Ficha de Hibiya Amamiya }

No es extraño que lo confundan con un niño de unos 12 años pues su baja estatura y sus rasgos físicos tan poco desarrollados, es inevitable confundirse aunque cuando activa Vínculo Espiritual, hay que tragarse esas palabras ya que su composición es musculosa en algunas partes de su cuerpo, esbelto y proporcionado a su edad. Cuando esto sucede, muchos se platean la duda de cual de los dos Hibiyas es el "original" cuya respuesta sería que ninguno de ambos es falso. Es castaño, de pelo corto y de ordinarios ojos chocolate más claros que la tonalidad de su cabellera. Dentro de la institución, viste el uniforme correspondiente a su casa que consiste en una camisa blanca a rayas, una corbata verde, unos pantalones largos del mismo color y el clásico calzado oscuro de colegial. Fuera, no se lo plantea mucho: una camisa de manga corta azul, un chaleco fino blanca con capucha, unas bermudas marrones y unas sandalias del mismo color. Al transformarse, su ropaje también cambia pasando a llevar una camisa blanca de botones, una chaqueta negra, unos vaqueros largos y unas deportivas clásicas.

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Veamos, a simple vista se le puede considerar un joven simpático y amable que aun así, evita demostrar muestras de afecto constantemente a personas que acaba de conocer de lo tímido que puede llegar a ser sobre todo si son mujeres ya sea de su edad o más mayores en la primera conversación. Es de la clase de persona que da igual lo que le hagas cuando algo melancólico o triste se le mete de la cabeza. Resulta complicado volver a verlo sonreír ignorando prácticamente cualquier acción del compañero que trata de animarlo con lo que puede; hasta que él mismo no lo supere por sí solo, le seguirá dando vueltas hasta que acabe el día o incluso puede tardar más tiempo en regresar como era. De todos modos, resulta curioso el nivel de madurez que ejerce este personaje en comparación con otros críos de su engañoso físico no perdiendo el más mínimo detalle de lo que le ocurre al rededor y capaz de tomar decisiones sensatas él solo como si se tratara de un adulto ¿Exagerado? Para nada, aunque cabe destacar que al fin y al cabo, conserva una parte más infantil y con falta de cariño, y por no verse en ridículo o débil, opta por tragarse sus propias lágrimas hasta un punto que le es imposible contenerse. Un poco cobarde y asustadizo ante lo que desconoce, consigue reunir el valor suficiente y tratar de superar sus miedos uno antes o más tardíos que otros, pero lo logra finalmente y si tiene que proteger algo o alguien sumamente importante y valioso, lo defenderá con uñas y dientes incluso por dentro esté muerto de miedo. También se contradice innumerables veces cuando esta nervioso diciendo cosas opuestas a lo que realmente esta pensando o siente completamente avergonzado o por tema de orgullo.

En el estado Vínculo Espiritual, el significado de la palabra cobardía y rendición no lo conoce al igual que algunas otras como timidez que se nombraron anteriormente relacionadas con su parte introvertido. Seguro de sí mismo, sincero y echo un zorro en asuntos de planificación y astucia. Esta faceta suya es extremadamente raro verlo derrumbarse por cosas incluso impactantes para una persona de mentalidad normal. El optimismo ante todo y las infantiladas al final del todo cuando se haya terminado el trabajo y se le puede permitir un pequeño descanso incluso puede darle por chinchar a sus camaradas y más aún si son mujeres con acercamientos inesperados o acciones impredecibles y directos. Lo que sea por verlas nerviosas. Sin embargo, hay que tenerle mucho ojo. Es una caja llena de sorpresas ya que cuando un encargo lo tiene más que superado, juega un poco a lo "soy idiota" dejándose coger y haciéndose el idiota de turno pero con... Estilo (?)

