Práctica matutina [LIBRE]

Por fin, se habían terminado las clases y, por tanto, hoy comenzaba mi primer día en el club de esgrima. Al principio tuve problemas para llegar ya que no sabía a ciencia cierta donde estaba, pero tras preguntar a varias personas conseguí llegar.

El sitio se veía bastante cuidado, a pesar de notarse que tenía bastante tiempo ya. Los instrumentos para prácticas estaban completamente ordenados en una habitación aparte, pero lo primero que hice fue ir a los vestidores donde me cambié de ropa para ponerme el equipo de prácticas antes de dirigirme a dónde los instrumentos para coger una de las espadas de madera para las prácticas, comenzando a dar pequeños golpes secos en el aire, para calentar.
-Es más ligera que mi katana... -pensaba un poco incómodo al ver que me costaba un poco, al principio, controlar los movimientos de los brazos.

Al ver que comenzaba a llegar más gente, comencé a pedirles a algunos que practicaran conmigo con algunos combates de práctica, ganando los tres combates que había hecho.
-No parece que hayan cogido una espada o algo con filo en su vida. Bueno, supongo que ha sido algo de trampa, teniendo en cuenta que llevo con una katana desde hace años. -reí para mis adentros, un poco feliz por haberles ganado.

"Una mañana que acabó en un pequeño incidente" Iba buscando la pequeña pelirrosa a alguien a quien hacer un retrato. En clase, en vez de atender, estuvo pensando. La llamaron varias veces la atención pero seguía en su planeta. Cada vez que tenía un ataque de inspiración, cogía y lo escribía en un papel con todo detalle. No quería que nada se le olvidara. Tenía bastantes ideas y muy pocos modelos. Caminó por todos los lugares de Jikan pensativa... ¿Quién podría ser una persona que quisiera posar para ella o se dejara ser la coballa de una pequeña artista? Poco a poco fue perdiéndose por los sitios sumergida en sus propias cosas. Lo que ella no sabía, es que se metió en el club de esgrima. Una chica la agarró y la metió en el vestuario de forma apurada. Se sorprendió bastante y no pudo evitar soltar un pequeño grito. La chica la puso la ropa de esgrima y la dio el arma que se usaba en dicho deporte.

Tras eso, salió algo aturdida. Había varias personas y no tenía ni idea de como acabó así. Decidió alejarse un poco, todos practicaban con todos, no parecía haber ningún control o algo de eso. Bajé el arma hacia el suelo y la apoyé. Con la careta, no podía ver bien del todo. Veía a través de la rejilla que había en la careta. El resto del vestuario era de color blanco, se miró y suspiró. Era todo un poco raro, suponía que si nadie la veía, se evitaría tener que enfrentarse a nadie, así que trató de moverse lo menos posible. Ella era del club de arte, no de esgrima. Aunque bueno, practicó ese deporte, el arte la encantaba. Así que si alguien la retaba a un duelo no tendría problemas.

El sitio era grande y entraba bastante luz por los grandes ventanales que había. El sitio era bastante acogedor, y las voces de las personas resonaban en el sitio ya que se producía eco. Se dio la vuelta para que no observaran. Si, pensaba que si no los veía, ella no sería vista. Era demasiado inocente pensando eso, tampoco sabía que se encontraría a alguien. Y ese "alguien" sería su hermano Trafalgar Law. El traje la quedaba algo grande, y se notaba bastante. No sabía como había acabado así, pero el caso es que acabó de esa forma

Continué luchando contra otros más del club hasta que ninguno más quiso luchar conmigo, volviendo a formarse grupos de dos a mi alrededor, dejándome solo a mí y a otro más más pequeño que yo y que le quedaba un poco grande el uniforme de entrenamiento. Me acerqué a él lentamente y me quité la careta y me incliné frente al otro.
-Oye, ¿no te queda un poco grande el uniforme? -le pregunté tras acercar la vista a su rostro, el cual me sonó un poco y, al sentir un olor en el aire, estiré la mano hacia la careta del otro para quitársela, antes de que pudiera hacer nada, quedando frente a frente con Temperance.
-¿Temperance? -pregunté bastante sorprendido, pero manteniendo el tono de voz normal para no llamar la atención de los demás mientras la arrastraba hacia las sillas que había para los descansos.
-En primer lugar me gustaría saber que haces aquí, porque no creo que seas del club teniendo en cuenta que cada uno tiene su uniforme con la talla adecuada. -le señalo su uniforme, que se veía aún más grande que ella al verla mejor.

