Invitado
Conectarse
¿Quién está en línea?
En total hay 19 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 19 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 86 durante el Jue Oct 24, 2024 9:07 am
Últimos temas
• N O R M A L E S•
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Un oscuro despertar(PUBLICO)
3 participantes
Jikan Highschool :: Papelera :: Papelera
Página 1 de 1.
Un oscuro despertar(PUBLICO)
Abrí lo ojos,tratando de ubicarme; lo primero que vi fue el techo, color blanco inmaculado,después gire la cabeza y pude ver una especie de sala de operaciones,nada interesante. Se escuchaba el regular pitido de lo que supuse, era un monitor que controlaba mi actividad cerebral.
Estaba en una cama,cubierto por una sabana blanca, y tenía las alas apoyadas en soportes acolchados, a los lados de esta,las sacudí un par de veces, molesto por su rigidez, lo cual atrajo a los médicos y enfermeras como a las abejas la miel; se pusieron todos a la vez a palparme y hacerme preguntas, para luego seguir hablando sin dejarme responder; Quien cojones se habían creído que eran esos imbéciles; sacudí las alas de nuevo, esta vez para sacármelos de encima, arrojándolos al suelo, y trate de levantarme, solo para descubrir que una cincha aprisionaba mi cuerpo. Furioso,rompí los agarres de mis manos, y arranque aquella cosa , apartándola de mi camino.Me levante y comencé a caminar hacia la puerta, pero una enfermera me agarro por el brazo diciendo: -No puedes moverte todavía, hay que hacer algunas pruebas aun, podrías tener una hemorragia interna, no puedo dejar que...-. No termino la frase, por que yo la agarre por la bata, y la lance al otro lado de la habitación, donde choco con un estante.
-No necesito esas pruebas, nunca me había sentido mejor-. dije mientras observaba mis alas negras extendidas,me sentía genial,hacia mucho que no podía salir,todo por culpa del maldito mojigato que era su otro yo,pero ahora era el quien tenía el control.
Empujo la puerta,saliendo al exterior,donde se encontró en un pasillo, al final del cual había un ascensor,me acerque y pulse el botón, esperando a que llegara, y luego entre,pulsando el único botón de subida que había. Cuando se abrieron las puertas, me encontré en un pasillo distinto, y me dirigí a unas puertas dobles, las cuales atravesé, para encontrarme con alguna clase de recepción, donde una joven de cabellos castaños que estaba tremenda estaba sentada en un banco con cara de preocupación.
Rebusque entre los recuerdo de mi otra mitad; La chica se llamaba Alice, y por lo visto un accidente relacionado con ella era el responsable de mi liberación.
Me dirigí a ella, y apoye la mano en su hombro, hablándole con voz suave y bromista. -A que viene esa cara tan larga, ni que se hubiera muerto alguien Alice-. Estaba deseando descubrir donde estaba, y lo que podía hacer ahora,llevaba mucho tiempo esperando una ocasión asi, y ahora pensaba aprovecharla al máximo, iba a divertirme mucho,por lo pronto, no estaría de mas camelarme a la chica,para que asi tuviera alguien que me guaira, ya que los recuerdos de mi otra mitad, estaban algo confusos y tardaría en ordenarlos, en fin, era lo que había.
Estaba deseando descubrir como había cambiado el mundo en mi "Ausencia" de todas formas pronto lo descubriría,pero lo primero era ganarme a Alice, ella debería ser fácil de manipular, ya que de momento no debería ser consciente de que yo no era el Jael que conocía, me resultaría sencillo persuadiría de que todo era normal, luego podría utilizarla para descubrir cosas sobre aquel lugar, me fije en que ella tenía una especie de pequeño zorro en las manos, y lo que era mas raro aun, un dragón en el hombro, pues creía que aquellas criaturas se habían extinguido hace mucho tiempo, estaba claro que estaba desfasado, pero ella me ayudaría a "actualizarme" Por otro lado era todo un bellezón, tal vez podría hacerla mía, aunque eso era muy arriesgado de momento, pero mas tarde... tal vez, estaba impaciente por hacerla caer en mis brazos.
