Begin of the World [Priv. Lucy Lenerad]

Un viento fresco y agradable soplaba aquel día por todas las islas de la escuela, pero donde mejor podía sentirse era en la azotea del edificio de clases. Usualmente es frecuentado durante los recesos para ir y disfrutar del almuerzo disfrutando de una agradable vista así como de la suave brisa que acariciaba las mejillas de la gente, era un lugar ideal donde relajarse por unos momentos y olvidarse de lo pesado de las clases y también de la vida. En este mismo lugar se encontraba un chico de cabellos castaños con el uniforme de Dracheart donde el viento agitaba tanto sus ropas como su pelo mientras este miraba hacía el horizonte con una mirada perdida en el mismo. Nadie mas se encontraba en ese momento debido a que era hora de clase. El castaño se encontraba a la orilla, en el borde de lo que era la azotea a un solo paso de caer de su sitio y provocarse fuerte daño. Aun si fuera a quedar muerto no sería problema alguno ya que después de todo, no tenía vida y simplemente se volvería a rehacer como si nada hubiese pasado.

Parecía ser una típica escena de una persona que estuviera a punto de morirse ya que tenía la misma mirada de perdición como si ya nada le importara en este mundo, parecía tener la misma determinación en hacerlo aunque su determinación no estaba enfocada en hacerlo precisamente y por último estaba en un lugar donde una persona común e incluso por la altura aquellas no tan comunes, podían fácilmente perder la vida en tan solo un instante. En su rostro tenía dibujada una sonrisa que si bien no expresaba felicidad o alegría, podría interpretarse mas como si estuviera teniendo algún pensamiento de sarcasmo - Creo que es suficiente... - suspiro. Sus palabras resonaron en toda la azotea y movió su pie un poco hacía adelante fijándose al suelo que se encontraba tan lejano de el en ese momento.

Se encontraba distraído contemplando el piso perdidamente a lo que nunca se percató de que alguien había llegado hasta donde el se encontraba. Sus intenciones en ningún momento eran las de saltar, simplemente le agradaba estar en ese lugar en ese momento gracias al ambiente tan fresco que ofrecía el día, incluso las nubes habían cubierto el molesto sol haciendo un tanto mas gris el cielo otorgándole una apariencia mas nostálgica a aquella mañana.

Ya se había decidido a que tenía que retirarse, pero cuando apenas movió un pie sintió como alguien le tomaba y le jalaba desconcertando al castaño y sacándolo totalmente de equilibrio provocando que cayera hacía atrás junto a la persona que lo había jalado. Un golpe seco se dejo escuchar en cuanto ambas personas cayeron. Al principió no presto atención a las palabras dirigidas hacía el ya que estaba mas ocupado sintiendo el dolor de haberse golpeado en la parte de atrás de la cabeza, retorciéndose un poco de dolor mientras se tocaba esta zona. Cuando reacciono abrió los ojos que los había cerrado por el mismo dolor y vio a una chica de cabellos rosados debajo de el que al parecer era quien le había jalado. - ¿...Que... que hago? - preguntó un poco confuso de la situación.

Se puso de pie y se sacudió sus ropas mirando a la desconocida que aun yacía en el suelo - Contemplaba un poco el horizonte... ¿que pensaste que estaba haciendo? o ¿porque me tiraste al suelo? - la miraba confundido tratando de comprender lo que ella había hecho. Extendió su mano hacia ella para ayudarla a que se pusiera de pie mientras aun esperaba una respuesta, pero de pronto se vino algo a su mente totalmente inesperado - Ah... no sera... ¿que quieres hacer algo conmigo y por eso me tiraste al suelo? - se encogió un poco de hombros ante esto. De ser cierto ¿como se suponía que fuera a reaccionar? Aunque pensándolo mejor, ¿de donde saco esa conclusión?

