Encuentro predestinado (Kazuma)

Estaba cansada de pasear siempre por los mismos lugares, ver siempre las mismas cosas resultaba de lo más aburrido y monótono para Alice, la cual necesitaba un poco de emoción de vez en cuando o acabaría volviéndose loca en cualquier momento. Aquel día estaba libre de clases y de obligaciones, no tenía nada que hacer y antes que permanecer todo el día tirada en algún lado prefería ir a investigar por los alrededores de la isla. Había escuchado hablar de unas cuevas en las que resultaba un poco peligroso adentrarse demasiado y en las que pocas personas se atrevían a hacerlo…aquello no pudo llamar más su atención, debía ir a visitar aquel lugar y comprobar por sí era tan peligroso como se decía o era un simple rumor.

Tras vestirse de un modo cómodo, con unos pantalones cortos deportivos, una camiseta un poco ancha, zapatillas, todo en un negro y recogerse el cabello con una coleta alta, se dirigió hacia las cuevas, como siempre, con Kirtash apoyado en su hombro. Se tomo su tiempo en llegar hasta su destino, disfrutando de la gran caminata que suponía ir desde su dormitorio hasta las cuevas, observando el paisaje y observando con curiosidad al resto de estudiantes que se movían a su alrededor, hasta que al llegar al inicio de las cuevas donde se encontraba completamente sola. Como siempre hacía antes de adentrarse en un terreno desconocido, comenzó a olisquea el aire, en busca de algún rastro de peligro, aunque realmente no iba a retroceder aunque lo encontrase. Tomo a Kirtash en brazos, adentrándose en la cueva sin perder la sonrisa de sus labios, era como una niña pequeña en busca de algo emocionante o divertido. Tal y como le habían dicho, a los pocos metros de adentrarte, la oscuridad se hacía con el lugar, algo lógico, pero aquello no iba a detenerla, eso estaba claro. Tras una buena caminata, en la que se concentraba en recordar el camino por el que iba, ya que aquel lugar resultaba un autentico laberinto subterráneo y lo último que quería era perderse, notaba como Kirtash comenzaba a ponerse nervioso. No paraba de moverse entre sus brazos y dar pequeños mordiscos en sus brazos – Auch ¡! Estate quieto ¡! – Lo sujetaba por los costados colocándolo a la altura de su rostro-  Que te pasa ¿? – Tras recibir un mordisco en sus manos y soltarlo por reflejo, pudo ver como el pequeño dragón salía corriendo – Kirtash ¡! – Sin pensarlo dos veces corrió tras él… era muy peligroso el dejarlo andar por su cuenta por allí.

Antes de darse cuenta se vio en medio de la oscuridad, sin ser capaz de ver absolutamente nada, sin saber donde se encontraba y lo peor… sin saber donde se encontraba su pequeño dragón – KIRTASH ¡! – Lo llamaba casi rugiendo bastante molesta, apoyando su mano derecha en la pared de la cueva para guiarse por ella- Kirtash ¡! Kirt-AHHHH ¡! ¡! – De repente caía rodando por una pendiente bastante inclinada, cayendo en lo que supuso era un río subterráneo el cual la arrastraba como si se tratara de una muñeca. Intentaba nadar con todas sus fuerzas, pero la corriente era demasiado fuerte y ni si quiera era capaz de ver hacia dónde dirigirse o algún lugar en el cual agarrarse. No era capaz de aguantar más de cinco segundos en la superficie, hasta sentía un fuerte golpe en su cabeza, aturdiéndola y hundiéndola como si fuese un trozo de metal hasta el fondo de río.

Me encontraba realizando meditación bajo una cascada en lo profundo de una cueva, la total oscuridad y la gélidez del agua me ayudaban a concentrarme,estaba en mi forma autentica, aunque la parte superior del kimono estaba suelta y caía por mi cintura,mientras el agua resbalaba por mi espalda.
No es que hiciera aquello a menudo, era una vieja costumbre de cuando estuve con un amo anterior.
Mientras su cuerpo se acostumbraba del todo al agua, insensibilizanadose al frió,pudo escuchar un débil chapoteo bastante mas abajo,como si algo hubiera caído al rió subterráneo, seguido de varios chapoteos algo mas frenéticos,lo cual me intrigo, fuera lo que fuera que se hubiera caído al agua, si se fuese a hundir no chapotearía asi, mientras que si flotara, no se habría hundido en un principio, y los sonidos sería mucho mas leves... ¡Alguien debía de haberse caído a la corriente, era la única explicación.
Su aprehensión se volvió mucho mayor cuando dejo de escuchar aquellos sonidos, pues ninguno le había parecido el de alguien al salir del agua, y si no había salido nadie, pero si que se había caido, y los sonidos se habían detenido asi, solo podía significar que quien fuera, se había hundido. La corriente era muy fuerte,peligrosa, si alguien se hundía le resultaría muy difícil salir; no podía quedarme allí perdiendo el tiempo, debía acudir en la ayuda de quien fuera, no es que fuera precisamente altruista, ya que cuando no tenía amo era mas bien neutral, sino que tampoco era alguien capaz de dejar morir a otra persona cuando podía evitarlo,así que descendí rápidamente por la corriente,saltando de una piedra a otra,dejándome llevar por mis sentidos y mi intuición, hasta que calcule que estaba en el lugar indicado.