Estaba en una cama,cubierto por una sabana blanca, y tenía las alas apoyadas en soportes acolchados, a los lados de esta,las sacudí un par de veces, molesto por su rigidez, lo cual atrajo a los médicos y enfermeras como a las abejas la miel; se pusieron todos a la vez a palparme y hacerme preguntas, para luego seguir hablando sin dejarme responder; Quien cojones se habían creído que eran esos imbéciles; sacudí las alas de nuevo, esta vez para sacármelos de encima, arrojándolos al suelo, y trate de levantarme, solo para descubrir que una cincha aprisionaba mi cuerpo. Furioso,rompí los agarres de mis manos, y arranque aquella cosa , apartándola de mi camino.Me levante y comencé a caminar hacia la puerta, pero una enfermera me agarro por el brazo diciendo: -No puedes moverte todavía, hay que hacer algunas pruebas aun, podrías tener una hemorragia interna, no puedo dejar que...-. No termino la frase, por que yo la agarre por la bata, y la lance al otro lado de la habitación, donde choco con un estante.
-No necesito esas pruebas, nunca me había sentido mejor-. dije mientras observaba mis alas negras extendidas,me sentía genial,hacia mucho que no podía salir,todo por culpa del maldito mojigato que era su otro yo,pero ahora era el quien tenía el control.
Empujo la puerta,saliendo al exterior,donde se encontró en un pasillo, al final del cual había un ascensor,me acerque y pulse el botón, esperando a que llegara, y luego entre,pulsando el único botón de subida que había. Cuando se abrieron las puertas, me encontré en un pasillo distinto, y me dirigí a unas puertas dobles, las cuales atravesé, para encontrarme con alguna clase de recepción, donde una joven de cabellos castaños que estaba tremenda estaba sentada en un banco con cara de preocupación.
Rebusque entre los recuerdo de mi otra mitad; La chica se llamaba Alice, y por lo visto un accidente relacionado con ella era el responsable de mi liberación.
Me dirigí a ella, y apoye la mano en su hombro, hablándole con voz suave y bromista. -A que viene esa cara tan larga, ni que se hubiera muerto alguien Alice-. Estaba deseando descubrir donde estaba, y lo que podía hacer ahora,llevaba mucho tiempo esperando una ocasión asi, y ahora pensaba aprovecharla al máximo, iba a divertirme mucho,por lo pronto, no estaría de mas camelarme a la chica,para que asi tuviera alguien que me guaira, ya que los recuerdos de mi otra mitad, estaban algo confusos y tardaría en ordenarlos, en fin, era lo que había.
Estaba deseando descubrir como había cambiado el mundo en mi "Ausencia" de todas formas pronto lo descubriría,pero lo primero era ganarme a Alice, ella debería ser fácil de manipular, ya que de momento no debería ser consciente de que yo no era el Jael que conocía, me resultaría sencillo persuadiría de que todo era normal, luego podría utilizarla para descubrir cosas sobre aquel lugar, me fije en que ella tenía una especie de pequeño zorro en las manos, y lo que era mas raro aun, un dragón en el hombro, pues creía que aquellas criaturas se habían extinguido hace mucho tiempo, estaba claro que estaba desfasado, pero ella me ayudaría a "actualizarme" Por otro lado era todo un bellezón, tal vez podría hacerla mía, aunque eso era muy arriesgado de momento, pero mas tarde... tal vez, estaba impaciente por hacerla caer en mis brazos.
Jael- Ángel
- Pet :
Pareja : ¿Pareja? si la tuviera no la estaría buscando.
Orientación :
Inclinación :
Mensajes : 26
Puntos : 220
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 30
Localización : bertamirans
País :
Propiedad
Objetos:
Poderes:
Re: Un oscuro despertar(PUBLICO)
Aquella enfermera resulto de lo mas amable, ya que no solo le prestó uno de sus uniformes, si no que además le permitió tomar un baño refrescante, el cual le hacía bastante falta tras todo lo ocurrido, no solo para limpiar la sangre que cubría partes de su cuerpo, si no que además aquello le ayudaría a despejarse y relajarse un poco. Entro en la habitación que le indico la chica, dejando a ambas mascotas jugando en el suelo, mientras ella se introducía en el baño. Permaneció casi una hora con la mente en blanco bajo el chorro de agua helada, la cual se deslizaba por su perfecta piel limpiando la sangre y las machas de tierra, volviendo a quedar inmaculada. Al salir de la ducha envolvía su cuerpo con una toalla blanca que cubría su cuerpo hasta los muslos, tomando otra más pequeña para secar su cabello.