Ante la reacción de la chica no pudo evitar verla por unos momentos un tanto sorprendido por lo roja que podía ponerse por una simple pregunta que había salido de la nada. Inevitablemente comenzó a reírse soltando una fuerte carcajada que se escuchaba en todo el lugar, incluso una pequeña lagrima se le alcanzo a escapar de uno de sus ojos por la divertida que se había puesto gracias a la reacción de la chica. - Vaya... se que soy feo, pero tampoco es para que me rechaces de forma tan drástica - le comentó a modo de juego mientas que pasaba su dedo indice por debajo de su ojo limpiando la lagrima que había escapado a causa de la risa.

Luego de haberse divertido, respiro profundo para calmarse y no volver a reírse. Después se acercó a la pelirosa aun con una expresión divertida en el rostro - No lo decía enserio, no tenías porque tomarlo tan enserio - luego cambio su expresión divertida por una mas amable con una sonrisa mas amistosa. - Soy Souren... Souren Konozaki - se presentó a ella caballerosamente - Siento haberme reído de esa manera, pero no pude evitarlo... tu cara tenía un color interesante - una pequeña risa casi imposible de notar se le escapo de los labios mientras recordaba el momento de hace unos segundos que lo habían divertido tanto.

Se dio media vuelta y se sentó en el suelo cerca de la orilla, pero evitando cualquier peligro de caer por esta incluso si se fuera a balancear hacía adelante. - En fin, como te dije antes estaba viendo el horizonte mientras recordaba algunas cosas - explicó y se cruzo sus piernas e inclino un poco su espalda recargando sus brazos sobre sus rodillas. Después volteó a ver a la pelirosa de reojo - Bueno, esa podría ser una razón aunque también se puede decir que estoy evitando clases - sonrió divertido, el no era mucho de saltarse clases así simplemente, pero sentía que debía de hacerlo en aquel momento de ese nostálgico día color de gris. - ¿Tu que haces aquí? - le preguntó con curiosidad.

Una pequeña sonrisa se logro escuchar salir de el aunque sin abrir los labios, esta se había filtrado hacía el exterior. Miro a la pelirrosa desde su posición sentada con una sonrisa en el rostro. Al parecer no era el único que se estaba saltando las clases, pero a ella parecía ser que le afectaba mas ese hecho de lo que podría llegar a creer - Vamos, no es como si te fuera a suceder algo malo por eso - se puso de pie y se sacudió sus ropas luego de mirarla un poco y se acercó a ella - Si algo malo fuera a suceder, yo te cuidare Lucy - le sonrió y posó su mano sobre la cabeza de ella acariciando sus cabellos intentando hacerla que se calmara y darle algo de confianza. 

Se separó un poco de ella y volvió a acercarse a la orilla quedándose mirando hacia el horizonte en la misma forma en que lo estaba haciendo antes de que la chica. - ¿Así que si me pongo así pareciera que me suicidare? - volteó a verla un tanto curioso en lo que había pensado primeramente. ¿En realidad se veía tan deprimente? De cualquier forma evito tener mas tiempo una expresión tan nostálgica en el rostro y volvió a animarse. - No te preocupes por eso, no es como si me pudiera suicidar aunque tampoco puedo volar precisamente - le explicó mientras daba media vuelta quedando de espaldas a la caída y de esta forma sonrió antes de dejarse caer con los brazos extendidos hacía atrás y hacía caer del edificio. 

No mucho de haber caído, uso un mínimo de su magia para sujetarse de una rama de un árbol y devolverse a la azotea de un salto quedando de pie detrás de la chica. - Debiste ver tu cara - sonrió al principio intentar soportar, pero luego no logro resistirse y terminó soltando una fuerte carcajada. Poco a poco se fue controlando riendo menos hasta que finalmente se detuvo y limpio una lagrima de su ojo. - Hablando de ángeles y voladores... - siguió hablando como si nada hubiese sucedido y todo hubiera sido siempre una conversación normal - ¿que raza eres tu? - preguntó curioso.

