Invitado
Conectarse
¿Quién está en línea?
En total hay 23 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 23 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 86 durante el Jue Oct 24, 2024 9:07 am
Últimos temas
• N O R M A L E S•
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Axel Dracheart [Casting]
Página 1 de 1.
Axel Dracheart [Casting]
La suave brisa mañanera que visitaba cada domicilio con su imperceptible presencia, golpeaba con relativa calma la cristalera de un ventanal cercano. Aquella casa de aspecto humilde y sencillo, escondía en su interior una larga historia llena de emoción, énfasis y sobre todo años de duro trabajo. Gracias a su arduo esfuerzo y dedicación a proteger lo que más amaban en el mundo, fueron reconocidos por toda la isla como el pasado, el presente y si Dios quisiera también el futuro de la institución Jikan. Ellos eran los miembros del linaje Dracheart, la llama incandescente de la justicia.
En su interior, habitaba una persona. Alguien que sentada sobre sus propias piernas curvadas para adentro, observaba con una expresión seria una fotografía antigua y gastada. El tiempo no perdonaba pero el marco negro que lo enmarcaba y el pequeño altar en el que se encontraba, eran indicios de que lo mantenían limpio cada día - Otro año mas y lo mismo de siempre ¿Cómo te va allá arriba? ¿Todo en orden? Seguro que estas harto de verme pero lo siento, no te queda otra que aguantar al pelmazo éste una vez más. - dijo el muchacho sarcástico siendo visible que en la ilustración mostraba un anciano sonriendo con total descaro y enérgico. Su voz resonaba por las paredes de la sala común debido a la carencia de mobiliario en aquel cuarto. Apenas había un reloj de cuco y un cojín que usaba a modo de asiento - Si me vieras ahora abuelo, te quedarías aún más patidifuso de lo que ya estas. He cambiado un montón y no solo en cuerpo, sino también en alma - una curva se mostró en sus labios simulando una sonrisa a media hacer mientras cerraba los ojos - En breve, me iré a hacer lo que tu ya sabes de todos los años. No busco tu apoyo, ni nada de eso porque ya me conoces, conmigo mismo me basto y me sobro pero ¿Y si te pasaras a echar un vistazo a ver? No te mataría ¡JÁ! Menuda ironía. Estoy perdiendo la gracia. - inmediatamente se levantó y se llevó su diestra a rascarse la nuca incómodo como si aquellas pupilas dibujadas fuesen reales y volteando en dirección a la puerta - Hay días que me pregunto qué fue lo que viste de mí que de pequeño te hiciera imaginarme como un líder. Era un llorica y un incompetente. Nada podía hacer estando solo sin tu intervención y la de "ella". ¿Tus poderes tuvieron algo que ver? Estate contento que luego dirás que no me acuerdo de ti. - Luego se acercó al altar y encendió un palo de incienso al lado del retrato. Era la costumbre de las mañanas cada vez que abandonaba la casa para acudir al instituto. El humo blanco ascendía a un ritmo lento pero seguro a diferencia de su olor que invadió el lugar efímero. Tenía que irse - Gracias por escucharme y tranquilo, no pienso fallar a estas alturas del curso. Nunca me lo perdonarías. Te lo prometo. - dicho esto, juntó ambas manos para rezarle un poco y se marchó.
Era primavera. Hacía una temperatura ideal y las flores de cerezo dejaban caer sus pétalos como lluvia de rocío en pleno invierno. Tampoco faltaban las camisetas remangadas hasta el codo y las faldas en los uniformes escolares femeninos; Después, podría ir de picnic con esta gente cuando acabe con la rutina. Aquellos fueron sus pensamientos con la cabeza bien alta y sin detener sus pasos. No es que le fuera un desafío pero tenía que asegurarse de no poner un pie en falso en lo que dijera en el discurso. Cualquier equivocación en su cargo, se podría considerar el último. La idea de echar a perder la reputación de sus antepasados sobre todo su querido abuelo, hizo que desarrollara cierta profesionalidad y agudeza en la toma de decisiones y actos representativos de su liderazgo. Perdería demasiado, la carga de centenares de años todo sobre sus propios hombros.
Fue cuestión de minutos llegar a su destino y estar actualmente andando por los pasillos con la mirada baja. Tenía en sus manos una nota donde llevaba apuntado lo que tenía que decir delante de vete a saber cuantas personas nuevas que ingresaron a la academia hoy mismo. El nuevo curso estaba por comenzar y la información recogida le hacía tener dolor de cabeza. No lograba memorizar una mísera letra o mejor dicho, no era de su estilo decir palabras tan técnicas. Tras observarlo sin éxito alguno, rompió la hoja en cuatro partes iguales y las arrojó a la papelera. Podía usar sus poderes y que no se le olvidara nada pero para estos casos, no le gustaba hacer trampas. Su cargo de líder se lo había ganado por sus propias cualidades y no por la magia que recorría sus venas. Los exámenes es otra historia a contar.
