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Mio Akiyama

Mio-chan

17 años

Heterosexual

2º año

Femenino

Ángel

Dracheart

Letrista

Se trata de una adolescente de envergadura delgada, liviana y de piel ligeramente albina cuyos rasgos tan delicados hacen percatarse a cualquiera de su introvertida personalidad. Logra alcanzar los 1'62 metros de altura y permanece en el límite de 51 kilogramos sin ascender ni decaer de ese mismo valor. Usualmente se la puede apreciar por la academia con el uniforme correspondiente a la casa Dracheart pero cuando no, se acomoda al temporal. Vistiendo prendas la mar de femeninas y coquetas sin querer provocar al personal, se la ve con frecuencia por la calle o en su habitación con una camisa de tirantes rosa con la palabra "K-ON!" escrita en medio de color rojo, unos shorts blancos y unas zapatillas vaqueras de cordones blancos igual. Fue bendecida por una prolongada y lisa cabellera morena que algunas veces se la recoge en una coleta sobre todo en los días calurosos en la playa, y unos ojos grises tirando a azul. En su hombro derecho esta grabado el sello de su grupo académico con forma de dragón.

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¿Por donde empezamos?

Mio es una chica muy particular a lo de personalidad se refiere. A simple vista, uno le inspira multitud de sensaciones relacionados con la seguridad pues la serenidad y la madurez que emana son dos conceptos que los tiene bien presentes. Llega hasta ser un tanto imperativa cuando quiere dejar las bromas a un lado y concentrarse en acabar las tareas asignadas. De todos modos, eso no quiere decir que no le guste divertirse. Es mejor decir que quiere aprovechar el tiempo y no malgastarlo pues su prioridad es cuidar al grupo y guiarlo por el buen camino. Trata de tenerlo todo planificado mostrando sus cualidades de liderazgo y responsabilidad una vez más hasta que pierde el norte con algunos de sus temores o vergüenzas y se observa a una muchacha la mar de moe, aterrorizada y aunque suene cruel, adorable.

La timidez juega un papel significativo en su vida al igual que la androfobia presente desde finales del verano pasado. Puede llegar a ser tan introvertida que le entra pavor a la hora de participar en un concierto en un puesto importante como lo es la guitarra eléctrica pues acatar la atención del público es lo que menos desea en el mundo. Por ese motivo, prefirió utilizar el bajo y algunas veces aunque le cueste, ejerce de vocalista. Aun así, no es para nada antisocial. Es simpática, bondadosa y amable con toda persona que se le acerque de buenas maneras ya que "dar el primer paso" no es algo que domine sobretodo cuando quiere hacer amigos. El pánico que le entra del pensar de que la pifiará, la supera. También es apreciable cierto instinto de protección a las personas que le importa incluso llegando al punto de sacrificar su lado "gatito asustadizo" las veces que haga falta por volver a verlos sonreír siendo una tarea psicológicamente dura para ella que desea curar de inmediato.

En cuestión de entablar relaciones, no presenta ningún problema con las chicas pero con los chicos es un tema aparte. Innumerables ocasiones se dice a sí misma que todos no tienen que ser iguales pero de todos modos, los temblores, el miedo y el llanto siguen surgiendo cuando algún varón trata de tocarla independientemente de la situación y el acto (vamos, como si solo quiere tomarla de la mano o sin querer llegan a rozarse al querer devolverle la goma del suelo). En su defecto, lo más probable es que lo golpee. A primeras, se mantendrá callada y mantendrá las distancias tratando de disimularlo aunque por desgracia suya, es como un libro abierto: sus gestos la delatan. Si ve que puede ofrecerle una oportunidad, se la otorgará sin quitarle el ojo de encima. En el mayor de las medidas, acabará desenvolviéndose con la naturalidad de siempre claro esta que la fobia sigue presente hasta que la supere con mucho esfuerzo y dedicación.

Cuentan en relatos antiguos de la iglesia que un ángel nace del seno de Dios a partir de su amor con la esperanza de expandir ese mismo mensaje a la humanidad asegurándose de que no sigan el camino de la codicia y la maldad.

Bueno, ¿y si no fuera cierto al cien por ciento? Al fin y al cabo, son humanos ¿Qué saben respecto al mundo celestial o bien lo que es bueno y lo que es malo? No ven más allá de lo que le permiten sus ojos ¿Por qué molestarse en hacerles ver las cosas si seguirán haciendo lo que les venga en gana sin pensar en el prójimo? El suspiro de una mujer desdichada trajo a la vida a Mio, un ángel de peculiares características que tenía como misión cuidar de la familia Akiyama hasta que ella misma se diera cuenta de que era hora de partir de regreso al cielo. Con la duda en la cabeza, desconocía el método por el que sería informada. En respuesta, Dios le comentó que ya lo sabría a su debido tiempo. Igual de desconcertada por dentro sin verle futuro a aquella conversación, descendió de las nubes rumbo a La Tierra.

