que le hace odiarlo. Constitución huesuda, bastante delgada, sin muchas curvas ni una gran figura. Generalmente viste el uniforme estudiantil. En verano, consiste en una blusa blanca de mangas cortas, un vestido verde y un pañuelo rojo. En invierno, se compone de camisa blanca, casaca azul, falda volada azul a cuadros, medias azules y un lazo verde. El equipo deportivo consiste en un vestido corto blanco con cuello y puños verdes. Pero, cuando no usa el uniforme, acostumbra a vestir ropa muy cómoda y práctica, ancha y ligera, usualmente en colores negros, grises y blancos.

»DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Seria, discreta, callada, inteligente, tranquila. Esas serían las palabras que pensaría cualquier persona que viera por primera vez a Yukiko. Arrogante, orgullosa, desconfiada, cínica, manipuladora. Esos adjetivos le adjudicaría quien conviviera un poco más con ella. Todos son correctos, en mayor o en menor medida. Yukiko es de esa clase de personas que se comportan como si hubieran sido educados por la mismísima reina de Inglaterra. No habla cuando no debe hablar, no come cuando no debe comer, no muestra sus emociones cuando no debe mostrarlas... Bueno, en realidad, no muestra sus emociones bajo ninguna circunstancia. Pero, ¿qué se cuece tras esta apariencia de chica tranquila y recatada? ¿Quién es Yukiko en realidad? Es alguien astuto, que aprendió a pensar primero en sí misma y luego en los demás. Es alguien que no hace absolutamente nada, que no toma ninguna decisión, sin meditar muy bien qué beneficios podría traerle. Alguien sin escrúpulos cuando se trata de conseguir lo que quiere. Es esa persona a la cual, si le caes mal, te manda a la mierda de tal forma que parece que fueras tú el que está contra ella.

Yukiko siente. Parece que no, pero siente. Más escondida aún que su cinismo, su arrogancia y sus aires de superioridad, está la determinación de dar la vida por aquél a quien crea merecedor de ello. Simplemente no encontró aún una sola persona en el mundo a quien considerara digna de querer.

»PODER(ES): HABILIDADES ACUÁTICAS: como hija de un tritón, Yukiko, si bien no puede obtener cola ni respirar bajo el agua, si tiene  una conexión muy importante con el agua. Nada el doble de rápido que el mejor nadador profesional humano, y tres veces más veloz que el humano promedio. Su capacidad pulmonar es de una media hora aproximadamente (3 a 5 posts, dependiendo de su contenido), lo que significa que, si bien tiene un límite, puede pasar largos períodos bajo el agua sin problemas. Por último, el agua acelera ligeramente el proceso de cierre de heridas, pero no es algo muy llamativo, nada demasiado sobrenatural (digamos que una herida que debería cerrar por completo en tres días cierra si está constantemente húmeda en uno y medio o dos).
CRIOQUINESIS: Un muy leve control sobre la nieve y el hielo, vestigio de su herencia valquiria. Lo único que le permite es crear una ligera escarcha con sus manos y, a lo sumo, en ciertas ocasiones un puñado de hielo o nieve.

»DEBILIDADES: Su principal debilidad es no tener por el momento a nadie por quien luchar, a nadie que le importe. Los pequeños problemas de visión, causados por la heterocromía. Escasa fuerza bruta (que compensa con cierta agilidad). Una tendencia a racionalizarlo todo, y al autocompadecimiento. Arrogancia y presuntuosidad, orgullo demasiado grande. Tiene severos problemas para soportar el calor debido a su crianza en zonas heladas.

»ARMA: Daga de plata con su nombre grabado

»HISTORIA: Alastair James era muy joven, según los estándares de los tritones, cuando decidió dejar las conocidas aguas caribeñas y dedicarse a recorrer mundo. Como cualquier ser de su edad, inmediatamente quedó impresionado por todo lo que vio. Nuevas culturas, nuevos países, nueva gente, nuevas formas de vida. Y, como cualquier ser de su edad, conoció a nuevos "amigos" de los que nunca volvería a saber nada, y estuvo con nuevas mujeres a las cuáles jamás contactaría otra vez. En medio de todo aquello, durante su estadía en zonas bañadas por el mar Báltico, conoció a una guerrera valquiria, Maka Sterk. Fuerte como ella sola, un hueso duro de roer. Pasó más de un mes tratando de que se rindiera a sus encantos, una vez lo hizo, nunca más la volvió a ver. Alastair no era malo, ni egoísta. Solo era un joven algo estúpido al que, como a la mayoría de gente de su edad, no se le ocurría pensar en que sus actos podían traer consecuencias. Y vaya si las tuvieron. El 19 de noviembre de 1996, Maka dio a luz a la hija de Alastair, Ström Sterk.

Dicen que el sufrimiento más grande del cual puede se víctima una mujer es llevar dentro suyo al fruto de la unión de ella misma con un hombre de otra especie, y después hacer que este salga de su vientre. No sé si esto es cierto en todos los casos, pero, según la hermana de Maka, Naomi, ella fue un perfecto ejemplo en lo que a ello respecta. Maka sufrió un embarazo muy doloroso, y tas el complicadísimo parto, falleció.