En ese mismo instante, una voz que sonaba desde la lejanía hizo que volteara curioso a su espalda - ¡Axel Dracheart! - una chica de un año inferior a él, de pelo largo y verde lo replicaba picándole en el pecho con el dedo índice insistente - ¡¿A donde diablos estabas?! ¿Otra vez durmiendo en algún banco o leyendo una revista en la azotea? ¡¿Sabes hoy qué día es?! ¡Todos estamos que nos tiramos de los pelos y sigues con tu actitud pasota de siempre. Ya no sé como calmar a la presidenta ¡¿LO ENTIENDES?! Confiamos demasiado en ti para que la líes y arrastres a todo el consejo estudiantil contigo. No quiero recibir la ira del director en cuanto se entere de la humillación tan gorda ¡¿CAPISCI O QUIERES QUE TE LO DIGA EN INGLÉS?! - permaneció firme con el pecho erguido mientras recibía las quejas por parte de su amable compañera con una gota de sudor frío recorriendo su frente - En italiano ibas bien - mantuvo las distancias entre ellos empujándola hacia atrás con delicadeza por su hombro porque en cierto modo le incomodaba estar tan pegado a una chica. Un simulado rosa casi invisible decoraba sus mejillas - Puedes pararte a preguntar a cualquiera - cerró el puño y la alzó a la altura de la cara con el cejo fruncido y una sonrisa - No los defraudaré aunque me tenga que tirar de un puente para demostrarlo. Haré lo imposible para que todos hablen de Dracheart como la mejor casa de todas ¡Les mostraré nuestros ideales y vendrán corriendo en un abrir y cerrar de ojo! Ya verás, solo espera y contempla lo que soy capaz de hacer. - un chasqueo de lengua por parte de la fémina mostraba sus dudas - Tsk - su respuesta provocó que por dentro, Axel se riera - Trabajas demasiado. Deberías tomarte un descanso ¿Por qué no te pasas por la cafetería a tomar algo? Seguro que te sentirías mucho mejor - una vena estilo anime representando enojo se dibujó en la cabeza de la muchacha - ¡CÁLLATE Y VETE DE UNA VEZ! Te reclaman en el salón de actos. - asintió la cabeza - Alto y claro mi sargenta - se despidió con el saludo militar - Axel Dracheart se va - y así hizo, desapareciendo tras una esquina y dejando a una peliverde cruzada de brazos y enfadada - Idiota.
Alcanzó su objetivo y atravesó la puerta que daba a la parte de atrás del telón. Una cara la mar de familiar y escalofriante le dio la bienvenida: el mismísimo director cuyo nombre es y seguirá siendo un misterio - Buenos días - No tuvo que decir nada. Tan solo una mirada fue más que suficiente para zanjar el asunto. Ambos no se dejaban intimidar y el silencio acompañó el encuentro. Era una escena congelada y siniestra, como si combatieran a ver quién era el último en pestañear. Por supuesto, los dos no pensaban en eso y el rubio lo miraba directamente a los ojos sin flaquear - Sal y hazlo - éste había terminado de dar su discurso. Le tocaba a Axel - Voy - tranquilo empezó a andar y a subir el pequeño tramo de escaleras de madera antes de alcanzar el escenario.