Al salir del baño se encontró con autentico desastre… la habitación se encontraba patas arriba, los colchones estaban rasgados y tirados por el suelo, en las paredes había marcas de zarpazos y golpes… no cabía duda de quienes fueron los culpables. Aquel par había formado una buena en la apenas hora que los dejo solos en la habitación, sin duda era culpa suya, tuvo que haber adivinado que dejar solo a Kirtash resultaría de lo mas problemático. Tras terminar de vestirse, se dirigió a disculparse y ha explicar lo sucedido a la encargada de planta, dando sus datos para que le transmitiesen el coste de la reparación de aquella habitación.
Kirtash volvía a colocarse sobre su hombro, mientras abrazaba y acariciaba al pequeño zorro, el cual se encontraba bastante preocupado – Tranquilo pequeño- Le decía en un tono cariñoso, acariciando la cabeza del animal entre sus orejas, volviendo a dirigirse a la sala de espera del hospital. Por el camino pudo ver como algunas enfermeras corrían por alguna emergencia… por lo que pudo oír se trataba de un paciente problemático. Algo que no llamo demasiado su atención, ya que sería algo normal al tratarse de un lugar con seres sobrenaturales los cuales serían difíciles de manejar si se pusiesen violentos. Ellos eran los expertos en el manejo de situaciones como esas, era mejor no entrometerse.
Tomo el ascensor el cual le condujo directamente a la sala de espera, acercándose a una de las maquinas expendedoras con la idea de tomar algo, recordando que no llevaba nada de dinero con ella…aquello consigo malhumorarla de nuevo, comenzaba a tener hambre, al igual que su dragón. Suspiraba, peinando su flequillo, aun húmedo, a un lado, con la mirada fija en la maquina, planteándose seriamente si el propinarle una patada al cristal, tomar lo que quisiera y luego pagar los destrozos… pero mejor no. Se alejo de la maquina, tomando asiento en un banco, apoyando la espalda en la pared estirando las piernas. Llevaba un buen rato ahí esperando y nadie parecía tener alguna noticia de su amigo. Cerro los ojos por un momento, cuando sintió la mano de alguien sobre su hombro, fijando su mirada en el chico al segundo- Jael ¿?... – Saltaba sobre él abrazándolo, permaneciendo colgada de su cuello- Has despertado ¡! Como te encuentras ¿? – Lo soltaba para apoyar los pies el suelo, tomando sus manos emocionada dando pequeños saltos con una gran sonrisa en sus labios- Parece que estas bien ¡! Aunque tengas otro aspecto… pero lo importante es que estas bien ¡! – Una de las enfermeras se acerco a ella pidiendo que se calmase y permaneciese en silencio, consiguiendo que la chica se ruborizara y bajara la cabeza avergonzada- Disculpe…
Al salir del baño se encontró con autentico desastre… la habitación se encontraba patas arriba, los colchones estaban rasgados y tirados por el suelo, en las paredes había marcas de zarpazos y golpes… no cabía duda de quienes fueron los culpables. Aquel par había formado una buena en la apenas hora que los dejo solos en la habitación, sin duda era culpa suya, tuvo que haber adivinado que dejar solo a Kirtash resultaría de lo mas problemático. Tras terminar de vestirse, se dirigió a disculparse y ha explicar lo sucedido a la encargada de planta, dando sus datos para que le transmitiesen el coste de la reparación de aquella habitación.
Kirtash volvía a colocarse sobre su hombro, mientras abrazaba y acariciaba al pequeño zorro, el cual se encontraba bastante preocupado – Tranquilo pequeño- Le decía en un tono cariñoso, acariciando la cabeza del animal entre sus orejas, volviendo a dirigirse a la sala de espera del hospital. Por el camino pudo ver como algunas enfermeras corrían por alguna emergencia… por lo que pudo oír se trataba de un paciente problemático. Algo que no llamo demasiado su atención, ya que sería algo normal al tratarse de un lugar con seres sobrenaturales los cuales serían difíciles de manejar si se pusiesen violentos. Ellos eran los expertos en el manejo de situaciones como esas, era mejor no entrometerse.