Me sumergí en la corriente, y nade hasta que pude vislumbrar la silueta de alguien; me acerque y rodee a la persona con mis brazos, luego descendí. No tenía sentido tratar de salir a la superficie nadando, sería mas fácil hacer esto. Apoye los pies en el fondo y me propulse de un potente salto,atravesando el agua y saliendo de golpe de la corriente, para luego aterrizar en un lateral,sobre una pequeña duna de arena que el paso del tiempo había formado en un recodo. Allí observe a la persona entre la penumbra; la oscuridad nunca fue un problema para mi,por lo que pude distinguir con claridad el rostro de una joven dama, de cabellos castaños e increíble belleza.

Un extraño sentimiento me invadió de forma vertiginosa,un poderoso instinto de protección, de repente solo quería proteger a aquella hermosa joven de cualquier daño o peligro,jadee ligeramente por la intensidad de aquel sentimiento. Entonces observe el rostro de la joven, no se veía bien y había tragado agua, seguramente, asi que me incline sobre ella, poniendo las manos en su pecho mientras me disponía a practicarle la respiración cardio pulmonar.

Todo a su alrededor era oscuridad…estaba segura que no iba a salir de esa… había sido demasiado imprudente y ahora se encontraba en el fondo de un río siendo arrastrada por la corriente sin ser capaz de reaccionar o moverse… Si el río no la mataba seguramente lo haría Sadie al haberse arriesgado tanto de un modo tan tonto. No era la primera vez que algo como eso ocurría… pero esa vez no tenía al vampiro para ayudarla a salir del agua. Recordaba ese momento con claridad, como si hubiese ocurrido ayer… Resultaba increíble que su último pensamiento fuese dirigido hacia ese vampiro tan creído.

De repente tenía la sensación de que alguien la cogía en brazos y la sacaba del agua, para luego ser tendía sobre, si no se equivocaba, era arena…debía de estar soñando o algo parecido, tal vez ya había muerto o a saber qué cosa estaba ocurriendo. Sintió algo presionar su pecho una y otra vez con fuerza, comenzando a sentir arcadas, hasta que el impulso de vomitar se apodero se ella, abriendo los ojos de golpe, girando la cabeza a un lado comenzando a echar todo el agua que había tragado, tosiendo con fuerza, para luego tomar grandes bocanadas de aire y volver a caer boca arriba sobre la arena, con la mirada perdida en la nada, recuperándose de lo que había ocurrido. Una vez más tranquila y algo recuperada, fue consciente de la presencia del chico, al cual no era capaz de ver con claridad – Gracias…si no llega a ser por ti… ahora mismo estaría muerta… muchas gracias…- Decía con la mirada fija en su rostro, aunque no era capaz de verlo-…por poco no lo cuento… - Agregaba tomando de nuevo grandes bocanadas de aire, ladeando el rostro para fijar su mirada de nuevo en él, para luego comenzar a reír comenzando a incorporarse lentamente hasta sentarse, apartando el cabello empapado de su rostro- Aun no me puedo creer la suerte que he tenido… pensaba que en este lugar apenas había alguien por no decir que la mayoría del tiempo esta desierto… - Esbozaba una pequeña sonrisa- Muchas gracias de verdad – Estiraba su mano aun sin saber bien donde se encontraba, ubicándolo por su olfato más que por su vista- Me llamo Alice, más que encantada de conocerte – Decía sin poder evitar reír mientras esperaba que correspondiese a su saludo.

Se incorporaba dando pequeñas palmadas en su pantalón para quitarse la arena que se había quedado pegada a ella al estar mojada y ser tendía en aquel lugar, intentando pensar en que hacer ahora que no tenía ni idea de donde estaba y de cómo salir de allí y aun peor… no sabía cómo se las arreglaría para poder encontrar a Kirtash… ese pequeño dragón no le daba más que problemas… pero estaba realmente preocupada por su seguridad – Gracias de nuevo por todo y disculpa que sea un poco brusca, pero debo irme – Dijo sin darme mayores explicaciones, con la clara intención de marcharse, si no llega a caer de rodillas al suelo junto al segundo de dar un paso-…pero que ¿?...- No comprendía nada de lo que acababa de ocurrir…al volver a incorporarse, volvía a caer al del mismo modo justo al momento de apoyar el peso sobre su pierna derecha- Genial…sencillamente genial… - Estaba claro que se había lesionado, aunque no sentía ningún tipo de dolor ni nada…era de lo más extraño-