- Enfoque: Capacidad que tiene Hibiya de percibir objetos, detalles del terreno o la presencia de vivos y no-vivos como por ejemplo fantasmas, espectros y espíritus desde una vista aérea. Abarca una distancia de 10 metros sin embargo, no puede ver a través de cuerpos sólidos como paredes o similares; incluye los problemas atmosféricos como neblinas, ventiscas, tormentas de arena. En gran abundancia de agua (mares, océanos, ect) y en la oscuridad, ve perfectamente. También "por así decirlo", se puede adelantar a la muerte pues es capaz de detectar la presencia de "La bruma", un espíritu que representa sus miedos y que allá donde vaya, al cabo de unos segundos sucede un desastre. Este poder se ve cancelado si sus ojos se ven dañados o no tienen visión pues necesita un tiempo de canalización con estos completamente abiertos que se verá más prolongado cuanto más lejos desee ver y más vulnerable se vuelve. Cuando la habilidad es activada, físicamente se aprecia que sus orbes han cambiado a ser rojos. Solo se podrá castear 2 veces por tema.

Vínculo Espiritual: Al haber afrontado su miedo a la muerte, ha logrado sorprender a La Bruma y éste cuando Hibiya quiere, puede llamarlo y sincronizar sus almas. El chico adquiere nuevas capacidades en combate. Cuando se realiza la fusión, el shinigami activa automáticamente Enfoque y su cuerpo cambia aparentando ser más mayor y borrando toda existencia de su timidez y cobardía. Es beneficiado en fuerza, agilidad y velocidad un 8% cada vez que vaya superando más temores o los vaya eliminando pues si sucede justo lo contrario, es decir, si no logra superarlos o aparecen unos nuevos, todas las características nombradas se verán perjudicadas un 5%. En este estado, mantiene la cordura a todo momento y su mente no será reseteada cuando regrese a la normalidad; aun así, la bruma es muy astuta y en su subconsciente tratará de engañar a Hibiya para volverlo débil y aprovechar una oportunidad para apoderarse de su cuerpo.

Arma: http://api.ning.com/files/L7*aHvOD3XCxiAfQr9jeWQ6fDArn-D3vT4w7lJLcj2AK38eRJkLrnukuHFSut4aCBSVWqwr0tllgrxIULatIaNEpugTGuZoD/bankai_sword_sm3.jpg

Nos situaremos en Hiroshima, Japón en el seno de una familia normal y corriente cuyos ingresos tampoco era cosa de otro mundo sostenidos por el salario de un humilde cocinero en su propio restaurante mientras que la mujer se dedicaba a trabajar en la prensa. La formación de este matrimonio conllevó al nacimiento de Hibiya, un muchacho que vivía ajeno a los problemas con la única preocupación de divertirse. Con la edad de 7 años, se hizo amigo de Hiyori, una muchacha la mar de simpática que nunca imaginó que al cabo del tiempo empezaría a desarrollar otro tipo de sentimientos nunca imaginados más allá de una mera amistad por parte del muchacho.

Un día con sus 12 años recién cumplidos, salió a dar una vuelta con aquella joven con una gran sonrisa de oreja a oreja. Para nada esta última se había percatado de sus sentimientos por lo que se tomó el paseo como algo la mar de normal incluso rutinario. Lo inevitable sucedió que cuando fueron a cruzar la carretera, un mero pestañeo del castaño hizo que por escasos segundos, se viera envuelto en una situación tétrica y peliaguda: Ahí estaba él, sosteniéndose de rodillas en el suelo mientras que entre sus brazos estaba el cuerpo inerte de la chica ensangrentada. Ni si quiera se molestó en limpiar sus lágrimas que desaparecieron al hacer contacto con el alquitrán endurecido ¿Qué ha pasado? ¿Cómo había sucedido todo tan rápido? La risa de un muchacho parecido a Hibiya hizo que volviera a vivir otra pesadilla.

Sonó el despertador; 12: 28. Lugar de encuentro: El parque.
Sentado sobre un columpio, le daba conversación a Hiyori que encima de su regazo, un gato dormía profundamente mientras el sonido de las cigarras ambientaba la escena- "Odio el verano" -Dijo la fémina sin una pizca de delicadeza observando a su amigo que de un salto se puso en pie y acomodó sus brazos alrededor de su nuca indiferente sin despejar sus manos de ese mismo lugar. En eso, el felino bajó al suelo y salió corriendo atravesando el paso de peatones. La morena, lo persiguió e ignoró el semáforo en rojo. El chico se apresiró a gritar su nombre y de alzarle una mano pero fue demasiado tarde, lo siguiente fue observar como un camión pasaba por encima de ella. La sangre se desperdigó por todos lados manchando el vehículo, la carretera, el asfalto y las prendas de su amigo que con náuseas, no le quitaba la vista de encima del cadáver. Nuevamente, aquella risa lo rompió todo.

