Las nubes que bañan el cielo [Priv. Chitanda Eru]

Un día bastante fresco, mucho más calmo después de todo el desastre de ayer, aunque debo admitir que Gumiko servirá mucho para calmar a Samael dentro de mí. Sin embargo las heridas que sufrí ayer son bastante serias, mi brazo izquierdo esta molido y enyesado, no podre moverlo en un largo rato y el resto de mi cuerpo está cubierto de vendas y curas que tapan un centenar de rasguños y moretones.

-Dueleeeeeee-  Me quejaba mientras estaba tirado en el suelo de la azotea -No sé cómo los medico decidieron que debía seguir asistiendo a clases así, casi muero ayer y la magia que usaron tan solo calmo el dolor mientras hacían ellos la operación- Miraba el cielo claro pasar -¿No tienen hechizos poderoso que ayuden a curar huesos rotos y cosas por el estilo? Esto no es como en lo videojuegos-  Seguía quejándome.

Esta vez andaba solo, Malek dormitaba en mi cuarto, no quería traerlo después de lo sucedido ayer, además, después de lo que sucedió por más calmo que Samael se hubiera puesto nunca se sabe cuándo ese ángel caído quiera tomar ''prestado'' mi cuerpo nuevamente. Sera mejor andar con cuidado estos días mientras que la situación pasa y consultare a Gumiko para ayudarme a calmar a Samael.

-Aunque espero que en un futuro no sean tan violentos con lo que hacen-  Entonces recordé que yo tampoco fui muy prudente en ese momento -Pero tampoco puedo hablar como si fuera el santo de la situación-

Hasta el momento yo no lo había notado pero de pensar tranquilamente habían empezado a hablar conmigo mismo en voz alta, era un tanto vergonzoso al notarlo y enseguida me levante para quedar sentado y mirar a mi alrededor en busca de alguna persona que escuchara mi palabrería.

Una voz inesperada a mis espaldas logro hacerme saltar una par de metros delante, fue un sobresalto que logro incluso hacerme soltar un pequeño sonido. En épocas palabras la chica me había logrado asustar, demonios y pensar que estaba tratando de ver si había alguien a mi alrededor. Me puse de pie y justo en el momento que logre calmarme un dolor intenso paso por todo mi cuerpo, el susto hizo que no le prestara atención hasta ahora.

-¡Argg!- Solté un grito ahogado mientras me encorvaba, al mismo instante señalaba a la persona que me diera un segundo para reponerme, tras unos minutos logre sobreponer cualquier dolor para mirar quien había hecho tal travesura, resultaba ser una chica, pensándolo hasta ahora son pocos los hombres con los que me he topado hasta el momento, curioso -Casi me provocas un infarto- Dije un tanto agitado, pero sin muestras de enojo -Y si, estoy bien, por lo menos sigo de una pieza-

Me tome un tiempo para analizar a la chica, pelinegra, estatura promedia, ojos de un color morado. Ella había sido el espectro que salió del suelo para asustarme, por decirlo de alguna manera. Tenía algo en los ojos que me decía que era del tipo curioso e inocente, puede que sea solo yo, no sabría decirlo, era una mirada un tanto curiosa... creo que ahora me estoy repitiendo a mí mismo.

-Tranquila, estas heridas no son la gran cosa, solo duelen un poco- Dije riendo un poco -Soy Shinji Ajara de Dracheart, tengo diecinueve por lo que puedes deducir que ya estoy en la universidad, también soy un híbrido de mago y ángel caído- Me presente.

Eru era una chica bastante energética, me recordaba a Mina quien ahora debería estar siendo preparada para venir hasta acá, bueno, me recordaba a ella exceptuando la gran fascinación con Drácula y los vampiros, pero con todo y eso ella se volvió parte de mi familia rápido, es casi como una hermana para mí, sin embargo tenía otro hermano, mi medio hermano Hideaki del cual no sabía mucho ¿Cómo es el? ¿Habrá adoptado la misma manera de pensar que los verdaderos Ajara o habrá adoptado el honor de nuestro padre? Sinceramente me causaba bastantes dudas, esperaba que él no se volviera un enemigo.

Al parecer me quede bastante absorto en mis pensamientos mientras estaba sentado, no fui sino hasta que la chica ofreció un poco de su almuerzo que volví en sí.

-Disculpa, tiendo a perderme mientras pienso- Dije haciendo un gesto con la mano -Bueno, si eso no causa que pases hambre por el di-

Tras todo lo sucedido con la puerta Eru parecía bastante preocupada, pero a la vez tenía un tono de emoción bastante confuso para mí. Bueno, puede ser la sensación del primer acto rebelde de la chica, aun siendo este no necesariamente su culpa, recuerdo que la primera vez que me rebele contra la autoridad tuve cierto grado de emoción, pero lo que siguió no fueron eventos muy bueno, el mundo humano tiende a ser un poco más cruel en cuanto a castigos, se fuerzan más de lo necesario al punto que puede causar más problemas que enseñarles las lecciones de vida.