Sentí un gran alivio cuando la joven abrió los ojos y echo fuera toda esa agua,era una suerte que no hubiera pasado nada grave,aunque se la veía un poco pálida, pero no parecía muy afectada,de echo parecía tomarse medio en broma el echo de que había estado a punto de morir,aunque me agradecía haberla salvado,y sin mas se levanto,dispuesta a irse,tras presentarse y sin que yo hubiera podido responder aun,sin embargo tropezó nada mas intentar avanzar,cayendo de rodillas, y aunque se levanto de nuevo, solo consiguió caerse de nuevo.
La mire preocupado.-Creo que no deberías andar por ahí tu sola en ese estado,has estado a punto de ahogarte,y ademas as tragado mucha agua,aunque no te lo parezca seguramente estés en shock,pese a que sea uno leve, si a eso lo sumamos el echo de que debido a lo ocurrido tienes que tener afectado el equilibrio, no creo que debas moverte asi,solo conseguirás caerte al agua de nuevo-.Dije al tiempo que me colocaba a su lado y pasaba el brazo de ella por encima de mis hombros.-Es un placer conocerte, Alice, me llamo Shirogami Kazuma,soy un estudiante de tercer año de Dracheart, y me encontraba aquí meditando en la cascada que hay mucho mas arriba,siguiendo la corriente,lo cual creo que a sido cosa del destino, pues de lo contrario no se que podría haber pasado-.Fui levemente consciente de que todavía llevaba el kimono desatado, y que por tanto mi torso seguía desnudo, pero con aquella oscuridad eso no representaría un problema.-Permiteme ayudarte a salir de aqui, si como bien has dicho no sabes donde estas, ni donde esta la salida, difícilmente podrías encontrarla aun en estado normal, y tal como estas solo conseguirás caerte de nuevo, como  ya dije-.

El eco de mi voz reverberaba por toda la cueva,mezclándose con el sonido del agua corriente,el cual dominaba el espacio,impidiendo localizar nada mediante el odio,a cause del estruendo del rió subterráneo,sin embargo yo conocía aquel lugar bastante bien,pues venía siempre que deseaba meditar,asi que no me costaría mucho llevar a Alice hasta la salida,pero por alguna razón tenía la impresión de que eso no sería tan sencillo.No lo podía explicar,tenía la impresión de que Alice no iba a estar de acuerdo,llamemoslo intuición,pero en cualquier caso tenía que sacarla de ahí, estaba empapada y en aquel lugar hacía mucho frió.

De nuevo aquella curiosa sensación, aquel deseo de protegerla, me invadió de nuevo, me preguntaba de donde venía, ella no era mi ama, asi que no tenían sentido aquellos sentimientos, y sin embargo asi me sentía,pero eso no era correcto, no podía sentirme asi hacia una persona que no fuese su ama,de lo contrario cuando por fin tuviese amo/a, ese sentimiento podía causar problemas,a menos que...
Una idea comenzó a tomar forma en mi cabeza, cuanto mas la pensaba mas me agradaba,pero sabía que no tendría esa suerte,llevaba buscando un amo/a durante bastante tiempo desde que había llegado, y todavía no lo tenía, no iba a encontrarlo por obra y arte del destino en aquel lugar,ese tipo de cosas no ocurren en la vida real.

Pero de todas formas no podía dejarlo pasar sin comprobar si era posible, pues de lo contrario habría dejado pasar una oportunidad única,asi pues decidí hacerle una pregunta, que sin duda a ella le parecería bastante curiosa,a modo de tentativa para comprobar si podía seguir por aquel camino,debía ser cuidadoso para no arriesgarse a estropearlo todo,no quería perder una ocasión como aquella. Por lo que le dije a aquella preciosa joven lo siguiente,con un todo amable y tranquilo, sin asomo de humor o burla en el.-No crees que "Alice sama" suena realmente bien?-.

Estaba de bastante mal humor… no era capaz de moverse como quería por alguna estúpida razón y lo único que conseguía con cada intento era caer una y otra vez de nuevo al suelo… comenzaba a perder los nervios y a preocuparse mas y mas por su pequeño dragón…el cual le había metido en aquel lio, como siempre, ya no sabía qué hacer para mantenerlo controlado… siempre lo había dejado andar a su aire, pero tras aquello de planteaba muy seriamente el comenzar a adiestrarlo.

La voz del chico la despertó de sus pensamientos, escuchándolo con atención sin molestarse en girarse, total… no iba a ver nada de todas formas – He estado en peores situaciones… un poco de agua no va a acabar conmigo – Respondía con total seguridad y un poco de arrogancia- Solo necesito unos segundos para volver a levantarme y podre ir por ahí como si nada… la próxima vez no seré tan inconsciente – Lo sintió cerca de ella, girando la cabeza en su dirección, para luego sentir como tomaba su brazo para pasarlo por encima de su hombro para ayudarla a levantarse y caminar. Al estar en aquella posición pudo notar la piel desnuda del chico, comenzando a ponerse un poco nerviosa ante aquella cercanía, sin poder evitar sonrojarse, dando gracias por primera vez a la oscuridad que la envolvía e impedía que pudiese darse cuenta de aquello- Perteneces a Dracheart ¿? Entonces somos de la misma familia ¡! Eso es genial –Alzo una ceja curiosa a lo siguiente- Bajo una cascada ¿? Eso me recuerda a los antiguos samuráis –Comentaba con una suave risilla- Si… he tenido bastante suerte de que andarás cerca… -Suspiraba profundamente negando con la cabeza- El problema no es encontrar la salida… he perdido a mi dragón…y…no puedo marcharme sin él… - Apartaba su brazo de sus hombros, alejándose unos pasos de él- Puede que no vea nada, pero podre guiarme por mi olfato… -Aunque la humedad complicaba un poco las cosas.