Vaya, aún y cuando últimamente esa combinación en los híbridos era bastante común, no dejaba de ser algo bastante interesante el como los tan prestigiados y sobre valorados ángeles podían unirse a lo que eran prácticamente sus contra partes los demonios, mas específicamente en este caso súcubos. Ahora que lo pensaba, ella no tenía tan mal cuerpo y de hecho resultaba bastante atractiva a la vista aunque tampoco era como si fuera a abalanzarse sobre ella así como así. Una pequeña risa salió  de sus labios al verla que se volvía a sonrojar y bajaba la mirada de esa forma tan característica que ella tenía. ¿Cuantas veces se habrá reído ese día en tan poco tiempo? Al parecer ella era mas divertida de lo que dejaba aparentar.

Se acercó a ella y con su dedo indice le toco su frente haciendo que levantara la vista nuevamente y lo volteara a ver, ya había comprendido porque es que se había avergonzado esta vez. - No tienes porque esconder lo que eres, no deberías bajar la mirada cuando lo digas, en lugar de eso deberías estar orgullosa - le dijo sonriente y luego dio un par de pasos hacía atrás volviendo a la posición en que estaba antes de hacerla que levantara la mirada. - Yo soy un vígaro, posiblemente una de las razas menos comunes que se puedan encontrar - dijo con total seguridad. Hasta ese momento no había tenido la casualidad de encontrarse con otro como el, así que incluso había llegado a considerar que era el único que existía en ese momento. 

Una sonrisa maliciosa se formo en su rostro y su expresión cambio a una que mostraba que por su mente estaba pasando una idea un tanto divertida mientras la miraba con malicia. Se acercó a ella peligrosamente, estando bastante cerca de su rostro. - Hmm... eres una súcubo, ¿no? - le susurro y luego le acarició debajo de la barbilla el cuello de forma lenta intentando provocarla. - Eso significa que sueles hacer ese tipo de cosas seguido y sin problema, ¿no? - paseo sus dedos por los labios de ella mirándola provocativo. Luego de eso dio un paso hacía atrás, su broma había terminado y se notaba que se había divertido aunque esta vez no hubo risa alguna ¿quizás se le habían acabado por ese día? - Realmente pones expresiones divertidas, pero no te preocupes no haré nada de eso -

La reacción de la sucubo era tal cual la que esperaba, o por lo menos parte de. En realidad consideraba que iría a haber mas molestia que ese simple empujón que lo hizo retroceder un par de pasos mientras sonreía divertido y escuchaba aquellas palabras, luego seguiría alguna bofetada o algo por el estilo aunque en lugar de eso pudo notar como sonreía lo cual lo saco de balance de la situación no pudiendo comprender que era lo que sucedía exactamente. En base a las acciones que la pelirrosa le hacía, llegó a creer que en realidad había conseguido algo mas que una simple broma con ella, pero vamos que era bastante obvio lo que ella pretendía con aquello.

Le miro de forma sorprendida abriendo los ojos bien abiertos como si no creyera lo que sucedía, claro que si lo creía. Volteó a ver de reojo a la persona que se encontraba atrás de el como si le pidiera que hiciera algo al respecto, pero... cierto, ellos dos estaban totalmente solos y no había a quien pedir ayuda así que volvió su mirada a ella nuevamente alejando poco a poco su cabeza a la vez que ella acercaba su rostro. Finalmente se sintió empujado y además tropezado provocando que cayera de espaldas al suelo donde esto último fue un tanto inesperado.

Al ver la mano de ella extendida, la miro con malicia mientras se incorporaba un poco sentándose en el suelo. - Oh vamos... - tomó la mano de ella y la apretó un poco sin lastimarla para que no pudiera liberarse, en su rostro se esbozó una sonrisa de medio lado un tanto pervertida y su lengua se mostró remojando sus labios. - No me quitaras ahora mi sueño de ser alimento de sucubo - luego de estas palabras la jalo hacía el haciendo que cayera sobre el y la detuvo entre sus brazos. - Siempre fue mi sueño desde mi infancia ser alimento de sucubo... - con esto mismo el se causo suficiente gracia y se vio impedido a si mismo seguir actuando. Llevo su mano a su frente y rió bastante animado. "¿Que clase de niño depravado desearía eso?" pensó.

