Una suave melodía... [Pirv. Alena Shadow]

Las tardes habían terminado hacia ya varias horas. Muchos alumnos incluso ya se encontraban en sus habitaciones o paseando por allí. Haciendo quizás las tareas en la biblioteca o simplemente pasando el tiempo en algún club. Alena, por su parte, se encontraba deambulando sin rumbo fijo. Estaba aburrida y buscaba algo (o quizás alguien) con quien entretenerse.

Se adentró al edificio, quizás encontrara algo interesante allí... Aunque en principio su idea era ir hacia la azotea, tuvo que parar en el club de música. ¿Por qué? Simplemente porque una dulce melodía la atrapo. No era un instrumento, o por lo menos no un instrumento externo. Era la voz de alguien, el cual, se notaba sabía cantar muy bien.
Se mantuvo unos momentos en la puerta, sonriendo de medio lado y, luego de unos minutos, entro a la sala sin siquiera golpear o avisar.
Al abrir, examino la sala, sin encontrar a nadie de pie, más si encontró alguien, aunque parezca raro, bajo el piano... Con... ¿Eso era una máscara de gas?
Si, se sorprendió un poco, debía de admitirlo, sin embargo, fuese lo que fuese aquello, de lo cual no podía definir que era, ya que no percibía un olor que antes hubiera sentido, cantaba bien... Y por eso mismo, simplemente cerró la puerta, apoyando su espalda contra esta y cruzándose de brazos, cerrando los ojos, escuchando la melodía de aquel chico que cantaba.

Movía levemente su pie, marcando el ritmo de la melodía sin darse cuenta. Su bota resonaba contra el suelo. Iba vestida como siempre, botas, un pantalón de jean negro, una remera roja y una chaqueta negra. Su cabello, corto y despeinado, de un color rubio y sus aretes, en su labio inferior y en sus orejas. Si... Tenía un aspecto algo masculino, como siempre.