Apoyaba la mano en la pared de nuevo, comenzando a caminar muy lentamente…demasiado… de ese modo jamás conseguiría encontrar a ese pequeño – Esto es un poco inútil… soy cabezota, pero no hasta este punto…- Suspiraba tras murmurar aquella casi para sí misma- Creo que es demasiado pedirte esto, especialmente tras lo que acabas de hacer por mi… pero por favor, podrías ayudarme a encontrar a mi dragón ¿?...Este lugar es demasiado frío para él, ahora mismo tiene que estar acurrucado en…. OH ¡! – Da una pequeña palmada- Dices que conoces este lugar cierto ¿? Cuál es la zona más caliente ¿? El debe estar allí ¡! – Se sentía un poco idiota por no haber pensado en aquello antes.

Su última pregunta la pillo por sorpresa, principalmente porque no entendía a que venía en aquel momento, dejándola callada largos segundos sin estar muy segura de si debía tomarse aquello como una broma o lo decía enserio… - Claro, Alice-sama suena genial – Respondía aparentemente sería, aunque lo dijese en broma. Estaba segura que el chico lo decía para distraerla o algo parecido, porque si no, no tenía ningún sentido- Los hombres de mi padre solían llamarme de ese modo… aunque de eso ya hace muchos años – Agregaba con cierto tono de melancolía- Bueno…mejor sigamos buscando a Kirtash

Contemple a Alice extasiado,cada vez me sentía mejor a su lado,tenía que llevar a buen termino lo que me proponía, o de lo contrario no sería capaz de soportarlo.Cuando ella comenzó a hablar de nuevo, decidí que quería escuchar esa voz durante mucho, mucho tiempo.-Yo también me alegro de que estemos en la misma casa- dijo con total sinceridad, tal vez demasiada, pues su voz sonó algo mas feliz de lo que sería lógico.
-Espero que nos llevemos realmente bien. Te sugiero que no sobre esfuerces tu propio cuerpo, no subestimes el efecto de "un poco de agua" si esta a entrado en tus pulmones.- Mi voz denotaba preocupación e incluso algo de ansiedad mientras lo decía.

Lo segundo que ella dijo provoco que una sonrisa se dibujara en mi rostro.-De echo ese tipo de meditación fue algo que aprendí de un viejo samurai, literalmente.Tu dragón?- pregunte preocupado -ahora comprendo por que estas tan ansiosa por moverte, pero no te sobre esfuerces por favor, no quiero que te pase nada malo,me sentiría profundamente apenado si llegaras a tener otro accidente-.
Lo siguiente que dijo me resulto curioso.-Por tu olfato? ah, claro, debes ser una mujer loba. Aun asi es peligroso deambular por aquí solo con la guía de tu olfato, eso no te avisara de que hay un abismo un paso mas adelante, o de que la piedra que pisas es inestable. Es mucho mejor que me permitas guiarte... El lugar mas caliente? eso es extremadamente fácil de localizar, aunque queda algo lejos-.

Su ultima respuesta me resulto muy satisfactoria, aunque me llevo a hacerle dos preguntas, una por lo que había dicho, y otra por una pequeña observación que yo acababa de hacer, al contemplar su hermoso rostro. -Su padre es, o era alguien importante? y, aunque no tenga que ver, puedo preguntaros si os sentís mal, me gustaría comprobar que no tenis fiebre, pues vuestro rostro esta un tanto enrojecido.
Si tanto os gusta como suena, me gustaría saber si me permitiríais llamarla asi a partir de ahora-.

Mientras hablaba, tomo con tranquilidad a la joven en brazos.-Me parece que asi iremos mas rápido que si os ayudo a caminar, si no os molesta,claro-.Me quede a la espera de una repuesta, mientras caminaba con cuidado a través de la caverna, siguiendo el rió subterráneo,descendiendo cada vez mas profundo, hasta que un intenso resplandor rojizo se asomo por un recodo, mas abajo, donde ,aunque aun no podía verse con claridad, yo sabía que se encontraba una poza natural de magma, la cual había encontrado tiempo atrás al descender hasta allí por mera curiosidad.

No pudo evitar sorprenderse un poco por la actitud del chico, ya que realmente a él no le afectaba en nada su estado de salud y sin embargo parecía importarle lo que le pudiese llegar a suceder. Su actitud era tan diferente a la de cierto vampiro, seguramente él le hubiese echado la bronca y le hubiese dicho que era tonta o algo parecido por haber caído de ese modo al agua y casi ahogarse. Sin embargo aquél desconocido se mostraba sinceramente preocupado por ella… En aquel momento le resulto un chico de lo más dulce en cierto modo, no estaba acostumbrada a ese tipo de trato –  No tienes que preocuparte tanto, estoy bien, conozco a mi cuerpo y sé que se encuentra perfectamente… De todas formas no te afecta en nada lo que me pase, así que relájate un poco –Dijo esto último en un tono un poco a la defensiva- …lo siento… no quería ser desagradable…solo estoy un poco nerviosa…- Explicaba en un tono de voz bajo, con la mirada distraída, mostrando una expresión de preocupación-