Esa persona que era el familiar de la pelirrosa, se acercó. Ella escuchó sus pasos y cerró los ojos muy fuerte esperando a que no supiera que era ella. Law obviamente tras preguntar que si no la quedaba muy grande el uniforme, la quitó la careta. Ella trató de resistirse, pero no la dio tiempo. La preguntó que qué hacía allí y se acercó a él intentando pasar desapercibida. No se esperaba encontrarse a su hermano allí, ni mucho menos que acabara el aquel sitio y sobretodo vestida así, con esa ropa tan grande y un florete en la mano.

-Es que alguien me ha vestidi asi sin previo aviso y me ha metido aquí. Y no puedo ir a cambiarme porque aún hay gente. Y tus compañeros no deben saber mucho de esgrima porque eres el único que se ha dado cuenta y si me pillan me meteré en un lío...- Susurró muy bajito.

Un chico más alto que yo, tenía bastantes aires de superioridad y retó a la pelirrosa a un duelo. Ella simplemente aceptó y se puso la careta. Nadie se percató de que ella era simplemente una persona que no pertenecía al grupo, pero mejor, podría haberse metido en un gran lío. Por suerte nadie lo sabía, así que al comenzar, se trató de concentrar en no meter la pata. Consiguió ganar al chico cuyo ego era mayor que él incluso. Tras unas horas, la gente se fue y ella se quedó de las últimas para poder cambiarse. Buscó su ropa por el cambiador y la encontró en una esquinita.

Se cambió se ropa y salió. Se acercó a su hermano algo más aliviada por no haberse metido en aprietos. Temperance era una chica que sin darse cuenta, acababa siempre en líos, pero tenía la suficiente cabeza como para poder salir de ellos lo más airosa posible.

-Gracias por no decir nada oni-chan- Dijo sonriendo ampliamente.

El chico ese, aún seguía allí, miraba mal a la pelirrosa y estaba como esperando a que se quedara sola. La pequeña, no se dio cuenta pero se quedó a hablar con su hermano mayor un ratito. Hacía mucho que no lo veía y lo echaba un poco de menos.

Tras escuchar la historia de Temperance, suspiré aliviado al ver que tan solo había sido por una equivocación, por lo que le decidí dejarla estar allí hasta que fuera hora de irse, pero fue entonces cuando uno la desafío a un duelo, terminando derrotado para sorpresa de todos, incluido yo, haciéndome sonreír al encontrar ese lado tan ''duro'' de Temp.

Al terminar, me dirigí a los vestuarios donde me cambié y me puse el uniforme del colegio, ya que era lo único que me había traído. A la salida, me encontré con Temperance a la que saludé mientras me acercaba a ella.
-No fue nada, aunque debo admitir que me sorprende que no te apuntaras al club, viendo lo buena que eres con una espada. -le comento yo, sonriente, mientras colocaba la mochila a mis espaldas, apoyando el brazo sobre mi hombro.

Mientras conversaba con Temperance, me fijé en uno de los miembros del club, que resultó ser el chico que derrotó mi hermana, que la miraba de forma rabiosa, lo cual me impulsó a colocarme entre su mirada y Temp para cogerla por los hombros y tirar de ella mientras caminábamos, de forma tranquila.
-Prefiero evitar conflictos, ya que no quiero repetir lo de la otra vez. -pensaba decidido mientras seguía adelante, mirando hacia atrás de vez en cuando, por si seguía allí el chico.

Sonrió ampliamente mientras iba con su hermano. La dijo que le sorprendía que no se apuntara al club ya que se le daba muy bien la esgrima. Y Law estaba en lo cierto, pero la pelirrosa amaba el arte por encima del deporte. Tras esa parte hiperactiva y dulce, tenía un lado muy creativo, y mucha capacidad de crear arte sin importar lo que la gente pensara. Todo lo que creaba, lo hacía porque quería y no para que le gustara a la gente. Era... ¿Cómo decirlo? Demasiado... Bohemia. Si, ese sería el adjetivo que la calificaba bien. Caminó cin su hermano saliendo de allí e ignorando al chico. La diferencia de altura entre ella y su hermano, era bastante notable.

