{VOTACIONES} ¡Miss Otoño!

-B-bueno...- dice algo sonrojada -Quiero demostrarle a todos que una chica de mi...- nota como el rubor se le va subiendo mas a la cara -una chica de mi complexión puede llegar a ganar.- Termina de decir, casi de corrido.

- Oh, vamos. ¿Alguien está dudando de mí? - Solía ser modesta pero a su vez cambiante, lo cual podía hacerme llegar a ser imprevisible. Por esta razón ahora estaba indignado... Indigna... ¡Para ser Miss Otoño debía ser femenina! Y encima con esa vestimenta... Ugh... Bueno, ya que solía ser masculino... Masculina, resaltaría más siendo lo contrario. Con el kimono puesto, sonreí y alcé un poco los brazos para mostrar bien esas anchas mangas tan características de ese traje, por así llamarlo. - ¿De verdad? - Insistí mientras volvía a bajarlas, apretando un poco el parasol que llevaba en la mano derecha. En realidad era zurda pero sabía que eso era lo más habitual. Ladeé un poco el rostro, haciendo que la larga coleta que portaba hiciera un suave pero elegante movimiento. - Bien... Razones... - Consideré eso algo más difícil. - No se necesita ser alta, delgada y hermosa, con un físico admirable, para tener un gran corazón; de lo contrario, las que cumplen las primeras cosas son en muchos casos egocéntricas, unas creídas sin remedio. ¿Le daréis un puesto así a una desalmada? - Reí suavemente. - Por mi parte, me preocupo por hacer sentir bien a los demás, sobretodo los animales ya que soy veterinaria. Adoro vivir en armonía con la naturaleza. - Amplié mi sonrisa. Tratarme en femenino se me hacía raro pese a ser una mujer, pero comenzaba a pillarle el gustillo a eso... para ese momento. Di una vuelta sobre mí misma y parpadeé lentamente. - Se necesita un modelo de personalidad, ¡no de gran físico! Está claro que debe ser bella, pero nada excesivo, pues entonces todas las chicas querrán imitarla y parecerán copias mal hechas. Tampoco deben imitar todos sus actos y carecer de pensamientos propios, pero sí tomar su ejemplo en lo que sea positivo. Debemos luchar por un mundo mejor, no uno verdaderamente superficial aunque es obvio que hay que cuidarse y arreglarse sobre todo para las situaciones de este tipo. - Y, dicho esto, incliné medio cuerpo hacia delante. - Gracias por la atención. - Añadí como último detalle antes de volver a erguirme. Había visto ese tipo de cosas en varios animes y con el kimono puesto sentía la necesidad de hacerlo.

Moviendo su cola al compás de su tarareo, pensando a la vez en qué responder ante el por qué sería ser Miss Otoño...no había una razón en concreto, mas bien nunca paró a pensar el por qué lo hizo. -¡Ah porque se veía divertido!- La simple curiosidad y el querer participar la indujeron a "inscribirse",poco le importaba el ganar pero veía divertido que la vieran usando un traje festivo sobre todo porque era otoño y le resultaría adorable saber qué opinaban de lo que usaba apartando el hecho de que acentuaba su cintura cómo ella gustaba y cubría lo necesario. -A qué es lindo ¿Cierto? Hai~!- Añadió a su comentario con una sonrisa divertida y agitando su cola inevitablemente.