Su expresión se animaba de golpe al escuchar que había conocido a un viejo samurái – Enserio ¡! ¿? Debió ser genial, me hubiese gustado mucho conocer uno…que edad tienes ¿? – Preguntaba curiosa, lo único que sabía de los samuráis era lo que había visto en las películas, mangas, animes, etc, de modo que tener la oportunidad de que alguien que había estado con uno  real le contase como eran, le resultaba de lo más fascinante .Suspiraba pesadamente- Si, mi pequeño… es un poco difícil de controlar…y siempre anda metiéndose en líos… creo que lo consiento demasiado, a partir de ahora la cosa va a cambiar – Aseguraba con firmeza, no volvería a pasar por aquello de nuevo- Apenado ¿?... nos acabamos de conocer, no entiendo porque te afecta lo que me pase…comprendo que seas una buena persona, pero me parece bastante raro esa actitud –De nuevo se daba cuenta, que tal vez había sido un poco desagradable con la persona que le había salvado la vida y solo se preocupaba por ella- Te pido perdón de nuevo… pero… la mayoría de las personas que se han mostrado de ese modo hacía mi han acabado traicionándome o intentando hacer algo, de modo que disculpa si me muestro un poco desconfiada – Le explicaba un poco apenada, aunque le parecía agradable y un buen chico, no terminaba de confiar en él- …- Escucho atenta lo que decía, permaneciendo pensativa unos instantes- Si…tienes razón, mi olfato no puede detectar ese tipo de cosas en este lugar… hay demasiadas interferencias y resulta de lo más problemático… Gracias por aceptar ayudarme de nuevo, te debo un gran favor a cambio de esto…bueno, dos teniendo en cuenta que me has salvado la vida, eso tampoco lo olvido –  Esbozaba una amplia sonrisa- De veras ¿? No importa lo lejos que este, debo ir, seguro que ese enano está ahí.

Sonreía melancólica al escuchar su pregunta, recordando algunos momentos con su padre – Era… murió hace años y si, era importante dentro de nuestro mundo…- La melancolía dio paso a la rabia, apretando los puños de pura impotencia- Mejor no hablemos de eso – Agregaba tajante, no quería perder los nervios frente a ese chico y parecer una loca. Negaba con la cabeza a su pregunta- Me siento bien, no necesito que compruebes si tengo fiebre o algo – Alzaba una ceja al mismo tiempo que ladeaba su rostro ligeramente a la derecha- Llamarme Alice-sama ¿? – Reía suavemente por aquello- Si eso quieres… aunque no comprendo porque me tendrías que llamar de ese modo – Comentaba volviendo a reír, cuando de repente era cogida en brazos por él, sorprendiéndose bastante- E-espera ¡! –Exclamaba en sus brazos avergonzada-  No es que me moleste, pero me parece demasiado…- Bajaba la cabeza peinando su flequillo con los dedos ocultando sus ojos-…g-gracias….- Se limito a comentar por aquel gesto, de nuevo volvía a deberle otro favor al peliblanco. Ya ni sabía cómo compensarlo por todo lo que estaba haciendo por ella.

Sentía como según iba introduciéndose en aquella caverna, la temperatura iba ascendiendo, comenzando a sentirse un poco mareada y agobiada, nunca le habían sentado demasiado bien las altas temperaturas y sumando que se encontraba en un lugar semicerrado, no hacía más que aumentar su malestar. Sin darse cuenta terminó apoyando la cabeza en el pecho del peliblanco con los ojos cerrados, concentrándose en evadirse de aquel lugar por un momento, recordando la increíble sensación de estar en las montañas y no en una diminuta caverna de lo más sofocante.
Una luz la despertaba de sus pensamiento, abriendo los ojos al segundo fijando su mirada en aquel lugar – Es allí ¿? – Señalaba eufórica el lugar del que emergía aquella luz, saltando de sus brazos para correr hasta el lugar, percatándose de que el suelo se encontraba extremadamente caliente, dando un salto hacia atrás al segundo – Como se supone que voy a buscar a Kirtash si no puedo entrar…está demasiado caliente… - Su mirada recorría el lugar desde una posición segura- Apenas y puedo respirar bien…esto es un infierno…

-Debo de rondar los doscientos años actualmente-. respondí con calma sin hacer ningún comentario sobre su obvio nerviosismo, el cual no era de extrañar que estuviera sintiendo ya que la situación se le había ido de las manos y su dragón estaba en paradero desconocido,por lo que era natural, sin embargo me daba la impresión de que a la joven no le gustaría que lo mencionara, asi que guarde silencio sobre ese punto,aunque si que respondí a lo siguiente.-Que tiene de malo que me preocupe por ti? si en efecto no quiero que sufras ningún daño, y me apenaría que sucediera, no tiene que ser algo tan extraño,a menos que ser amable se considere extraño... entiendo, bueno no importa, haré el mejor esfuerzo para que puedas confiar en mi, no te preocupes, aunque puede que no me crear, te aseguro que soy de confianza-.