-Ah pues es que en realidad a mi me gusta más el club de arte... Oye... ¿Has crecido? Ha pasado mucho desde la última vez que nos vimos y estas más alto- Dijo.

En algunas cosas, Tempi era demasiado exagerada, por ejemplo, cuando ve a alguien que no ve desde hace mucho le dice que ha crecido, aunque no lo haya hecho ni un centímetro. Fueron saliendo del lugar lentamente. Tempi iba sonriendo ampliamente, se sentía de bastante buen humor. Estaba pensando en invitarle a merendar y así podrían hablar y demás. Se fijó en una de las orejas de su hermano. Llevaba pendientes de oro y no pudo evitar picarlos un poco.

-Anda oni-chan, llevas pendientes, me acabo de dar cuenta- Diji fijándose.

Hasta ahora, no se había dado cuenta de que Law llevaba pendientes, era muy observadora para algunas cosas y muy poco para otras. Le resultó curioso ver que su hermano los llevara, no sabía bien por qué, pero le resultaba curioso. De repente, el estómago le rugió un poco, y si en ese momento eso fuera un anime, seguro que una gotita habría caido por su sien, como ahí.

-¿Te apetece ir a merendar algo? Yo te invito- Dijo.

Ya que iría a comer algo en el momento que sintió el hambre en su estómago, ya invitaba a su hermano. Ese momento fue el más idóneo para comentarlo. En ese momento del día, el calor había bajado un poco, y corría una suave brisa caliente que chocaba levemente contra su rostro.

Al escuchar la pregunta de Temperance sobre si había crecido, yo me reí un poco antes de contestarle con una sonrisa:
-No, no he crecido mucho que digamos, pero un centímetro o dos puede. -le contesté mientras me secaba las lágrimas de los ojos al reírme demasiado.

Mientras caminábamos seguí hablando con Temperance hasta que se dio cuenta de mis pendientes, lo que hace que me lleve la mano hasta ellos, por alguna razón.
-Bueno, hace tiempo pensé en cambiar algo de mi aspecto y esto fue lo primero que hice. -le contesté señalando los pendientes de ambas orejas mientras movía la cabeza.

Al pasar un rato, comenzaba a notar algo de hambre y, curiosamente, a Temp le gruñó el estómago. Al ver la extraña coincidencia y su invitación a comer, yo coloqué mi mano sobre su cabeza tras aceptar su petición.
-Me parece bien, pero seré yo quién invite. -le dije antes de comenzar a tirar de ella hacia un bar al aire libre donde pedí una mesa para los dos antes de comenzar a pedir algo de comer.
-Hmm.. Yo pediré una hamburguesa y una coca-cola. ¿Tú que vas a querer? -le pregunté a Temperance antes de decidir lo que iba a pedir y, en cuanto estuvimos de acuerdo, llamé la atención de un camarero para que se acercara y nos tomara el pedido.

Minutos después, nuestra mesa ya tenía todas las cosas que habíamos pedido, así que sonreí satisfecho mientras cogía la hamburguesa y comenzaba a comerla con un poco de ganas, a la vez que tomaba algún trago de coca-cola de vez en cuando. Al terminar, me limpié con una servilleta y me incliné en el respaldo de la silla.
-Estuvo genial. -sonrío aliviado al no tener más ganas de comer.

Rió un poco junto a su hermano, cuando él escuchó que Temperance le dijo que había crecido. Temperance era bastante más bajita que su hermano mayor. También, al parecer Law quería cambiar algo de su aspecto y lo que hizo fue eso. Se preguntaba si no le dolería hacerse el agujero de los pendientes. Le resultaba algo extraño pero si a él le gustaba, no se iba a oponer. Ambos tenían hambre a la vez y dijo que él invitaba. Ella hinchó sus mejillas.

-¡Nu! Te invito yo- Replicó dando un pequeño salto a su lado.