-La norma es quien se queda aquí después del receso tendrá que esperar hasta el receso para poder salir, si no se dan cuenta tienen que quedarse aquí, no pretenden lidiar con chicos problemáticos tratando de llamarlos desde la entrada- Dije encogiéndome de hombros -Pero tranquila, nada malo pasara, no es la primera vez que me sucede y las amonestaciones por faltar clases me las puedes dejar a mí, yo me encargare de que no te causen problemas- Mire nuevamente al cielo -Nadie lo notara, realmente los chicos están muy ocupados prestando atención y los profesores no les incumbe que algunos chicos falten, aunque espero que no tengas ninguna evaluación durante estas horas, no quisiera que la perdieras por mi culpa-

Tras haber salido del asunto de quedar varados por la siguiente hora en la azotea Eru paso a curar mis heridas, en verdad no podía creer que la chica conocía la magia curativa, yo solo había aprendido a canalizar la magia arcana en objetos y también la invocación, pero más haya de combate mis hechizos eran inútiles, no podrían ayudar a alguien que estuviera en peligro, bueno podría romper una puerta bloqueada con mi cañón, pero aun así, la magia curativa era sumamente útil para todo tipo de cosas.

-Gracias, desearía poder tener algo con que pagarte la ayuda- Dije mientras ella me curaba, tras haber terminado agite mi brazo y debo admitir que lo hice con cierto pavor de quedar privado por el dolor, pero ese dolor nunca llego -¡Asombroso! El dolor desapareció- Dije, entonces saque los vendas que cubrían partes de mi cuerpo y forcé el yeso hasta sacarlo, la herida en mi mano, el agujero creado por cuchillas atravesando mi mano hace unos días había sido sanada hasta el punto de solo parecer un ligero corte que atravesaba la palma de mi mano y que era en verdad indoloro -Eres muy hábil, los doctores dijeron que con la herida no podría usar mi mano por al menos un par de semanas, créeme antes mi mano estaba en un estado bastante malo- Me incline bastante bajo, casi tocando el suelo dirigiéndome a ella -¡Muchas gracias!- Entonces me volví a sentar -No sabes lo incomodo que era no poder usar mis dos manos-

Tras esa muestra de gratitud un tanto peculiar de mi parte la chica paso a mencionar la comida, ahora que lo pienso no había tomado un desayuno esta mañana porque me había levantado bastante tarde, tuve que volar de mi habitación para optar a la primera hora, subí aquí después de que no pude quedarme sentado en las incomodas mesas de madera, al menos en la azotea podía acostarme y recostar mi brazo de manera que no me doliera, aunque eso ya no sería un problema.

-Gracias por la comida- Dije tomando la cuchara con cierto nerviosismo, en verdad no sabía qué hacer en la situación actual, nunca nadie me había invitado a comer de su propia comida de esta manera, debo admitir que sentía algo de pena -Ehh...- No sabría que escoger entre la comida así que me quede mirando con un tono un tanto rojo en la cara por el nerviosismo.

Aunque al fin me había propuesto agarrar un poco de arroz, estaba bastante bueno, entonces me quede un segundo mirando a Eru, pensando si había sido ella quien había preparado la comida cuando de la nada note la conexión de Malek conmigo.

''¿Por qué la mira con esa mirada tan lujuriosa Shinji?''

Ese comentario de la nada hizo que me atragantara con el arroz y empezara a toser de la nada, al mismo tiempo que mi rostro se tornó de un poco rosado por nerviosismo a rojo tomate por vergüenza al comentario de Malek.

''¡Kikikikiki!''

''Sabandija, mira lo que me haces hacer''

No quería causar una escena, menos que ella llegara a pensar que la comida que me daba no me gustaba, era solo que había recibido cierta jugarreta de un pequeño diablillo que de ahora en adelante mantendría encerrado por un mes como castigo. Malek podía llegar a ser muy vil cuando se proponía, capaz era porque no conocía muy bien cuando limitarse, el solo lo hacía pues le daba gracia y porque era la única persona con la que podría hacerlo, eso hacía que me unión con él a veces se tornara más en una maldición que en una bendición, sinceramente deberé educarlo mejor.

-Estoy bien, es solo...- No sabía que decir, no podría venir con ''mi dragón solo me acaba de enviar un mensaje psíquico obsceno que me tomo bastante de sorpresa'' era demasiado difícil de creer -Solo que...- Esto se ponía un tanto feo, no sabía que decir en verdad, no quería sonar rudo de ninguna manera, pero el callarme lo haría peor, sin mucha idea, quizás -Es que tengo el habito de comer demasiado rápido, debe de ser por eso que me atragante, no pasa nada- Creo que esta ha de ser una de las peores mentiras que he dicho en mi vida.

A este punto suponía que mi cara ya se habría puesto de un color más claro, al menos un tono más rosado y no un rojo chillón como lo tenía por el comentario de Malek, sin embargo podría ser algo como esto lo que me delatara, no conozco persona que se colore así de rápido cuando se atraganta, solo esperaba que la inocencia de la chica me salvara de la situación, si no tendría que al menos ser sincero pues dudo que me perdone una segunda mentira tan mala como la anterior.

''Que clase de payaso te volviste, me das pena ajena''

''¿Ahora tu también me vendrás a arruinar el día? justo cuando pensé que no tendría que lidiar con gente indeseable apareces tu''

''Aun no veo la necesidad de sacar tripas a diestra y siniestra, he estado satisfecho hasta el momento, no es como si me sintiera a gusto, pero mi flojera le gana a mi incomodidad''

''Eso es bueno saberlo, sin embargo eso no te detendrá para fastidiarme ¿Verdad?''

''Tus intereses son más parecidos a los míos de lo que tú piensas al fin y al cabo somos una sola persona en realidad''

''¿De qué hablas?''

''Descúbrelo tu solo, yo tengo sueño''

''¡Cabron no te duermas tras decir algo asi de importante es anticlimático!''

Sin embargo ya no respondía, supongo que era su plan el dejarme con una curiosidad picándome la nariz mientras el no pudiera causarme daños mayores, su forma de molestarme supongo.