De nuevo me quede mirándola, me sentía un poco como una polilla ante la luz de una vela, por mucho que tratara de apartar la mirada de sus ojos, su cabello, la curva de su cuello, no era capaz de hacerlo,asi que finalmente me resigne a quedármela mirando fijamente.-me sorprende que te internaras en la caverna sin poder valerte ni de tu olfato,oído o vista, este lugar es muy peligroso si no tienes cuidado...no quiero decir que no lo tuvieras, ya que no se exactamente como te caíste,pero de todas formas es mejor tener cuidado, y no se preocupe, es para mi un gran placer poder serle de ayuda-.

Su reacción ante mi pregunta me hizo sentir cierta aprehensión.-Veo que e tocado un tema delicado, no sabe cuanto lo lamento,ruego me perdone por mi falta de tacto-.su reacción cuando la cogí en brazos y la expresión de su rostro, sacudieron algo dentro de mi de nuevo,si en aquel momento hubieran aparecido diez hombres armados dispuestos a matarla, creo que los habría descuartizado yo mismo con las manos desnudas... me sorprendía a mi mismo la furia que me embargaba al pensarlo, aunque por fortuna, eso no se notaba en mi rostro,que por otro lado ella no podía ver igualmente.recupere la calma justo a tiempo para responderle.-Le repito que no me resulta en absoluto molesto, Alice sama-dije utilizando por vez primera el honorifico que ella me había permitido usar.

A medida que descendíamos ella se mostraba bastante molesta, seguramente debido al calor, aunque a mi no me afectaba casi en absoluto,casi resultaba incluso agradable después del fresco de la caverna,pero ella no parecía de la misma opinión. Me alarme notablemente cuando ella salto de mis brazos y echo a correr en dirección al resplandor, y salí corriendo detrás temiendo que tropezara y fuera a parar a una horriblemente desagradable muerte cayendo al magma,sin embargo no tenía que preocuparme, ya que ella se había detenido al principio de la inmensa caverna iluminada por el gran lago de magma incandescente que había en su centro, sin duda repelida por el calor.-No me de esos sustos, Alice sama, por un momento temí que se fuera a caer al magma por accidente-. Dije mientras la tomaba del brazo de forma inconsciente.

-Si quiere puedo entrar a buscarlo yo-dije al tiempo que, sin esperar respuesta, penetraba en la caverna,siendo iluminado por el resplandor, el cual baño mi torso desnudo en una suave luminiscencia rojiza.
Atravesé el lugar, sudando ligeramente,buscando con la mirada hasta que localice al pequeño dragón ovillado al fondo, y me dirigí hasta el. Pero cuando intente cogerlo de dio un zarpazo en la mano y se echo hacia atrás, gruñendome.-Tienes mal genio eh?- pregunte alegremente, antes de coger la parte superior de mi kimono, que aun colgaba de mi cintura, y envolverlo rápidamente con ella antes de que pudiera reaccionar; lleve el fardo que re retorcía hasta Alice y se lo puse en las manos.- Aquí tienes, cuidado que muerde, ahora debemos salir de aquí.Necesita que la lleve de nuevo?- pregunte abriendo los brazos a modo de ofrecimiento.

Lo observo unos instantes en silencio o más bien dirigió su mirada hacía donde él se encontraba, ya que gracias a la oscuridad absoluta de lugar le era imposible verlo con claridad, tan solo pudiendo distinguir su figura del resto. Tomaba uno de sus mechones castaños entre los dedos, entrelazándolo entre ellos, gesto que solía hacer cuando se encontraba un poco nerviosa o no era capaz de expresarse como quería – No es que tenga algo de malo…pero… -Bufaba molesta- Cuando todos los que se suponen que querían ayudarte te traicionan…como que te vuelves un poco desconfiada… - Explicaba con un tono de voz un poco más bajo de lo que pretendía-

Se encoge de hombros realizando un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto – No es el lugar más peligroso en el que le he adentrado sin tener ni idea de lo que me esperaba. Donde yo me crie las cavernas son mucho más peligrosas, estoy acostumbrada a moverme por lugares como este…sola –Bufaba molesta- La culpa es de ese pequeñajo, por su culpa no soy capaz de pensar con claridad y mi instinto me está fallando…lo único en lo que pienso es en cómo estará y donde… Si llego a estar sola, nada de eso hubiese ocurrido – Justificaba bien segura de lo que decía. Era mucho más sencillo moverse en solitario, sin tener que preocuparse por la seguridad de alguien más, tan solo centrarse en explorar la zona y en cuidar de ella misma- Me caí al estar más distraída en buscar a ese enano que en comprobar el terreno por el que me movía – Suspiraba mostrando de nuevo cierta culpabilidad en sus palabras. No debía de haberlo llevado con ella.