Fue con Law a un bar al aire libre. Se sentó a su lado y pensó qué podría pedir. Le apetecía dos tostadas y un zumo de naranja. Se recogió el cabello con una coleta. Sonrió ampliamente.[/b]

[i]-Yo pediré un zumo y dos tostadas por favor- Dijo con amabilidad.

El camarero vino a preguntar que queríamos. Dejó que su hermano mayor hablara tranquilamente. Cuando trajeron la comida, comenzó a comer lentamente tras untar la mantequilla y la mermelada. Dio un sorbo a su zumo de naranja y partió las tostadas mientras comía. La tostada era algo gordita y tenía un perfecto dorado de cafetería y olía muy bien. Al rato, se terminó todo y se sobó el abdomen. Asintió cuando Law dijo que estuvo genial. Sonrió ampliamente. Tenía algo que preguntarle a su hermano acerca de sus cosas. Comenzó a estar algo pensativa de cuando conoció a ese chico que dormía en la misma habitación que ella.

-Oye oni-chan... Aunque yo sea miko... ¿Qué pasaría si algún dia alguien me gustara?- Preguntó curiosa.

Se rascó la nuca ya que se sentía muy confusa y pensó que su hermano sería la mejor persona que podría ayudarla. A pesar de que estuvieran mucho tiempo separados, Temperance confiaba en él plenamente.

La pregunta me pilló por sorpresa, dejándome unos minutos intentando procesar eso antes de reaccionar por fin y hacer como si tosiera.
-Ehm, cómo decirlo... Por lo tengo entendido, todas las Mikos sois vírgenes, y creo que no hará falta explicarte que significa. -comencé a responderle, sonrojándome un poco ante la incomodidad del tema, sobre todo al tener que hablarlo con mi hermana pequeña.
-Si te gusta alguien... lo que no debes hacer es... bueno, ya sabes... -comencé a hacer gestos con las manos, sintiendo como si diera vergüenza ver mi reacción. -Y, antes que nada, ¿quién es?, ¿es mayor que tu?, ¿sabes como es? -un montón de dudas comenzaron a asaltarme y empecé a acribillar a mi hermana a preguntas, perdiendo el rubor de la cara y poniéndome serio.
[b]-¿Qué tiene él que haya hecho que te enamores? -me acerqué aún más a ella, por encima de la mesa, mirándola fijamente a los ojos, hasta darme cuenta de que la estaba poniendo incómoda y de que estaba llamando la atención de otras personas, por lo que volví a sentarme en mi sitio.
-En fin, olvida todo lo que dije. De todos modos, me gustaría saber si sabes si ese siente lo mismo que tú, ya que eso es lo primero que se debe saber. -le comienzo a explicar, dejándome llevar sin darme cuenta durante un largo rato.
-...Y eso es lo que debes tener en mente: nada de ''cosas íntimas'' si de verdad quieres seguir siendo una Miko.[/b]

Cuando llega la cuenta, la cojo antes de que Temperance pueda hacer nada y coloco el dinero junto al ticket, los cuales recoge más tarde el camarero.
-Bueno, ¿y estás ocupada el resto del día? Yo pensaba en irme a dormir, pero si estás libre... -le comienzo a preguntar mientras salíamos del bar y nos parábamos un poco lejos.

Temperance comenzaba a irritarse por la actitud acosadora de su hermano. Solo era una simple curiosidad, así que apartó la cabeza y esperó a que se calmara. No quería discutir con él, aunque la vena de su cuello, comenzaba a hincharse y eso significaba que estaba punto de enfadarse. Cuando se calmó, se cruzó de brazos frunciendo un poco el ceño por el espectáculo que había montado. Realmente miko no era una profesión, si no su raza. Entonces seguiría siéndolo pase lo que pase. Realmente, eso solo eea una simple duda que tenía. Y si encontraba a alguien que mereciera la pena, mandaría todo al garete. Estaba harta de tener que moderarse con todo por ser una miko, mientras que otros hacían lo que querían.

