The Beginning of the Peace [Privado]

El pelinegro esperaba que su compañera aceptara su ofrenda de paz para comenzar bien su relación como compañeros de cuarto, pero al parecer las cosas serían un poco más complicadas de lo que pensaba ya que ella rechazo por completo su ofrenda y le dedico un par de palabras. El joven médico se encontraba perplejo por los dichos de la chica ya que no podía visualizar una posible razón para que lo odiara tanto, además al parecer ella no tenía mucho apego con las tradiciones de su familia o eso fue lo que pudo deducir con su actitud y sus palabras por el momento sin saber si aquella hipótesis era del todo cierta. Sin darse cuenta Jude se quedó atrapado en sus pensamientos y solo se despertó cuando aquella rubia le volvió a dedicar unas palabras y luego salió por la puerta de aquella habitación tan elegante. Nuevamente el joven Mathis se encontraba solo en aquel cuarto con sus cosas alrededor de su cama por lo que decidió comenzar a desempacar sus cosas, pero claramente aquellas palabras de su compañera le intrigaron bastante por lo que volvió a entrar en un estado pensativo cuando iba a comenzar a abrir su maleta. – Cielos esta chica sí que me odia, pero eso no quiere decir que me vaya a rendir tan fácil sé que puedo lograr que nos llevemos bien – fue lo que dijo bastante decidido luego de haber meditado un poco las cosas por lo que rápidamente salió de su habitación para intentar alcanzar a aquella problemática mujer.

Cuando el joven salió de aquella habitación se encontró con un gran dilema ya que no sabía en qué dirección se había ido aquella chica por lo que tenía dos camino básicamente izquierda o derecha. Esta situación claramente era desfavorable ya que a pesar de que eligiera el camino correcto eso no significaría que encontraría a la chica ya que como es nuevo en esta academia lo más seguro era que el pelinegro se terminara perdiendo en el camino. Cuando todo parecía perdido se escuchó en el ambiente un pequeño grito que provenía del camino de la derecha por lo que rápidamente el pelinegro fue a averiguar qué es lo que había ocurrido para ver si podía ayudar en el caso de que si alguien estuviera lastimado, pero a medida que iba corriendo por aquel pasillo se pudo dar cuenta de que al parecer se había imaginado aquel grito ya que no podía ver a nadie en las cercanías por lo que un poco cansado de tanto correr se detuvo en medio de unas escaleras y soltó un gran suspiro que reflejaba su frustración por no haber podido encontrar aquella chica. – Sera mejor que regrese a mi cuarto ya que lo más probable es que ella regrese en un par de horas – fue lo que dijo un poco triste el pelinegro mientras se preparaba para dejar las escaleras, pero justo en ese momento cuando miro hacia abajo pudo observar a lo lejos una cabellera rubia bastante familiar lo que trajo como consecuencia que los ánimos volvieran al joven ya que por cosas del destino la había encontrado.

Fue en ese instante que sin pensarlo dos veces el mago dio un gran salto en el aire para bajar en picada rumbo hacia el primer piso de aquellas escaleras por lo que en menos de un instante termino en el suelo provocando un pequeño cráter por el impacto del choque. – Creo que me emocione demasiado ya que pude haberme lastimado, menos mal que utilice mis poderes para amortiguar un poco la caída – era lo que pasaba por la mente del joven mientras se levantaba de aquel pequeño cráter y miraba a su compañera que lo más seguro estaría sorprendida por su pequeña aparición. – Perdón por el pequeño susto, pero en verdad quisiera hablar un poco más contigo. Aun no logro entender porque ese odio tanto que tienes a mi persona si yo lo único que quiero es que nos llevemos bien – fue lo que dijo cambiando a un tono más serio mientras se iba acercando cada vez más donde la chica hasta tenerla de cerca. – Lo que te había dicho antes era la verdad y si piensas que esto es algún tipo de trampa de mi familia te equivocas, yo actuó de esta forma y en verdad quisiera ser tu amigo así que por favor solo dame una oportunidad de intentarlo – fue lo que dijo seriamente el pelinegro mientras que inconscientemente le tomaba la mano a la chica y la miraba directamente a los ojos. Siguió con aquella mirada decidida hasta que el mago se dio cuenta de que le había tomado las manos por lo que con un sonrojo en su rostro la soltó y pidió disculpas por aquello mientras esperaba ver la reacción de aquella chica.