Nada más verse envuelta en aquel nuevo mundo, sus recuerdos fueron borrados de su mente. A parte para que Mio tuviera una "mejor visión de lo que le rodeaba", Dios pensaba que podría ser una enemiga del cosmos si llegara a utilizar sus dotes divinos para sembrar el caos y la destrucción al caer víctima de la lujuria de los humanos. Le dolía pero no podía hacer otra cosa ya que era bastante apaciguar la ira de los arcángeles de exterminar a la raza de una vez y ahorrarles mayores problemas en el futuro.

Manejando los hilos del destino, la chica de 10 años logró ser adoptada por los Akiyama que rápidamente pasó a adquirir ese mismo apellido. Por una conversación que se enteró a hurtadillas, las lágrimas de su "madre" se debieron a que no pudo dar a luz el feto pues se encontró muerto a los 6 meses a causa de un accidente doméstico no especificado. Desde aquel día, decidió que haría lo inimaginable por ser la mejor hija para la pareja de los treintañeros.

El tiempo fue pasando y la ingresaron en una academia de Japón donde la consideraron todo un cerebro por sus altas calificaciones aunque no muy popular por su extrema timidez. Con 16 años, eso cambió cuando el chico menos esperado y el más popular de la institución le echó el ojo. Al principio, todo iba genial. Simpático, galán, guapo ¡Le había tocado la lotería! Estuvieron saliendo por 2 semanas hasta que el que hizo 3, la quiso forzar a llevar el asunto a un nivel más avanzado y peliagudo. Rápidamente se rehusó a obedecerlo pero él no aceptaba un "no" como respuesta. Sin comerlo ni beberlo, la tomó de ambos hombros con fuerza y la empujó contra una pared. El miedo se apoderó de ella e imaginándose lo que iba a suceder a continuación mientras veía que la distancia de sus rostros se iban acortando, sacó fuerzas de donde no sabía donde, dio una "zarpada" en el aire y le dejó un notorio arañazo en su mejilla derecha. Lo siguiente fue ver unos sanguinarios ojos llenos de furia y un alzar de brazo peligroso que señalizaba un fortísimo puñetazo del mayor directamente al rostro de la morena que nada pudo hacer para evitarlo. De ahí, sacó su androfobia.

Cuando despertó, se encontraba en la enfermería de un instituto que no era el que recordaba con anterioridad ¿Qué había pasado? Se miró por todo el cuerpo como si se aseguraba que seguía de una pieza. Entonces, una lluvia de imágenes pasaron frente a sus ojos. Se trataban de los recuerdos de cuando estaba en el cielo. Dios se los había devuelto pero aún así, ella andaba incómoda pues no recordaba qué pasó tras el fatal encuentro. Al tiempo, se enteró de que estuvo en coma por casi 1 mes y que si no se tratara de un ser milagroso, no hubieran intervenido a tiempo para sanarle las heridas en el rostro y hubiera acabado muerta. Interpretando las visiones como su "liberación", no tuvo la necesidad de preocuparse por su misión. Ahora, cumplió 17 años y es una alumna más de Jikan Hightschool perteneciente a la casa Dracheart con la compañía de su mascota dragón, "Kiro".

Fuerza: Siendo totalmente inimaginable, posee una fuerza devastadora y como no, sobrehumana capaz de someter a la bestia más feroz de un mísero puñetazo. Es objeto de envidia para muchas razas bárbaras donde esta capacidad los hacen temidos y admirados por seres inferiores o que pertenezcan a su misma estirpe. Se dice que tiene la fuerza de una niña pequeña del clan Itezora (10 - 11 años) o un licántropo adulto completo.  

La desventaja que presenta es que no tiene un control absoluto de sus impulsos, por tanto, desconoce cuando y cuanta energía se manifiesta al igual que sus límites pues su cuerpo sigue siendo delicado y un mal cálculo podría llegar a auto-herirse en gravedad sin reparo.

Habilidad curativa: Capacidad bastante común entre los de su especie. Dispone de la cualidad de sanar cualquier malestar leve del cuerpo como rasguños superficiales o pequeñas perforaciones en el mismo sin poder regenerar órganos. Puede ralentizar la evolución de las hemorragias pero no detenerlas en su totalidad y mucho menos la multiplicación de los glóbulos rojos. En cambio, los blancos sí con el propósito de acelerar la neutralización de enfermedades comunes o venenos poco elaborados.

Lo malo que presenta es que la cura no es inmediata y requiere algo de tiempo ya que acelera el proceso de las células que a su vez, varía según la raza siendo mas o menos efectiva en unos que en otros. Los efectos beneficiosos no se lo puede aplicar a ella misma y siempre tiene que hacer contacto directo con el herido cosa que psicológicamente lo tiene complicado con los chicos.