Tomo el ascensor el cual le condujo directamente a la sala de espera, acercándose a una de las maquinas expendedoras con la idea de tomar algo, recordando que no llevaba nada de dinero con ella…aquello consigo malhumorarla de nuevo, comenzaba a tener hambre, al igual que su dragón. Suspiraba, peinando su flequillo, aun húmedo, a un lado, con la mirada fija en la maquina, planteándose seriamente si el propinarle una patada al cristal, tomar lo que quisiera y luego pagar los destrozos… pero mejor no. Se alejo de la maquina, tomando asiento en un banco, apoyando la espalda en la pared estirando las piernas. Llevaba un buen rato ahí esperando y nadie parecía tener alguna noticia de su amigo. Cerro los ojos por un momento, cuando sintió la mano de alguien sobre su hombro, fijando su mirada en el chico al segundo- Jael ¿?... – Saltaba sobre él abrazándolo, permaneciendo colgada de su cuello- Has despertado ¡! Como te encuentras ¿? – Lo soltaba para apoyar los pies el suelo, tomando sus manos emocionada dando pequeños saltos con una gran sonrisa en sus labios- Parece que estas bien ¡! Aunque tengas otro aspecto… pero lo importante es que estas bien ¡! – Una de las enfermeras se acerco a ella pidiendo que se calmase y permaneciese en silencio, consiguiendo que la chica se ruborizara y bajara la cabeza avergonzada- Disculpe…
Alice Grey- Licans
- Pet :
Orientación :
Inclinación :
Mensajes : 31
Puntos : 545
Fecha de inscripción : 08/08/2013
País :
Re: Un oscuro despertar(PUBLICO)
Seguía analizando a toda velocidad los recuerdos de mi otro a medida que estos se aclaraban,ahora ya sabía cual era la situación actual, y también donde me encontraba, aunque no recordaba porque estaba en aquel colegio,debía ser cosa del barbudo, en fin. Alice parecía encantada de la vida de que yo estuviera bien, no parecían importarle mis cambios físicos, eso me convenía.
-Estas muy hermosa cuando sonríes asi Alice,deberías hacerlo mas a menudo-. Dije tomando una de sus manos y besandole suavemente el dorso, justo en ese momento, a ella le sonaron las tripas, cosa que aproveche para decir.-Pareces hambrienta,vamos a comer algo-. Sin esperar por su respuesta,la tome en brazos y volé a ras de suelo, hasta alcanzar las escaleras, las cuales baje del mismo modo, y luego entre en la cafetería del lugar, dejándola en el suelo, y tomándola de la mano para que me siguiera hasta la zona de autoservicio.-Que te gustaría tomar- dije yo, por fortuna ya se encontraba vestido con sus ropas cuando había despertado, y su cartera seguía con el, asi que no tendría problemas.
Dios, que guapa era,me habría encantado besarla allí mismo, pero no podía, por numerosos motivos.
Así que me limite a observarla mientras esperaba a que me respondiera. Su larga melena castaña reflejaba las luces, brillando de un modo casi hipnótico, y sus profundos ojos era indescriptiblemente hermosos, me fije entonces, divertido, en que iba vestida de enfermera,lo cual no ayudo a contener mis impulsos de besarla y acariciarla,pero ese no era el momento.
El olor del pan recién echo y el asado de cordero dominaba el aire,abriéndome el apetito, y ayudándome de paso a resistir mis deseos de hacerla mía, para concentrarme en el aroma, y asi distraerme de ello.
Hacía mucho que no comía nada, psicologicamente, cientos de años, aunque mi cuerpo se hubiera alimentado esa misma mañana, yo llevaba tiempo sin saborear una buena comida, lo cual hacía que me entrara un gran apetito; siempre me pregunte por que nunca me suenan la tripas, sera por ser un ángel?
Tome un par de bandejas de estante y cubiertos varios, asi como servilletas, y las coloque sobre las barras metálicas que había siguiendo los distintos estantes,había gente esperando para avanzar, lo cual nos forzó a movernos.Me mantuve concentrado en el aroma de la comida, pues de lo contrario no sería capaz de contener mis deseos, y tomaría la boca de Alice con la mía,sacudí imperceptiblemente la cabeza, alejando esos pensamientos tan problemáticos que en ese momento no me convenían en absoluto.
