Primer día de trabajo

Era realmente temprano aquel día. Quizás era la primera vez que me ponía tan nervioso solamente por el hecho de hacer clases a personas que eran similares a mí, que seguramente también habían sufrido ciertos problemas en el mundo de los humanos y que por eso habían llegado a esta academia, para estudiar tranquilos. Miré por la ventana, todavía era oscuro y no amanecía, así que al mirar el reloj me di cuenta de la hora, eran las 04:30 de la mañana, normal que no amaneciera, por ende me dirigí a mis estanterías llenas de variados mangas que había leído un centenar de veces y que seguiría haciéndolo. Elegí uno al azar, claro que el tomo número 1 y empecé a leerlo.

Pasó bastante tiempo desde que comencé mi lectura y no me percaté del avance del tiempo, solamente la luz del día me hizo recordar que tenía que llegar temprano a la sala de profesores y presentarme ante mis nuevos compañeros de trabajo, así que me dirigí al baño para ducharme y arreglar mi ropa de trabajo, la cual sería más o menos formal por ser el primer día. Dentro de mi armario, encontré la clásica camisa negra, el pantalón de tela negra, la chaqueta azul oscura y los zapatos negros, sin elegir corbata para este día. Terminé de vestirme tranquilamente y luego volví a tomar mi manga para dirigirme a la sala de profesores correspondiente, aunque me quedaban bastantes dudas sobre mis posibles alumnos y posibles compañeros de trabajo.

En el camino, el cual estaba alumbrado aún por las luces artificiales, debido a que no estaba completamente amanecido, calculando que eran alrededor de las 06:45 de la mañana iba concentrado leyendo aquella manga que ya me tenía tremendamente atrapado, por su temática y por sus dibujos. Al llegar a la sala de profesores, abrí la puerta y entré para buscar mi escritorio y dejar mi chaqueta en la silla, para dirigirme a buscar un café y volver a sentarme, mientras leía tranquilamente el manga.