No te preocupes…tampoco es como si lo hubieras hecho con mala intención, así que no le dé más vueltas al asunto -  Habían transcurrido muchos años desde aquello y aun la herida no conseguía cicatrizar. Eso le resultaba de lo más molesto, no debería dejar que le afectara tanto. Seguía siendo demasiado emocional, eso era algo que debía mejorar.
Le resultaba curioso, pero al estar en brazos de aquel chico se sentía bastante segura, aun cuando lo acababa de conocer, transmitía una paz y serenidad que conseguían calmar en gran medida sus temores y nervios. De otro manera, sería imposible que se dejara coger de de ese modo…aquello resultaba extraño, sin duda. Al escuchar como la llamaba, no puedo evitar emitir una suave risilla, no pensaba que lo haría de verdad – Bueno, aun así te lo agradezco – Dijo con una amplia sonrisa, volviendo a emitir una suave risa-

Lanzo una mirada a la mano que sujetaba su brazo, apartándola con suavidad – Enserio…te crees que soy tan torpe ¿? – Aquella pregunta resultaba un tanto irónica cuando se encontraba en semejante situación por haber perdido a su dragón y luego tropezado para caer a un rio en el que cual casi muere ahogada – Enserio, no soy tan inútil como para morir de ese modo – Protesta cruzándose de brazos molesta. Las altas temperaturas le afectaban muchísimo y no para bien precisamente. No paraba de sudar y la falta de aire comenzaba a producirle pequeños mareos que se esforzaba en disimular.

No le dio tiempo a responder al peliblanco, cuando este ya se había introducía en la caverna, bajo la atenta mirada bicolor de la chica. Al apoyarse en la pared rocosa, se aparataba casi al segundo… estaba demasiado caliente, aquello era lo último que necesitaba, mas calor. Aquello le afectaba tanto que apenas fue consciente de que Kazuma se encontraba junto a ella con Kirtash envuelto en vuelto con la parte superior de su kimono, hasta que este se lo entregaba en las manos. Desenvolvía al pequeño dragón, para ver que se encontraba perfectamente- Dios…no…sabes el susto que…me has… dado… -Lo abrazaba con la poca fuerza que le quedaba, negando con la cabeza la oferta del mayor, para darle la espalda y comenzar a caminar lentamente- …no…ya has…- Sin poder si quiera terminar la frase, la chica se desplomaba en el suelo como si de un saco se tratase, perdiendo la conciencia.

Observe como Alice abrazaba al pequeño dragón con una sonrisa,aun ahora no podía evitar sentirme atraído por su imagen como una polilla a la luz,aquel sentimiento protector seguía embargandome al mirarla,asi como una sensación incomoda me molestaba cuando no tenia los ojos puestos en ella,como si por dejar de verla un segundo fuese a desaparecer,de alguna forma me sentía como si mi vida hubiera empezado de golpe a girar en torno a aquella joven,no tenia sentido, no era lógico, y no me importaba,solo quería quedarme a su lado para siempre.
Entonces ella se callo y me moví antes de pensarlo siquiera, sujetándola para que no se cayera; repare en que estaba inconsciente,tal vez por el calor,en cualquier caso lo mejor sería sacarla de allí, no ganaba nada con permanecer allí,asi que la tome en brazos, procurando ni mirar su ropa empapada en sudor, y empece a avanzar de nuevo por las entrañas de la cueva, alejándome del calor.

El pequeño dragón no parecía tener muchas ganas de irse,pero por lo visto tenia menos ganas aun de perder a Alice de vista, por que salio detrás de mi,siguiéndome todo el camino hasta la superficie,lo cual fue una suerte por que habría sido complicado arrastrar al dragón mientras llevaba a Alice en brazos,asi que agradecí que las cosas fuesen asi, y continué ascendiendo hasta salir al exterior,donde el sol ya se había puesto, y las estrellas iluminaban el cielo nocturno con un resplandor prístino,enmarcando de forma elegante la hermosura de la noble luna llena que se alzaba en el firmamento.

Deje a Alice apoyada en una roca y me puse a recoger leña por los alrededores,las instalaciones escolares quedaban a varias horas de camino, y prefería no regresar aun, ademas no tenía ganas de explicar por que volvía a esas horas cargando con una joven inconsciente,por otro lado ella podía enfermar si empapada en sudor como estaba la cargaba todo el camino con aquel frió, con esto ultimo en mente me di prisa en volver y encender una hoguera de tamaño medio,tras lo cual fui de nuevo a cazar algo,por si ella tenia hambre al despertar.
Capture dos liebres y las destripe y desollé para luego ensartarlas en un par de ramas a las que había chamuscado para que la savia no diera sabor amargo a la carne y las puse sobre el fuego sostenidas por un par de ramas mas.

Echo esto me senté frente a ella para contemplarla de nuevo,maravilladome de su belleza, del brillo del fuego en su piel y su cabello,de aquella extraña sensación que no solo persistía, sino que se iba haciendo cada vez mas fuerte, hasta que de pronto, sin casi darme cuenta, en encontré tomando mi forma real,algo que llevaba tiempo sin hacer,todo aquello carecía de sentido,me quede mirando a Alice esperando que despertara, solo apartando la vista para darle la vuelta a las liebres, y finalmente colocarlas en pie, clavando los palos en la tierra, en cuanto estuvieron listas,lo bastante cerca del fuego como para que no se enfriaran, y lo bastante lejos para no quemarse,luego la mire de nuevo,hasta que me sentí algo cansado, por lo que recogí las colas en torno a mi,y apoye la barbilla en mis manos, cerrando lo ojos para descansar un poco, aunque sin dormirme, y con la imagen de ella flotando en mi cabeza, como la imagen residual que queda durante un tiempo en la retina al mirar algo muy brillante.