-¿Ya te calmaste oni-chan? No es nadie, solo era una pregunta. Y realmente si soy una miko de nacimiento, es difícil que deje de serlo. Y si alguien me quiere y merece la pena, me va a dar igual ser una miko que una súcubo. No me gusta tener que estar moderandome todo el día- Dijo mirando a otro lado.

De repente se quedó pensando. Si su raza era de mikos y la de Law eran todos shinigamis... ¿Cómo es que ella era de otra raza? ¿No sería lógico que ella fuera también shinigami? Comenzó a darle vueltas al asunto. Comenzaba a pensar, que era adoptada. Y estaba realmente en lo cierto, hace años, la familia de Law, adoptó a Temperance. Querían otro hijo, pero la madre no podía tener más y decidieron adoptarla de una familia de mikos que no quería tenerla, debido a que no podían mantenerla. Ella nunca supo eso, ni Law tampoco. Era un secreto que la familia decidió guardar para evitar hacer sufrir a la pelirrosa. Pero Tempi, pensó que Law tendría la respuesta así que decidió preguntarle.

-Law... Si tu eres un shinigami y tu familia también lo era... ¿Por qué soy yo una miko y no un shinigami?- Preguntó seria.

No se dio cuenta cuando Law pagó el total de todo lo que comieron en esa tarde. Y cuando preguntó que si estaba ocupada, sacudió la cabeza con una amplia sonrisa dulce.

-No, no iba a hacer nada ¿y tú?- Preguntó de forma curiosa.

-Lo entiendo perfectamente Temperance, y yo tampoco quiero que te comportes acorde a las reglas de las Miko, porque entonces ya no tendría más a mi hermana pequeña. -le contesté, con una gran sonrisa, mientras le acariciaba la cabeza.

Al continuar la conversación, Temp me hizo una preguntar que había intentado evitar desde que supe que era una Miko, por lo que me quedé en silencio antes de cogerla por los hombros y mirarla con una sonrisa un poco forzada.
-¿Eso realmente importa? Lo que tengo claro es que tu eres mi hermana pequeña, y eso no va a cambiar nunca. -mi voz parecía temblar de un momento a otro por los nervios, así que me recompuse y solté los hombros de Temp para dejar de mirarla.
-Como dije tan solo tenía planeado dormir, pero si quieres hacer algo por mi vale. -le contesto mientras me encojo de hombros y seguimos caminando, mirando hacia un rincón lejano donde, casualmente, encontré de nuevo al chico del club que perdió frente a Temp.
-No parece tener ganas de querer marcharse... -pensé con lástima, a la vez que suspiraba, y volví la vista al frente, para seguir caminando junto a Temp.

Tras caminar un rato por los alrededores, se me ocurre una idea de lo que podríamos hacer.
-¿Qué te parece si hacemos un combate? -la pregunta me sonaba rara hasta a mí, así que le continué hablando para evitar confusiones. -Pero no me refiero a un real, si no con el equipamiento del club de esgrima. Después de todo, me gustaría ver lo buena que es mi hermanita con una espada.

Sonrió al escuchar a su hermano. Se sentía muy bien con él, Law siempre la trataba de forma dulce y ella lo quería mucho como hermano. Cuando hizo esa pregunta, supo que la respuesta era que ella es adoptada. Al ver a su hermano así de triste, se levantó y lo abrazó muy fuerte. La verdad es que tenía razón, y Temperance por mucho que supiera la realidad, su familia siempre iba a ser Law por mucho que la biología la contradiga. Él y su familia la cuidaron durante mucho tiempo sin importarles nada. Y había tenido mucha suerte, quizás si al nacer nadie la hubiera querido, habría estado toda su vida sola.

-Lo sé, por mucho que me digan que no, mi familia siempre serás tú, y lo fueron nuestros padres. Y eso no lo va a cambiar nadie- Susurró a Law.

No recordaba que pasó con sus padres debido a que su subconsciente bloqueó ese recuerdo traumático para la pequeña, pero tenía la intuición de que fueron asesinados. Caminó junto a Law y volvió a ver al chico. No le dio ninguna importancia, simplemente hizo como wi no estuviera. Law la propuso un combate, estuvo a punto de ir a por su bate de pinchos, pero cuando se explicó mejor, se calmó. La idea de un combate de esgrima le pareció buena idea.