Por lo pronto debía ganarme su confianza,ademas, después de comer tal vez la invadiera la somnolencia, y la gente en este estado es mas propensa a ser manipulada,de momento no ganaría nada haciendo avances alli mismo, por lo que me concentre en que ella se confiara,luego,cuando ella estuviera totalmente relajada y desprevenida, ya comenzaría a influenciarla de manera discreta y cuidadosa, para predisponer la situación a mi favor.
-Estas muy hermosa cuando sonríes asi Alice,deberías hacerlo mas a menudo-. Dije tomando una de sus manos y besandole suavemente el dorso, justo en ese momento, a ella le sonaron las tripas, cosa que aproveche para decir.-Pareces hambrienta,vamos a comer algo-. Sin esperar por su respuesta,la tome en brazos y volé a ras de suelo, hasta alcanzar las escaleras, las cuales baje del mismo modo, y luego entre en la cafetería del lugar, dejándola en el suelo, y tomándola de la mano para que me siguiera hasta la zona de autoservicio.-Que te gustaría tomar- dije yo, por fortuna ya se encontraba vestido con sus ropas cuando había despertado, y su cartera seguía con el, asi que no tendría problemas.
Dios, que guapa era,me habría encantado besarla allí mismo, pero no podía, por numerosos motivos.
Así que me limite a observarla mientras esperaba a que me respondiera. Su larga melena castaña reflejaba las luces, brillando de un modo casi hipnótico, y sus profundos ojos era indescriptiblemente hermosos, me fije entonces, divertido, en que iba vestida de enfermera,lo cual no ayudo a contener mis impulsos de besarla y acariciarla,pero ese no era el momento.
El olor del pan recién echo y el asado de cordero dominaba el aire,abriéndome el apetito, y ayudándome de paso a resistir mis deseos de hacerla mía, para concentrarme en el aroma, y asi distraerme de ello.
Hacía mucho que no comía nada, psicologicamente, cientos de años, aunque mi cuerpo se hubiera alimentado esa misma mañana, yo llevaba tiempo sin saborear una buena comida, lo cual hacía que me entrara un gran apetito; siempre me pregunte por que nunca me suenan la tripas, sera por ser un ángel?
Tome un par de bandejas de estante y cubiertos varios, asi como servilletas, y las coloque sobre las barras metálicas que había siguiendo los distintos estantes,había gente esperando para avanzar, lo cual nos forzó a movernos.Me mantuve concentrado en el aroma de la comida, pues de lo contrario no sería capaz de contener mis deseos, y tomaría la boca de Alice con la mía,sacudí imperceptiblemente la cabeza, alejando esos pensamientos tan problemáticos que en ese momento no me convenían en absoluto.
Por lo pronto debía ganarme su confianza,ademas, después de comer tal vez la invadiera la somnolencia, y la gente en este estado es mas propensa a ser manipulada,de momento no ganaría nada haciendo avances alli mismo, por lo que me concentre en que ella se confiara,luego,cuando ella estuviera totalmente relajada y desprevenida, ya comenzaría a influenciarla de manera discreta y cuidadosa, para predisponer la situación a mi favor.
Jael- Ángel
- Pet :
Pareja : ¿Pareja? si la tuviera no la estaría buscando.
Orientación :
Inclinación :
Mensajes : 26
Puntos : 220
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Edad : 30
Localización : bertamirans
País :
Propiedad
Objetos:
Poderes:
Re: Un oscuro despertar(PUBLICO)
En ciertas ocasiones, el hecho de ser sub-líder de una de las casas principales resultaba cansino, sumamente molesto si en los momentos más inesperados eras la única a merodear los pasillos de la casa. Ella no habría podido esperarse que al dirigirse a su habitación a por unos papeles podría encontrarse con un mareado muchacho de primer año que cayó rendido ante sus brazos, con la frente ardiendo y su respiración jadeante. Además cuando intentó hablar con alguien para ayudarle, un profesor se le acercó y dispuso a acompañarla junto al muchacho al hospital más cercano. El colmo de toda esa historia era que ella debía de permanecer en compañía del muchacho y el profesor era incapacitado para eso por problemas de clases. Un pesado suspiro escapó de los labios de la muchacha, mas como era la única que no debía de presentarse a clases ese mismo día por cuestiones demasiado largas para explicar, terminó por dibujar una sonrisa en su faz, asintiendo con un cortés gesto de su cabeza ante las palabras del mayor. De esa forma poco común la pelirrubia terminó por pasar todo la mañana en el hospital, entre vagar a un lado y al otro, tomar té en una de las principales cafeterías del hospital y entrelazar una que otra mirada con su fiel compañero serpiente, aunque este pronto se había cansado del constante olor a medicamentos y no tardó por esconderse entre las pomposas mangas del ángel y caer en un profundo sueño.