Otra vez en el parque, mismo hora, misma situación.
Un segundo, esto es muy raro ¿No es lo mismo con lo que soñó ayer? El gato negro azabache volvió a huir. Con las intenciones de ir a atraparlo, Hibiya la frenó tomándola de la muñeca y diciéndole- Debo ir a casa por hoy -La chica asintió sin esperárselo y empezaron a caminar. Las personas de alrededor miraban hacia arriba con el brazo extendido señalando algo. Curioso, siguió la dirección con la mirada. Luego, fue empujado por su acompañante por la espalda y el sonido metálico de unas vigas de acero atravesaron a la muchacha repitiéndose aquella escena de rojo. Un desgarrador grito de dolor rebotó entre los postes. La locura y la desesperación iba en aumento y nuevamente en primera fila, el misterioso chico se burlaba y se reía del castaño que seguía en estado de shock sin poder hacer nada menos ver por última vez la sonrisa de su amiga antes de que desapareciera.

Y así se estuvo repitiendo el mismo proceso una y otra vez sin reparo donde La Bruma no paraba de recordarle de que no se trataba de ninguna broma entre carcajadas y más burlas ¿Por qué era siempre igual? ¿Por qué a él? Los años pasaban y seguía encasquillado en aquel bucle. Harto, se cansó y quiso darle un final que nunca antes había probado; otra vez, el animal salió corriendo y en eso, el chico saltó al frente, apartó a Hiyori de un empujón y el camión se lo llevó por delante. Aquel conocido fluido se desperdigó por los distintos rincones del asfalto mientras que el rostro de terror y asombro se dieron en los de la chica y la mismísima Bruna que sorprendida, acabó derramando lágrimas junto a la morena mientras que le pareció entender lo siguiente de los labios del agonizado muchacho- ¡Toma eso! -Los días de verano habían acabado. Por otro lado, Hibiya estuvo sumergido en la más profunda oscuridad hasta que la presencia de su enemigo le propuso una segunda vida cerca de la joven que tanto quería. Sin nada que perder, aceptó y renació como un Shinigami en un mundo totalmente desconocido sin rastro de su hogar. Solo con la única compañía de La Bruma, le aconsejó inscribirse en el instituto Jikan donde a lo mejor encontraría algún modo de regresar con ella que en realidad, en el plano donde esta el muchacho, esta muerta siendo engañado otra vez. Perteneciente a la casa Haradrim, actualmente Hibiya convive con sus compañeros de clase rechazando el regalo que le hicieron: una serpiente.



Nombre: Hibiya Amamiya.
Edad: 15 años.
Apodo: No tiene.
Raza: Shinigami
Curso: 1er año
Casa: Haradrim
Sexo: Masculino.
Oficio: Camarero en estado Vínculo Espiritual.
Orientación sexual: Heterosexual.
Sello: Una banda que rodea su antebrazo derecho que tiene el símbolo de Haradrim.

Gustos:
- La calabaza.
- El carne de todas las clases.
- Los videojuegos, recreativos, ect.
- Las chicas lindas.
- Tener alguien en quien confiar.
- Hacerse el machote.
- Los dibujos animados, caricaturas, ect.
Disgustos:
- Su nombre.
- Cualquier pescado pero sobretodo el sushi.
- Los gatos (le traen malos recuerdos).
- El olor de la sangre.
- La lectura.
- El completo silencio.
- Que toda la responsabilidad caiga sobre él.
- Matar.
Miedos:
- Seguir siendo un cobarde para siempre.
- No poder controlar Vínculo Espiritual.
- Caer en las provocaciones de La Bruma.
- Perder algún ser querido.
- Volverse a enamorar.

Procedencia: Hibiya Amamiya - Kagerou Project