Hizo a un lado a la chica después de terminar de reír y se puso de pie sacudiendo sus ropas. Miró a la chica y se inclino colocándose a la altura de ella mientras aun yacía en el suelo mirándola fijo a los ojos. Levantó un dedo y empezó a explicar - Necesitas mejorar tus bromas, no las pienses demasiado o serán demasiado obvias - luego levantó otro de la misma mano indicando un segundo punto - No las hagas luego de haberte enojado porque te hayan hecho una a ti - por último levanto un tercer dedo señalando un tercer y último punto - No me las hagas a mi, no funciona - tras haber terminado su explicación volvió a ponerse de pie mirando la pelirrosa desde arriba. - Ahora, tampoco estuvo tan mal aunque debes cuidar esos tres puntos - se agacho y tomó la mano de ella levantándola con su propia fuerza sin esperar a que ella se incorporara o algo, haciendo que diera un pequeño salto en el aire y luego cayera de pie. - La próxima vez que pienses hacer ese tipo de cosas en mi, mas te vale ir enserio - le advirtió y se encamino hacía la puerta del edificio abriendo esta y entrando, sentándose justo en la entrada mirando la chica desde su posición con sus piernas dobladas. - A no ser que te quieras mojar, te sugiero que vengas hacía acá - le dijo señalando las nubes grises que se formaban en el cielo y empezaban a tronar indicando lluvia.

La lluvia poco a poco comenzó a acelerarse mientras las nubes tomaban el control del cielo haciendo que este oscureciera por completo al cubrir el sol, dando una apariencia casi similar a la noche con la única diferencia de que era posible ver en el exterior sin la necesidad de llevar consigo una lámpara o algo para ayudarse a ver. El agua hacía un sonido bastante agradable al oído en cuanto golpeaba con el suelo, las distintas gotas de agua parecían estar cantando en sincronía de forma armoniosa mojando pronto casi toda la escuela o eso era lo que se podía observar de la mojada azotea.

Souren tenía una mirada algo nostálgica en su rostro, pero a diferencia de antes, su sonrisa en este momento mostraba que estaba sintiendo felicidad mas que simplemente estar mirando hacía el horizonte como estaba haciendo hacía unos momentos atrás. Observaba con detenimiento el paisaje mientras sentía como la brisa movía sus cabellos y sus ropas un poco. Por fortuna el agua no entraba hasta donde ellos se encontraban aun y cuando tuvieran la puerta abierta. Un pequeño escalón impedía que el agua entrara y la dirección en que caían las gotas era en dirección opuesta a la entrada.

Al salir de su pequeño trance, escuchó las palabras de la pelirosa y volteó a verla al principio un tanto confundido mientras su mente procesaba lo que le había dicho y luego volvió a su expresión calmada. - Ah, estoy en tercer año, tengo 18 años - le dijo sonriendo y notó como mantenía su mano justo fuera de la puerta para que algunas gotas le tocasen. - ¿Tu de que año eres? - devolvió la pregunta con curiosidad. Pronto las luces en el interior del edificio comenzaron a parpadear hasta que finalmente se apagaron completo. La única iluminación que existía ahora era la del exterior y los profesores empezaron a retirar a sus alumnos de los salones indicando que volvieran a sus respectivas casas. - Parece ser que no nos tendremos que preocupar por las clases hoy - se estiro un poco relajándose al saber esta noticia.

Dentro de poco se levantó y se posiciono detrás de Lucy y con una sonrisa malvada la volvió levantar de la misma forma en que había hecho anteriormente. - Parece que te gusta mucho el agua, ¿no? sal a disfrutarla - menciono malicioso y luego la empujo haciendo que saliera nuevamente al aire libre y se mojara instantáneamente con la lluvia. Luego la señalo - ¡Mira tus ropas se transparentan! - soltó una pequeña risa al verla la cual poco a poco fue aumentando, aunque se apago antes de llegar a ser una carcajada.