El aburrimiento pronto se hizo presente aún en la alegre muchacha. No tardó por sentarse en una de las sillas de la sala de espera y entrecerrar sus ojos, apoyando ambas manos en su regazo. No supo cuanto tiempo pasó, ni aquello que soñó o el mero hecho de si había soñado o no, pero pronto un siseo la hizo despertar. Chikage estaba moviéndose con cierto nerviosismo a su lado, sentado en una de las sillas. Cuando quiso incorporarse se dio cuenta de una blanca manta que reposaba sobre su cuerpo. Su mirada lentamente pasó a la de un hombre pelinegro vestido de enfermero que le sonreía con cierta amabilidad... Un humano podría estar segura de ello, al fin y al cabo había nacido con la predisposición de cuidar y proteger a aquella raza ante todo mal. El hombre le sonrió con cariño y apoyó una mano en su hombro antes de alejarse. Chikage siseó, como molesto, celoso de que aquél acto de amistad haya sido revelado ante sus rojizos ojos. Una pequeña y cantarina carcajada escapó de los labios de la pelirrubia quien simplemente apoyó con suavidad una mano en la cabeza de la serpiente, calmando así todo rastro de molestia de él. Era usual para los humanos quedar encantados ante la presencia de un ángel, en el caso de la caída, ella simplemente había intentado dominar sus poderes, su mera raza y realidad para fingir ser una persona normal y corriente, quizás la oscuridad no estaba tan presente en ella, aun cuando sus alas estaban manchadas por la oscuridad.
Se incorporó con suavidad, recogiendo la manta prestada por el amable enfermero antes de llevarla de vuelta a una de las encargadas. Una vez más Chikage se había decidido por ocultar su presencia entre las largas mangas de su ama y así, una vez más poder reconciliar el sueño. Dada la hora decidió comer algo, como siempre con la intención de pasar un tiempo hasta que novedades del estudiante llegaron a ella, lo que sí sabía era que se encontraba fuera de peligro y que cuando despertara la llamarían, aun así, en esas horas no había recibido noticia alguna. Una sutil y cariñosa sonrisa se posó en sus labios mientras entraba a la cafetería, inundada en el mismo momento por el olor a diferentes aromas de té y pasteles. Quizás la idea de tomar té y pasteles no era del todo usual en esas horas del día, pero siempre podía tomarlo como un postre. Tomó una metálica bandeja junto a cubiertos, vaso y servilletas, al parecer aquél lugar era una especie de "bufé libre" así que no le quedaría más que escoger aquello que más le agradara. En cuanto se posicionó en la cola lo primero que vio fueron unas grandes alas negras. Parpadeó con cierta sorpresa ante ello, pues lo más usual era esconderlas cuando no se necesitaban... y aun así... —Eres un caído...— Sus ojos se entrecerraron, era usual el afiliar las alas oscuras a los caídos... y aun así... —Presumo que eres un estudiante de Jikan ¿Verdad? Es extraño... pero no te recuerdo... Mi nombre es Erika— Su sonrisa se ensanchó, ladeando su cabeza a un costado, induciendo a su cabello a que se balancearan por pura inercia. Erika tan solo era eso.
