Laugh Maker. { Priv. Jubileus. }

por **Samantha Vasilyev** Lun Sep 16, 2013 7:29 pm

Laugh Maker.

"A menudo mi situación se comparaba con la de Satanás pues sentía envidia de los humanos que tuvieron la gracia de su creador." – Frankenstein.

‘’¡¡¡LES VOY A PARTIR LA CARA, LES VOY A PARTIR LA MALDITA Y HORROROSA CARA!!!’’ Su alter ego estaba como loca ya que la joven había sido confrontada por unos miembros de la casa de Adiashen, los cuales le habían dicho que no se atrevería a entrar a una cierta cueva porque era una ‘’miedosa’’, claro, luego todo se convirtió en una apuesta. Si ella ganaba, aquellos chicos no volverían a molestarla pero si perdía, tendría que darles una ‘’pequeña’’ cantidad de dinero.

‘’¡¡¡LES VOY A QUEMAR LOS PARPADOS A TODOS ESOS MALDITOS DE ADIASHEN PARA QUE NO PUEDAN DEJAR DE VER NUESTRO GRAN LOGRO CUANDO GANEMOS ESA ASQUEROSA APUESTA!!!’’ – ‘’¡Por favor tranquilízate! No puedo concentrarme si haces que la cabeza me duela.’’ – ‘’¡¡NO ME DES ORDENES!!’’. Definitivamente, no iba a ser el día más fácil del mundo.
Eran las 15:00 de la tarde cuando la joven emprendió su cambio hacía una de las tantas cuevas que habían en esa isla, en busca de un triunfo en tal apuesta. Sí, quizás era algo masoquista querer ver algo que te asuste pero a la vez era emocionante encontrarte cara a cara con uno de tus peores miedos, sin embargo, ella iba totalmente preparada ya que de por dentro estaba algo emocionada. Había preparado una mochila en donde llevaba dos botellas de agua, comida, dos linternas y baterías para las mismas. Incluso había empacado un poco de ropa en caso de que la que llevaba puesta se ensuciara.
Exactamente a las 17:45 fue cuando llegó a la cueva, cabe destacar que Samantha no era tan estúpida como para ir sola, así que decidió llevarse a Cedric para que le hiciera compañía.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de rumores y leyendas terroríficas que se cuentan sobre lugares como este, una persona común y con sentido del bienestar no iría ni aunque le pagaran una gran cantidad de dinero ya que de por sí, ese tipo de gente es demasiado miedosa como para afrontar aventuras de tal calibre como esta o tenían miedo de perder su vida en ello… ¡Pero no puedes hablar si nunca has probado nada nuevo! Y esa era la pura verdad.

En este momento, la muchacha estaba en la entrada a la cueva con su mascota enrollada por su cuello, mirando todo con suma curiosidad. Luego de evaluar los pros y los contras, decidió por fin entrar dentro, no sin antes sacar una linterna, por si acaso.
‘’HEY. Idiota, mira por donde caminas.’’ Dijo su alter ego en sus pensamientos ya que la peli-rosa se había tropezado con una roca. Pudo notar que a medida que avanzaba, la luz comenzaba a desaparecer y solo cuando estuvo totalmente a oscuras, fue cuando decidió encender la linterna, contemplando que se había adentrado bastante. – Quizás debería regresar… - Se dijo a sí misma al ver que incluso podría ser peligroso.- ‘’ ¿Es broma? No vamos a retirarnos para que luego los demás idiotas vengan a hacer de las suyas. Así que… SIGUE ADELANTE HASTA QUE ENCUENTRES ALGO QUE VALGA LA PENA. ’’ –Y nuevamente, la joven continuó caminando hasta unos dos metros más. Por fin, ya se había hartado de caminar y no encontrar nada interesante así que decidió sentarse en el suelo.-Esto tiene que tener eco… ¡¡ECO, ECO, ECOOO!! –Y así, comenzó a jugar con el eco de la cueva, escuchando como sus palabras retumbaban por todo el lugar.