Esperó a la señal de la chica que realizaba una breve introducción de su persona y al irse, pasó él. Se situó frente al micrófono y tomó aire. Todas las personas presentes se callaron al verlo clavando sus ingenuas miradas a su cara - Bueno, mas o menos tendréis una idea de lo que voy a decir ahora pero procuraré que sea rápido para que nadie se quede dormido tan temprano con tanta cháchara - se aclaró la garganta y prosiguió - Sean todos bienvenidos a Jikan Highschool, la institución de magia y otros seres más prodigiosa de la isla. Muchos estaréis pensado: ¿Quién es este tío? Seguro que es un muermo. Pues lo siento si me veis de esa manera, trataré que vuestra estancia sea la mar de agradable. Me llamo Axel Dracheart, líder de la casa que recibe el nombre de mi apellido. Representamos uno de los cuatro orgullos de la academia junto a Nymphart, Adiashen y Haradrim. Apasionados y ardientes como el fuego, nos aseguramos de ayudar a quienes se encuentren en problemas independiente de quién sea. Las personas no estamos destinadas a proteger las reglas, las reglas están destinadas a proteger las personas. No estaré detrás vuestra como el perro faldero de cada uno pero si os pillan, al menos hacerlo con estilo. Nuestro lema es el núcleo de todas nuestras acciones "Ojo por ojo, diente por diente" ¿Tu me golpeas? Sufrirás la ira de todos nosotros. Nos apoyamos mutuamente y a la hora de actuar, somos nosotros mismos. A veces golpeamos antes de preguntar las cosas pero es que nuestro poder es tan grande que se escapa y somos incapaces de controlarlo. Cada uno de vosotros tiene un don que os diferencia del que tenéis al lado. No se trata de la raza o el lugar de donde provenís. Es vuestra identidad, vuestro yo interior. Solo que esta dormido y no se ha manifestado del todo. Es por eso que estáis aquí. Dracheart logrará que vuestros deseos y ambiciones se conviertan en realidad. Llegaréis a dominar la bestia que lleváis dentro de vuestros corazones y seréis toda una leyenda y sobre todo, un gran orgullo para Jikan, y hasta quién sabe. Puede que alguno me quite el puesto si bajo la guardia. Por ello, quiero que seáis fieles con vuestros sentimientos y que os dejéis guiar por ellos. Será vuestro mayor aliado y nunca os traicionará. El dragón es nuestro compañero fiel que estará ahí para protegernos a costa de su vida. Es así que nuestro emblema presenta la majestuosidad de esta bestia, llena de valentía y humildad. Tenemos que ser iguales y aspirar a ser como ellos para ser capaces de proteger a lo que más amamos con nuestras enormes zarpas y alas ¡Sed libres y que los obstáculos que os encontréis por el camino no os detenga! ¡Seguid al Sol y demostrar de lo que estáis hechos! Y creo que no se me olvida nada. Cualquier pregunta me la podéis decir ahora ¿Quién se anima?
Después de atender a los alumnos con dudas, se fue por donde había entrado y se topó nuevamente con el director. Le dedicó una sonrisa de satisfacción y abandonó la sala.
En su interior, habitaba una persona. Alguien que sentada sobre sus propias piernas curvadas para adentro, observaba con una expresión seria una fotografía antigua y gastada. El tiempo no perdonaba pero el marco negro que lo enmarcaba y el pequeño altar en el que se encontraba, eran indicios de que lo mantenían limpio cada día - Otro año mas y lo mismo de siempre ¿Cómo te va allá arriba? ¿Todo en orden? Seguro que estas harto de verme pero lo siento, no te queda otra que aguantar al pelmazo éste una vez más. - dijo el muchacho sarcástico siendo visible que en la ilustración mostraba un anciano sonriendo con total descaro y enérgico. Su voz resonaba por las paredes de la sala común debido a la carencia de mobiliario en aquel cuarto. Apenas había un reloj de cuco y un cojín que usaba a modo de asiento - Si me vieras ahora abuelo, te quedarías aún más patidifuso de lo que ya estas. He cambiado un montón y no solo en cuerpo, sino también en alma - una curva se mostró en sus labios simulando una sonrisa a media hacer mientras cerraba los ojos - En breve, me iré a hacer lo que tu ya sabes de todos los años. No busco tu apoyo, ni nada de eso porque ya me conoces, conmigo mismo me basto y me sobro pero ¿Y si te pasaras a echar un vistazo a ver? No te mataría ¡JÁ! Menuda ironía. Estoy perdiendo la gracia. - inmediatamente se levantó y se llevó su diestra a rascarse la nuca incómodo como si aquellas pupilas dibujadas fuesen reales y volteando en dirección a la puerta - Hay días que me pregunto qué fue lo que viste de mí que de pequeño te hiciera imaginarme como un líder. Era un llorica y un incompetente. Nada podía hacer estando solo sin tu intervención y la de "ella". ¿Tus poderes tuvieron algo que ver? Estate contento que luego dirás que no me acuerdo de ti. - Luego se acercó al altar y encendió un palo de incienso al lado del retrato. Era la costumbre de las mañanas cada vez que abandonaba la casa para acudir al instituto. El humo blanco ascendía a un ritmo lento pero seguro a diferencia de su olor que invadió el lugar efímero. Tenía que irse - Gracias por escucharme y tranquilo, no pienso fallar a estas alturas del curso. Nunca me lo perdonarías. Te lo prometo. - dicho esto, juntó ambas manos para rezarle un poco y se marchó.