“Alice…Alice…” - Una dulce y cálida voz provocó que poco a poco fuese despertando, fijando su mirada un poco aturdida a su alrededor- “Tan dormilona como siempre” – Dijo la hermosa mujer de larga melena azabache y mirada dorada. Alice  no podía creer lo que estaba viendo… era su madre… Su madre se encontraba frente a ella como si nada, recogiendo su dormitorio y ordenando sus…juguetes ¿?. En ese momento se miraba las manos, las cuales eran pequeñas y rechonchas. Saltaba de la cama dirigiendo a un espejo de cuerpo entero, para quedar boquiabierta al verse como si fuese una niña de trece años. Su cabello era muy corto, casi le hacía parecer un chico y su cuerpo se encontraba repleto de arañazos sin importancia...algo típico en ella -  “Se puede saber qué te pasa ¿?...esta mañana estas más rara de lo nor” – La frase de la fémina fue interrumpida por el abrazo de la pequeña, la cual rodeó el cuerpo de su madre aferrándose a ella con fuerza comenzando a llorar con la cabeza hundida en su pecho. Todo había sido un sueño, no había perdido a su madre y continuaba viviendo con ella en las montañas – “Si que estas rara” – Dijo acariciando su cabello con cariño, apartándola un poco - “Ahora ve a ducharte…” – Daba un pequeño toque en su nariz – “…mientras preparare el desayuno”.

Sonreía ampliamente asintiendo para ir corriendo al baño, quitándose y tirando la ropa por el camino, siendo su madre quien iba recogiéndola tras ella dejando escapar un pesado suspiro…la tenía demasiado mimada. No tardo mucho en salir del baño, corriendo a encontrarse de nuevo con su madre, tenía la sensación de no haberle visto en años. Fue a la cocina, mirando de un lado a otro sin encontrarla, de nuevo volviendo a su dormitorio…tampoco estaba… Una serie de rugidos en el exterior llamaron su atención, provocando que saliese corriendo a ver de qué se trataba. Los ojos se abrían de par en par, quedando en shock por unos segundos al ver como unos lobos atacaban a su madre. Rápidamente intento saltar en su ayuda, pero por alguna razón no podía moverse. Sus piernas parecían haberse quedado pegadas al porche. Tiraba de ellas queriendo despegarlas, sin resultado. Quería gritar, pero tampoco podía…ahora que lo pensaba, no emitió ni una sola palabra en lo que llevaba de día. Que estaba pasando ¿?... Alice se desesperaba por momento intentando hacer algo por si madre inútilmente, cuando uno de los lobos le atacaba sorpresivamente, atrapando su pierna derecha entra sus fauces. La pequeña se revolvía intentando librarse de esa bestia-


Sueltaaa ¡! ¡! – Gritaba despertando de golpe, observando a la bestia que le mordisqueaba el tobillo…Kirtash. Miraba de un lado a otro, con la respiración agitada, su pecho subía y bajaba arrítmicamente y su mirada parecía la de una niña asustada. Tras unos segundos de ese modo, al fin volvía a la realidad y se daba cuenta de que todo había sido un sueño…mas bien, una horrible pesadilla – Pequeñajo… me molestas hasta en sueños – Lo atrapaba abrazándolo con fuerza, momento en el captaba un delicioso aroma casi quedando hipnotizada por él unos segundos- Uhmm…- Su mirada se fijaba en la del chico, el cual había cambiado de aspecto…Tenía orejas y colas, las cuales envolvían su cuerpo como si fuesen mullidas almohadas que tentaban el querer recostarse sobre ellas. Se acercó a él gateando, olisqueando a su alrededor un poco como lo haría cualquier animal, sonriendo al ver que se encontraba bien, acariciando su cabello entre las orejitas por un momento- Kazuma…- Lo llamaba con una voz suave, observándolo con el rostro ligeramente ladeado a la izquierda. Sonriendo ampliamente en el momento en el que sus miradas se cruzaban-  Muchas gracias… si no llega a ser por ti no habría conseguido salir de aquella cueva… - Peinaba su flequillo tímidamente, casi ocultando su mirada- Te acabo de conocer y ya te debo bastantes cosas – Comentaba con una suave risilla. Echaba un rápido vistazo a las libres…su olor le había llamado la atención desde hace rato, pero no pensaba tocarlas sin permiso…no tenía tanta confianza con él como para hacer eso. Aunque las miradas que le lanzaba a aquel delicioso aperitivo le delataban bastante…además, que después de todo lo vivido se encontraba realmente hambrienta-  Que puedo hacer para compensarte y agradecerte todo lo que has hecho por mi ¿? – Preguntaba con seriedad, intentando concentrarse en él y no en las libres que parecían llamarle a gritos-