Era obvio que Naomi no aceptaría de buen grado cuidar de aquel vástago que le había arrebatado a su hermana menor. Desde el momento en que la vio supo que tenía que dejarle bien claro que la muerte de su madre era su entera responsabilidad. Y si las palabras no bastaban para que aquello le entrara en la cabeza, un par de golpes bien dados sí lo harían. En cualquier otra comunidad lo habrían notado enseguida, pero para la tribu de guerreras valquirias aquello era lo más normal del mundo. "Se habrá caído jugando en donde no debía, o estará entrenando para luchar desde antes que nadie para demostrar que puede alcanzar nuestro nivel aun sin ser una valquiria por completo".

Pero la especialidad de Ström nunca fue la fuerza bruta. Su herencia valquiria había dejado de lado este aspecto, resultando débil incluso para otras especies. Solo en unos pocos arranques demostraba algo más de poder, pero era casi nulo comparado con el de las valquirias puras. Si hubiera entrenado, tal vez podría haber llegado a ser una de las más débiles de ellas, pero al menos alguien aceptable. Pero la niña pronto comprendió dos cosas. Una: que lo que valía en ella no era su fuerza, sino su cerebro. Y dos: que a su comunidad de valquirias no les gustaría nada averiguar eso. Así, empezó a leer a escondidas, cuando nadie pudiese verla. Trató de dominar esa arraigada costumbre innata que poseía de replicar a cada desafío con astucia y no con golpes. Intentó compensar su falta de fuerza con agilidad. Pero, inteligente como era, sabía que no duraría mucho en ese lugar. Cumplió los diez, y las mujeres se empezaron a preguntar por qué no se peleaba con las demás niñas. Cumplió los once, y todas comenzaron a notar que sus músculos no se desarrollaban. Cumplió los doce, y empezaron a darse cuenta de que Ström casi no había heredado características valquirias. Cuando cumplió los trece, decidió que había llegado el momento de irse.

Había tenido tiempo de probar en muchas ocasiones sus habilidades acuáticas, herencia paterna. Así que, si bien le resultó difícil, no fue imposible llegar a su destino. El Océano Pacífico. Un gran archipiélago en mitad del mismo. Japón. Había investigado entre grupos de tritones y sirenas que habían conocido a su padre, y, aunque había obtenido muchas respuestas y la mayoría muy vagas, esta había sido la que más había brillado. No lo conocía de nada, pero no tenía nadie más a quien acudir.

Así, tratando de pasar desapercibida, Ström Sterk se convirtió en Yukiko Lamperouge, residente en un orfanato japonés. Libre de las ideas valquirias, allí podía ser tal y como quería. Pero no tenía a nadie, nadie quien le importara. Y el rastro de su padre era completamente inexistente. Parecía haberse esfumado. Solitaria, cruel y sin sentimientos, aquella Yukiko de catorce años creció rodeada de humanos, sin amigos y sin familia. Pronto abandonó la esperanza de recuperar a su padre y se resignó a vivir sola.

Hasta que, poco después de su decimoséptimo cumpleaños, Yukiko escuchó rumores entre las sirenas y tritones sobre un portal. Un portal situado en las profundidades del Pacífico que la llevaría a un mundo donde los diversos tiempos, espacios y razas coexistían armónicamente. Al principio, Yuki lo vio como algo muy utópico, pero luego se planteó la posibilidad de que aquello pudiera ser cierto.

Su entrada a este mundo no fue en medio del caos y el miedo, sino de una completa seguridad. Al menos aparentemente. Ya hemos dicho que Yuki se niega a demostrar sus sentimientos, pero eso no significa que no los tenga. Tremendamente asustada, como cualquier otra persona, ante lo desconocido, se dirigió al edificio central fingiendo competa seguridad. En cuanto le hablaron de las casas, supo al instante a cuál pertenecía. Haradrim era todo lo que ella siempre había sido y siempre se había sentido obligada a ocultar. Al igual que Mörderska, la nueva mascota que le habían otorgado aún en un huevo, Yukiko era una serpiente desde mucho antes de llegar a Jikan. Inteligente, astuta, egoísta. Había nacido para ello.

»EXTRA: Dicen que toda persona fría y con problemas para expresar sus sentimientos tiene una vía de escape, una afición o habilidad en la cuál puede mostrarse tal cual es, romper con su imagen de inmutabilidad. Yukiko posee dos. La primera es la natación. Cuando nada se siente libre. Y descarga mediante brazadas fuertes todos los sentimientos que no libera con palabras. El otro es el periodismo. Siempre lo observó con admiración, la idea de transmitir la información de tantas formas distintas. A veces, clara y directa. Otras, sesgada e injusta. Ambas le apasionaban. Poder decir la verdad sin temer a las consecuencias, porque no es tu verdad sino la del otro. O poder mentir de la forma más descarada posible y que tanta gente caiga en el engaño.

Yuki también ama con todas sus fuerzas la lectura. Otra vía de escape menos activa y eficaz, pero igualmente agradable. Sin embargo, algo que nunca supo apreciar es la música. Simplemente no la entiende.

IMAGEN:

»PROCEDENCIA: Mei Misaki - Another