Era primavera. Hacía una temperatura ideal y las flores de cerezo dejaban caer sus pétalos como lluvia de rocío en pleno invierno. Tampoco faltaban las camisetas remangadas hasta el codo y las faldas en los uniformes escolares femeninos; Después, podría ir de picnic con esta gente cuando acabe con la rutina. Aquellos fueron sus pensamientos con la cabeza bien alta y sin detener sus pasos. No es que le fuera un desafío pero tenía que asegurarse de no poner un pie en falso en lo que dijera en el discurso. Cualquier equivocación en su cargo, se podría considerar el último. La idea de echar a perder la reputación de sus antepasados sobre todo su querido abuelo, hizo que desarrollara cierta profesionalidad y agudeza en la toma de decisiones y actos representativos de su liderazgo. Perdería demasiado, la carga de centenares de años todo sobre sus propios hombros.
Fue cuestión de minutos llegar a su destino y estar actualmente andando por los pasillos con la mirada baja. Tenía en sus manos una nota donde llevaba apuntado lo que tenía que decir delante de vete a saber cuantas personas nuevas que ingresaron a la academia hoy mismo. El nuevo curso estaba por comenzar y la información recogida le hacía tener dolor de cabeza. No lograba memorizar una mísera letra o mejor dicho, no era de su estilo decir palabras tan técnicas. Tras observarlo sin éxito alguno, rompió la hoja en cuatro partes iguales y las arrojó a la papelera. Podía usar sus poderes y que no se le olvidara nada pero para estos casos, no le gustaba hacer trampas. Su cargo de líder se lo había ganado por sus propias cualidades y no por la magia que recorría sus venas. Los exámenes es otra historia a contar.
En ese mismo instante, una voz que sonaba desde la lejanía hizo que volteara curioso a su espalda - ¡Axel Dracheart! - una chica de un año inferior a él, de pelo largo y verde lo replicaba picándole en el pecho con el dedo índice insistente - ¡¿A donde diablos estabas?! ¿Otra vez durmiendo en algún banco o leyendo una revista en la azotea? ¡¿Sabes hoy qué día es?! ¡Todos estamos que nos tiramos de los pelos y sigues con tu actitud pasota de siempre. Ya no sé como calmar a la presidenta ¡¿LO ENTIENDES?! Confiamos demasiado en ti para que la líes y arrastres a todo el consejo estudiantil contigo. No quiero recibir la ira del director en cuanto se entere de la humillación tan gorda ¡¿CAPISCI O QUIERES QUE TE LO DIGA EN INGLÉS?! - permaneció firme con el pecho erguido mientras recibía las quejas por parte de su amable compañera con una gota de sudor frío recorriendo su frente - En italiano ibas bien - mantuvo las distancias entre ellos empujándola hacia atrás con delicadeza por su hombro porque en cierto modo le incomodaba estar tan pegado a una chica. Un simulado rosa casi invisible decoraba sus mejillas - Puedes pararte a preguntar a cualquiera - cerró el puño y la alzó a la altura de la cara con el cejo fruncido y una sonrisa - No los defraudaré aunque me tenga que tirar de un puente para demostrarlo. Haré lo imposible para que todos hablen de Dracheart como la mejor casa de todas ¡Les mostraré nuestros ideales y vendrán corriendo en un abrir y cerrar de ojo! Ya verás, solo espera y contempla lo que soy capaz de hacer. - un chasqueo de lengua por parte de la fémina mostraba sus dudas - Tsk - su respuesta provocó que por dentro, Axel se riera - Trabajas demasiado. Deberías tomarte un descanso ¿Por qué no te pasas por la cafetería a tomar algo? Seguro que te sentirías mucho mejor - una vena estilo anime representando enojo se dibujó en la cabeza de la muchacha - ¡CÁLLATE Y VETE DE UNA VEZ! Te reclaman en el salón de actos. - asintió la cabeza - Alto y claro mi sargenta - se despidió con el saludo militar - Axel Dracheart se va - y así hizo, desapareciendo tras una esquina y dejando a una peliverde cruzada de brazos y enfadada - Idiota.
Alcanzó su objetivo y atravesó la puerta que daba a la parte de atrás del telón. Una cara la mar de familiar y escalofriante le dio la bienvenida: el mismísimo director cuyo nombre es y seguirá siendo un misterio - Buenos días - No tuvo que decir nada. Tan solo una mirada fue más que suficiente para zanjar el asunto. Ambos no se dejaban intimidar y el silencio acompañó el encuentro. Era una escena congelada y siniestra, como si combatieran a ver quién era el último en pestañear. Por supuesto, los dos no pensaban en eso y el rubio lo miraba directamente a los ojos sin flaquear - Sal y hazlo - éste había terminado de dar su discurso. Le tocaba a Axel - Voy - tranquilo empezó a andar y a subir el pequeño tramo de escaleras de madera antes de alcanzar el escenario.