El aburrimiento pronto se hizo presente aún en la alegre muchacha. No tardó por sentarse en una de las sillas de la sala de espera y entrecerrar sus ojos, apoyando ambas manos en su regazo. No supo cuanto tiempo pasó, ni aquello que soñó o el mero hecho de si había soñado o no, pero pronto un siseo la hizo despertar. Chikage estaba moviéndose con cierto nerviosismo a su lado, sentado en una de las sillas. Cuando quiso incorporarse se dio cuenta de una blanca manta que reposaba sobre su cuerpo. Su mirada lentamente pasó a la de un hombre pelinegro vestido de enfermero que le sonreía con cierta amabilidad... Un humano podría estar segura de ello, al fin y al cabo había nacido con la predisposición de cuidar y proteger a aquella raza ante todo mal. El hombre le sonrió con cariño y apoyó una mano en su hombro antes de alejarse. Chikage siseó, como molesto, celoso de que aquél acto de amistad haya sido revelado ante sus rojizos ojos. Una pequeña y cantarina carcajada escapó de los labios de la pelirrubia quien simplemente apoyó con suavidad una mano en la cabeza de la serpiente, calmando así todo rastro de molestia de él. Era usual para los humanos quedar encantados ante la presencia de un ángel, en el caso de la caída, ella simplemente había intentado dominar sus poderes, su mera raza y realidad para fingir ser una persona normal y corriente, quizás la oscuridad no estaba tan presente en ella, aun cuando sus alas estaban manchadas por la oscuridad.
Se incorporó con suavidad, recogiendo la manta prestada por el amable enfermero antes de llevarla de vuelta a una de las encargadas. Una vez más Chikage se había decidido por ocultar su presencia entre las largas mangas de su ama y así, una vez más poder reconciliar el sueño. Dada la hora decidió comer algo, como siempre con la intención de pasar un tiempo hasta que novedades del estudiante llegaron a ella, lo que sí sabía era que se encontraba fuera de peligro y que cuando despertara la llamarían, aun así, en esas horas no había recibido noticia alguna. Una sutil y cariñosa sonrisa se posó en sus labios mientras entraba a la cafetería, inundada en el mismo momento por el olor a diferentes aromas de té y pasteles. Quizás la idea de tomar té y pasteles no era del todo usual en esas horas del día, pero siempre podía tomarlo como un postre. Tomó una metálica bandeja junto a cubiertos, vaso y servilletas, al parecer aquél lugar era una especie de "bufé libre" así que no le quedaría más que escoger aquello que más le agradara. En cuanto se posicionó en la cola lo primero que vio fueron unas grandes alas negras. Parpadeó con cierta sorpresa ante ello, pues lo más usual era esconderlas cuando no se necesitaban... y aun así... —Eres un caído...— Sus ojos se entrecerraron, era usual el afiliar las alas oscuras a los caídos... y aun así... —Presumo que eres un estudiante de Jikan ¿Verdad? Es extraño... pero no te recuerdo... Mi nombre es Erika— Su sonrisa se ensanchó, ladeando su cabeza a un costado, induciendo a su cabello a que se balancearan por pura inercia. Erika tan solo era eso.
- Off:
- {Off: Bueno, como les dije que me uniría y tuve un momento en que mi inspiración se fue... Lo hago ahora, perdonen el cutre que quedó ^^}
Erika Flowright- Ángel Caído
- Pet :
Pareja : ¿Ah? No necesito eso -sonríe-
Orientación :
Inclinación :
Mensajes : 110
Puntos : 1620
Fecha de inscripción : 03/07/2013
Edad : 29
País :
Jikan Highschool :: Papelera :: Papelera
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Ago 28, 2015 5:53 pm por Chizuru Minamoto
» Afiliación Élite -Alpha Superhéroes vs Villians
Miér Jul 01, 2015 10:03 am por Invitado
» Limpieza de afiliados
Miér Abr 01, 2015 9:23 pm por Invitado
» Sweet School Life Elite ( remodelación)
Vie Dic 12, 2014 1:37 pm por Invitado
» Crónicas de Etribia [Afiliación Elite]
Vie Sep 05, 2014 5:36 pm por Invitado
» Lyurand Terris [Normal]
Vie Ago 29, 2014 7:06 pm por Invitado
» Infected Love {Afiliación NORMAL}
Miér Ago 27, 2014 2:00 am por Invitado
» Makai {Élite}
Vie Ago 22, 2014 10:22 am por Invitado
» New World-Afiliación normal
Sáb Ago 16, 2014 8:05 pm por Invitado