-Vale, a ver como se te da a ti, hemanito- Dijo riendo.

Entró con él y fue a buscar un uniforme de su talla. Se puso el traje de la talla más pequeña que había. Se puso la careta y cogió un florete y esperó a que Law hiciera lo mismo.

-¡Yo ya estoy lista!- Exclamó muy enérgica.

Tempi era muy competitiva y trataría de ganar a Law.

-Ten en cuenta que no pienso perder. -le contesto con una sonrisa antes de dirigirnos nuevamente al club de esgrima, donde me dirigí a los vestuarios para cambiarme de ropa y ponerme el uniforme para luego coger una de las espadas y dirigirme al campo donde ya estaba Temp.

-Bueno, las reglas serán las siguientes: el que suelte su espada o se rinda, pierde. ¿Entendido? -le digo mientras me colocaba en posición y, al dejar las cosas claras, me puse la máscara y me preparé.

-3... 2... 1... ¡Ya! -al terminar la cuenta, comencé a moverme rápidamente por todo el campo para confundirla y encontrar el momento justo para atacar.

-Recuerda que, aunque seas fuerte, no te servirá de nada si no llegas a alcanzar a tu rival. -le decía mientras seguía moviéndome por todo el escenario hasta que, con suerte, encontré el momento perfecto en el que ella se despistaba un segundo y dejaba de prestarme atención para acercarme desde un lado y golpearla en las piernas, sin detenerme en el sitio, y luego regresé a mi posición anterior, sonriendo con emoción.

-Lo siento si te dolió, pero a veces me cuesta controlar mi fuerza. -me disculpo ante ella sin perder la sonrisa y me mantuve quieto, esperando a ver su reacción.

-¡Hecho!- Exclamó al escuchar las condiciones de victoria.

En cuanto escuchó que empezó el combate, se alejó dando un gran salto hacia atras. Law se movía por el lugar de forma muy rápida. Para engañarlo, Temperance simuló despistarse y en cuanto el fue a atacar, antes de que la diera, apartó su arma golpeandola y girando la suya con la de él. Provocando que el arma de Law estuviera posicionada hacia fuera. Y antes de que el se fuera, dio una estocada justo en el pecho de su hermano. Saltó, dio una voltereta en el aire hacia atrás y se alejó de Law.

Fue hacia él de nuevo y movió su arma para apartarla otra vez y le dio en el brazo. Se alejó de nuevo y esperó a que él hiciera algo. Tempi adoraba los combates amistosos como este. Al ser tan competitiva, ponía muchísimo interés. Quería ganar, e iba a esforzarse para ello. Lo que no le gustaba, eran los combates serios porque se podían hacer mucho daño, incluso a llegar a matar a esa persona. Por eso, ella solía tener mucho cuidado con lo que hacía con su bate de pinchos.

Ese arma podía desgarrar la carne a pesar de que pesaba muchísimo, era muy fuerte ese arma. Los combates de cerca se le daban bien, podía absorber energía y poner un muro de luz y esquivar mucho ataques.

La reacción de Temp me tomaron por sorpresa, y aún más la fuerza con la que me golpeaba con su espada, aunque no se sentían mucho.

-Ohh... No está nada mal. -le contesto con una gran sonrisa en cuanto se detiene y aleja, lo que aprovecho para moverme con más rapidez que antes para acercarme, de frente, a Temp y golpear su espada a un lado para luego mover la mía hacia el contrario y golpearla en un costado, moviéndome seguidamente a su espalda para golpearle el brazo con el que quedó sujetando su espada y, por último, sus piernas, antes de alejarme nuevamente y mirar a mi hermana, preparándome para bloquear su próximo ataque, en cuanto se acercara.

-Esto se está poniendo interesante. -pienso con más emoción al notar que mi pulso comenzaba a acelerarse un poco después de los golpes que había recibido y dado.

En cuanto Temp volvió a reaccionar, coloqué mi espada para bloquear sus ataques mientras ella me intentaba golpear, consiguiendo moverme un poco de mi posición pero, haciendo fuerza en la espada, conseguí hacerla retroceder para luego lanzarme hacia ella y golpearle en el estómago, controlando mi fuerza.