Esperó a la señal de la chica que realizaba una breve introducción de su persona y al irse, pasó él. Se situó frente al micrófono y tomó aire. Todas las personas presentes se callaron al verlo clavando sus ingenuas miradas a su cara - Bueno, mas o menos tendréis una idea de lo que voy a decir ahora pero procuraré que sea rápido para que nadie se quede dormido tan temprano con tanta cháchara - se aclaró la garganta y prosiguió - Sean todos bienvenidos a Jikan Highschool, la institución de magia y otros seres más prodigiosa de la isla. Muchos estaréis pensado: ¿Quién es este tío? Seguro que es un muermo. Pues lo siento si me veis de esa manera, trataré que vuestra estancia sea la mar de agradable. Me llamo Axel Dracheart, líder de la casa que recibe el nombre de mi apellido. Representamos uno de los cuatro orgullos de la academia junto a Nymphart, Adiashen y Haradrim. Apasionados y ardientes como el fuego, nos aseguramos de ayudar a quienes se encuentren en problemas independiente de quién sea. Las personas no estamos destinadas a proteger las reglas, las reglas están destinadas a proteger las personas. No estaré detrás vuestra como el perro faldero de cada uno pero si os pillan, al menos hacerlo con estilo. Nuestro lema es el núcleo de todas nuestras acciones "Ojo por ojo, diente por diente" ¿Tu me golpeas? Sufrirás la ira de todos nosotros. Nos apoyamos mutuamente y a la hora de actuar, somos nosotros mismos. A veces golpeamos antes de preguntar las cosas pero es que nuestro poder es tan grande que se escapa y somos incapaces de controlarlo. Cada uno de vosotros tiene un don que os diferencia del que tenéis al lado. No se trata de la raza o el lugar de donde provenís. Es vuestra identidad, vuestro yo interior. Solo que esta dormido y no se ha manifestado del todo. Es por eso que estáis aquí. Dracheart logrará que vuestros deseos y ambiciones se conviertan en realidad. Llegaréis a dominar la bestia que lleváis dentro de vuestros corazones y seréis toda una leyenda y sobre todo, un gran orgullo para Jikan, y hasta quién sabe. Puede que alguno me quite el puesto si bajo la guardia. Por ello, quiero que seáis fieles con vuestros sentimientos y que os dejéis guiar por ellos. Será vuestro mayor aliado y nunca os traicionará. El dragón es nuestro compañero fiel que estará ahí para protegernos a costa de su vida. Es así que nuestro emblema presenta la majestuosidad de esta bestia, llena de valentía y humildad. Tenemos que ser iguales y aspirar a ser como ellos para ser capaces de proteger a lo que más amamos con nuestras enormes zarpas y alas ¡Sed libres y que los obstáculos que os encontréis por el camino no os detenga! ¡Seguid al Sol y demostrar de lo que estáis hechos! Y creo que no se me olvida nada. Cualquier pregunta me la podéis decir ahora ¿Quién se anima?
Después de atender a los alumnos con dudas, se fue por donde había entrado y se topó nuevamente con el director. Le dedicó una sonrisa de satisfacción y abandonó la sala.
Alice L. Wonderland- Pet :
Pareja : Nunca me he propuesto tener una.
Orientación :
Inclinación :
Mensajes : 1
Puntos : 0
Fecha de inscripción : 07/11/2013
Edad : 29
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Ago 28, 2015 5:53 pm por Chizuru Minamoto
» Afiliación Élite -Alpha Superhéroes vs Villians
Miér Jul 01, 2015 10:03 am por Invitado
» Limpieza de afiliados
Miér Abr 01, 2015 9:23 pm por Invitado
» Sweet School Life Elite ( remodelación)
Vie Dic 12, 2014 1:37 pm por Invitado
» Crónicas de Etribia [Afiliación Elite]
Vie Sep 05, 2014 5:36 pm por Invitado
» Lyurand Terris [Normal]
Vie Ago 29, 2014 7:06 pm por Invitado
» Infected Love {Afiliación NORMAL}
Miér Ago 27, 2014 2:00 am por Invitado
» Makai {Élite}
Vie Ago 22, 2014 10:22 am por Invitado
» New World-Afiliación normal
Sáb Ago 16, 2014 8:05 pm por Invitado